Apocalypse Now . Francis Ford Coppola.








Ficha técnica:

TTítulo original: Apocalypse Now ( Apocalypse Now Redux en la versión Director's Cut.
País: Estados Unidos.
Año: 1979.
Duración: 202 minutos.
Dirección: Francis Ford Coppola.
Guión: John Millius y Francis Ford Coppola, basado en una narración de Michael Herr. Adaptación de la novela de Joseph Conrad.
Casting: Terry Liebling, Vic Ramos.
Dirección de Fotografía: Vittorio Storato, A.I.C., A.S.C.
Música: Carmine Coppola y Francis Ford Coppola. Producida por David Robinson.
Director artístico: Angelo Graham.
Decorador del set: George R.Nelson.
Edición: Walter Murch, Gerald B.Greenberg, Lisa  Fruchtman.
Montaje y diseño de sonido: Walter Murch.
Productores: Francis Ford Coppola y Kim Aubry.
Productores asociados: Mona Skager.
Producción: Francis Ford Coppola.
Co-productores: Fred Roos, Gray Frederickson y Tom Sternberg.
Diseño de produción: Dean Tavoularis.
Miramax Films Release


Intérpretes:

Marlon Brando: Coronel Kurtz,
Robert Duvall: Coronel Kilgore,
Martin Sheen: Capitán Villard,
Frederic Forrest: Chef,
Albert Hall: Chief,
Sam Bottoms: Lance,
Larry Fishburne: Clean,
Dennis Hopper: Fotógrafo de prensa,
C.D.Spradlin: General,
Harrison Ford: Coronel,
Colleen Camp: compañero de juegos,
Cynthia Wood: compañero de juegos,
...

Premios:

 1979: 2 Oscars: Mejor fotografía, sonido. 8 nominaciones
 1979: Festival de Cannes: Palma de Oro (ex aequo con "El tambor de Hojalata")
 1979: Premios David di Donatello: Mejor director extranjero
 1979: 3 Globos de Oro: Director, Actor Sec. (Duvall), Banda Sonora. Nominada a película .

Sinopsis:

Un capitán del ejército norteamericano, interpretado por Martin Sheen, es enviado en misión secreta por la  peligrosa e hipnótica  Camboya para asesinar a un misterioso coronel  estadounidense renegado llamado Kurtz (Marlon Brando), que ha sucumbido a los horrores de la guerra y vive apartado en un poblado remoto, en el corazón de la selva, donde reina como un Buda despótico sobre la tribu Montangard, en un campo sembrado de cabezas y cadáveres putrefactos.

Comentario:

En una de las mejores adaptaciones de la lengua literaria a la audiovisual, de la mano de Coppola bajamos a los infiernos y nos sumergimos en una experiencia lisérgica junto al protagonista,  el Capitán Willard (Martin Sheen), en una auténtica pesadilla, un horror del que parece no haber  despertado del todo desde la primera secuencia, en la que se debate entre sus sábanas manchadas de sangre, con la mente perturbada por la droga y el alcohol, para incorporarse a una misión que se convertirá en un descenso a los infiernos de Dante.

Gases amarillos, naranjas, napalm, acaban con todo lo que vive en el interior de los bosques, y las imágenes se van  amontonando, en un especie de monólogo interno, en fundidos que se van encadenando, a veces casi confundiendo, que expresan  unas veces dolor, otras semi-conciencia, desplazamiento en el espacio y en el tiempo, y constantemente el temor a 'Charlie', como llamaban al Vietcom los norteamericanos. Casi cada fotograma, si nos colocamos en situación de stand by, es un 'triunfo de la muerte' multicolor, en el que los jóvenes que habitan en el submundo de la barcaza que  traslada a los protagonistas de la historia a  Camboya procuran extraerle todo su jugo a la vida, bailando al son de las músicas que emite la radio, rockeros con un pie en la tumba. Tremenda secuencia con las 'conejitas' de play-boy, difícil de calificar: llamarla sexista sería una ofensa para las propias mujeres que intervienen en ella, cuyo infierno no acaba con los jóvenes con los que intercambian favores sexuales a cambio de gasolina.

El film es muy crítico con la actuación de los aliados, norteamericanos y franceses,  con  el 'pueblo amarillo', (metáfora del huevo: si lo rompes, lo blanco se va lo amarillo se queda); si los galos luchaban por defender unas tierras en las que estaban asentados desde hace 70 años, que perdieron por sus abusos con los indígenas, los norteamericanos lo hacían  contra la historia por una quimera. Una de las escenas más significativas  de la violación de  toda convención mundial sobre las guerras, es aquella en la que el Coronel Kilgore (Robert Duvall) decide practicar surf en una playa, ocupada por el Vietcong, y parte con el Séptimo de Caballería, los Black Hawk preñados de bombas y soldados armados, que despegan  al ritmo de corneta, y cuyo objetivo es anaquiliar  las instalaciones de la costa, incluídas las escuelas, mientras suena música de  las Walkirias de Wagner. En medio de esta lluvia de fuego, el militar y algunos soldados, practican su deporte favorito, en una isla de relativa seguridad, generada  con la muerte de inocentes.


El Coronel Kurtz le cuenta al Capitán una tremenda acción de guerra del Vietcom, que cortó los bracitos a un montón de niños a los que el ejército americano había vacunado contra la polio. Pero al mismo tiempo siente admiración por estos hombres con principios éticos, pero a la vez capaces de matar por instinto. La diferencia reside en que el Vietcom defendía  a su pueblo y su tierra, y los americanos no sabían ni por qué están allí. Es jugosa la controversia en casa de los hacendados franceses sobre si los vietnamitas y los franceses que les apoyan,( manifestantes contra la contienda en Francia ), son socialistas o comunistas. Pero en el aire flota una  pregunta  más terrible todavía: ¿Qué son los integrantes de la tribu de Montangard, dispuestos a adorar a cualquiera que muestre  fortaleza y falta de escrúpulos para matar, al tiempo que  permiten  que los niños anden por encima de cadáveres corruptos y cabezas cortadas? El  Capitán Willard asesina al todopoderoso Kurtz y eso le convierte en un auténtico Dios, un monstruo sucesor del que ha matado.

Se ha hablado de un final alternativo, en el que se destruye la fortaleza del malvado Kurtz mediante un bombardeo, pero Coppola quiso evitar que una nueva versión  hubiera justificado la violencia de todos. Lo añade en el making of, pero aconseja leerlo como una pieza separada, un corto en el que se usó mucha dinamita y gran cantidad de cámaras para captar una espectacular destrucción.

Una gran obra maestra, en la que Coppola consigue que sus personajes expresen con sus gestos, sus miradas, sus palabras y sus silencios, más que un montón de páginas. Pablo Kurt (Filmaffinity), cuyo nombre se parece al del malo de la película, no sabemos si por casualidad o no, afirma: " Magistral disección de los horrores y sinsentidos de la guerra, en "Apocalypse Now" Coppola exprimió todo su dinero, ambición y talento -que no era poco- para rodar una fascinante bajada a los infiernos del conflicto de Vietnam. Por lo demás, Marlon Brando epata con un escalofriante personaje que consagra esta búsqueda de un coronel demenciado por los espantos de la más cruel creación del hombre. Una obra colosal, tan impresionante como inigualable."


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