El mundo nunca es suficiente. Michael Apted (1999)















Ficha técnica:

Título original:  The World is not enough.
País: Gran Bretaña/USA.
Año: 1999.
Duración: 128  minutos.
Dirección: Michael  Apted.
Guión:  Neal Purvis, Robert Wade y Bruce Feirstein, según un argumento de Neal Purvis y Robert Wade, basado en los personajes de Ian Fleming.
Dirección de Fotografía Adrian Biddle. Color.
Música: David Arnold.
Montaje:  Jim Clark.
Producción:  Barbara Broccoli y Michael G.Wilson.
Compañías:  Eon Productions, Danjaq para United Artists/MGM.

Intérpretes:

Pierce Brosnan: James Bond,
Sophie Marceau:  Elektra King,
Robert  Carlyle:  Renard,
Denise Richards: Dr.Christmas Jones,
Robbie Coltrane: Valentín Dimitrovich Zukovsky,
Judi Dench:  M,
Desmond Llewellyn: Q,
John Cleese: R,
Samantha Bond: Miss Moneypenny,
Maria Grazia Cucinotta: la chica del cigarro,
Serena  Scott Thomas: Dr. Molly Warmflash.

Sinopsis:

Tras la muerte del magnate británico del petróleo Sir Robert King en un atentado en el cuartel general del MI6, su hija Elektra hereda su billonaria fortuna en yacimientos petrolíferos en el mar Caspio. El agente 007, que se siente culpable de la muerte de King, se convierte en el guardaespaldas de Elektra. Su fabulosa fortuna atrae no sólo la atención de la prensa internacional, sino también la del asesino, Renard, un hombre con una bala alojada en el cerebro que le impide sentir dolor físico y cuya única obsesión es la venganza. (Filmaffinity).

Crítica:

El Bond del nuevo milenio. Se estrenó en diciembre de  1999, terminaba con un chistecillo alusivo al entonces tan temido efecto 2000 y  comenzaba con unos rasgos de modernidad arquitectónica (...) en Bilbao, con el titanio del Museo Guggenheim como telón de fondo (...) en un capítulo en el que se integran por primera vez a la franquicia Neal Purvis y  Robert Wade. Ricardo Aldarondo. Dirigido por...Noviembre 2012).

Comentario.

Filmada en un tono muy británico, austero y correcto en las formas y en el fondo y convertido James Bond en un auténtico gentleman, vuelve a las camisetas mojadas de su origen. De marcado carácter anticomunista, utiliza, además de los consabidos gadgets, todo tipo de vehículos dotados de poderosas armas, como el helicóptero dotado de una gigantesca sierra mecánica colgante, y los hologramas que incorporó Lucas a su Guerra de las Galaxias.

Por lo demás es un film que aporta poco, a no ser la sobriedad británica, que no casa mal con una M  más en su salsa, y sin mostrar el lado oscuro de las últimas entregas de la franquicia. 


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