Sr. y Sra. Smith. Doug Liman









Ficha técnica:

Título original: Mr. & Mrs. Smith.
País: Estado Unidos.
Año: 2005.
Duración: 115 minutos.
Dirección: Doug Liman.
Guión: Simon Kinberg.
Casting: Joseph Middleton, C.S.A., Michelle Morris Gertz, C.S.A.
Dirección de Fotografía: Bojan Bazelli.
Música:  John Powell; supervisión: Julianne Jordan.
Montaje: Michael Tronick, A.C.E.
Producción: Arnon MilchamAkiva Goldsman, Lucas Foster, Patrick Bachsberger, Eric McLeod.
Coproducción: Kim Winther.
Productor ejecutivo: Erik Feig.
Diseño de producción: Jeff Mann.
Vestuario: Michael Kaplan.
Compañías: Regency Enterprises y Epsilon Motion Pictures, presentan una producción de New Regency/Summit Entertainment/ Weed Road Pictures.

Intérpretes:

Brad  Pitt: John Smith,
Angelina Jolie: Jane Smith,
Adam Brody: Vince Vaughn,
Kerry Washington.: Jasmine,
Stephanie March:  Julie,
Jennifer Morrison: Jade,
Perry Reeves: Jessie,
Chris Weitz : Martin Coleman.

Sinopsis:

Tras cinco o seis años de idilio conyugal, el matrimonio acomodado y suburbano de John y Jane Smith ha ingresado en la rutina, hasta que, de pronto, se descubre la verdad: ambos son  fríos, letales y carísimos asesinos a sueldo de organizaciones enfrentadas. Cuando descubren  que han sido contratados para liquidarse entre sí, sus vidas secretas chocan de pleno, dando un sentido inusitado a la expresión "hasta que la muerte nos separe".

Comentario:

Lamento extraordinariamente tener que decir que  me ha defraudado el film de Doug Lima, que ha realizado trabajos respetables como 'El caso Bourne'  (2002), 'Caza a la espía' (2010)  o 'Blancanieves y el cazador' (2012). En esta ocasión realiza una película  ad usum de los divos, llegando a altos grados de contaminación acústica e impulsos destructivos, en los que se mezcla, como en un batido de frutas, el sexo, la violencia, el amor y la muerte. Con pretensiones de crear un pareja de delincuentes,  una especie de Bonnie and Clyde, que realizan asesinatos por encargo en el territorio de la producción, tráfico y distribución del nuevo oro en polvo.

Todo aquello que se interpone en el furor sexual de la pareja, ya sean muebles, edificios, sicarios, y obstáculos muchos más grandes, acaba más agujereado que un colador. Todo tipo de símbolos fálicos, en forma de pistolas con silenciador, barras, bazokas, etc. se esparcen a su alrededor, y en una alusión poco seria al constructo de género, después de ver cómo se atizazban la peor paliza de la historia del  cine, ella le pide, arrugando sus enormes labios, que no le de a ella una pistola  'de chica'. Increíble, especialmente cuando ya no necesitaba demostrar que era la mayor fiera del universo.

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