Chinatown. Roman Polanski.
Ficha técnica;
Título: Chinatown.
País: Estados Unidos.
Año: 1974.
Duración: 125 minutos.
Dirección: Roman Polanski.
Guión: Robert Towne.
Casting: Mike Fenton y Jane Feinberg.
Dirección de Fotografía: John A. Alonzo, A.S.C.
Música: Jerry Goldsmith.
Edición: Sam O'Steen.
Director artístico: W. Stewart Campbell.
Decorador del set: Ruby Levitt
Efectos especiales: Logan Frazee.
Vestuario: Anthea Sylbert.
Maquillaje: Hank Edds y Lee Harmon,
Peluqueros: Susan Germaine y Vivienne Walker
Productor: Robert Evans.
Diseño de producción: Richard Sylbet.
Productores asociados: C.O. Erickson.
Paramount Picture, Robert Evans Production
Intérpretes:
Faye Dunaway: Evelyn Mulwray,
Jack Nicholson: J.J. Gittes,
John Huston: Noah Cross.
John Huston: Noah Cross.
John Hillerman: Yelburton,
Perry Lopez: Escobar,
Darrell Zwerling: Hollys Mulwray,
Roman Polanski; Hombre con navaja.
Darrell Zwerling: Hollys Mulwray,
Roman Polanski; Hombre con navaja.
Burt Young: : Curly,
Bruce Glover: Duffy
Joe Mantell: Walsh,
Roy Jenson: Mulvikill,
Diane Ladd: Ida Sessions,
Dick Bakaylan: Loach.
Sinopsis:
Jack Gittes (Jack Nicholson) es un detective privado que vive 'honestamente' en un Los Ángeles de antes de la guerra, en un ambiente moral bastante turbio. Contratado por una bella mujer de la alta sociedad (Faye Dunaway) para investigar los asuntos extra-conyugales de su marido. Gittes acaba viéndose involucrado en una peligrosa maraña de trampas y engaños. Lo que en un principio parece ser un caso sencillo, se revela como una auténtica tempestad de escándalos políticos, corrupción y oscuros secretos familiares que acabarán por salir a la luz una noche en Chinatown.
Comentario:
Ganadora del Oscar y el BAFTA al Mejor Guión Original, esta impresionante película también obtuvo 11 nominaciones al Premio de la Academia, incluyendo las de Mejor Película, Actor y Director, Chinatown es pues una obra maestra en la mejor tradición del cine negro, mereciendo ocupar un lugar de honor en la colección de todos los aficionados al cine. (Edición especial coleccionista).
Roman Polanski renueva para el cine la figura del detective privado, que ya era sólo un concepto 'retro' cuyos sucedáneos pueblan las series de televisión (...) con un aura de nostalgia, caricatura y cinefilia europea...(Noël Simsolo. El cine negro, pág. 280).
Si volvemos a ver el film del director polaco a la luz de los acontecimientos actuales, cobra un nuevo significado y pone de relieve la clarividencia de algunos realizadores cinematográficos, que no sólo son capaces de construir una obra maestra, sino de convertirla en una crónica de su tiempo, valedera para futuras generaciones, en la que se implicaron el célebre realizador John Huston y el propio Polanski, que desempeñan pequeños papeles en el film.
Chinatown denuncia la corrupción que irradia desde los centros económicos y se extiende hacia todo tipo de instituciones. Cada vez que el policía honesto, que encarna Nicholson, se juega el tipo por dar un pequeño golpe a la bestia, acaba dejándola intacta y provocando un daño colateral en una víctima inocente, a la que le unen lazos sentimentales. Las víctimas siempre son las mismas, los desempoderados por cualquier razón, y los principios morales no cuentan, simplemente corrompe, roba y mata quien puede, en este caso el potentado Noah Cross (John Huston). La mala experiencia que expulsó a Gittes de Chinatown, se repite en el corazón de la ciudad de Los Ángeles, y la causa también es la misma: el expolio de los 'súbditos' de la ciudad, a los que , con el nuevo negocio, se roba el agua para regar unos campos que han comporado un grupo fáctico en nombre de unos ancianos de una residencia, cuya propiedad también ostenta Cross.
El protagonista le hace una pregunta muy pertinente al millonario: ¿cuántos milones de dólares tienes? ¿Cuánto más puedes comer con el producto del nuevo fraude?, ¿Qué más puedes adquirir ? a lo que el rico responde:"el futuro". Pero ni tan siquiera eso puede comprar de forma óptima un ser que ha llevado la podredumbre y la inmundicia a su propio hogar, que ha impuesto su voluntad de patriarca a su propia hija y ha provocado la extinción de su familia. La eliminación de todos los testigos deja de nuevo el poder intacto en sus manos y un botín humano de valor inconmensurable para sus víctimas. Al detective sólo le queda el silencio y la desesperación.
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