Algo que contar. Don Roos







 Ficha técnica

Título original: Bounce,
País: Estados Unidos.
Año: 2000.
Duración :  102 minutos
Dirección:  Don Roos.
Guión:  Don Roos.
Casting : Patrick J. Rush, C.S.A. y Sharon Klein, C.S.A.
Dirección de Fotografía: Robert Elswuit.
Música:  Mychael Danna; supervisor música: Randall Poster.
Edición: .David Codron.
Producción: Steve Golin y  Michael Besman.
Diseño de producción: David Wasco.
Co-Productores: Alan C.Blomquista y Bobby Cohen.
Productores ejecutivos: Bob y Harvey Weinstein, Bob Osher, Meryl  Poster.
Vestuario: Peter Mitchel.
Miramax, Emon Home Entertainment.

Intérpretes

Ben Affleck: Buddy Amaral,
Gwyneth Paltrow:  Abby Panello,
John Morton:  Jim Weller,
Natasha Henstriddge: Mimi,
Tony Goldwyn: Greg Janello,
Johnny Galecki: Seth,
Alex D. Linz: Scott Janello,
David Dorfman: Joey Janello,
Jennnifer Grey:  Janice Guerrero.
Caroline Aaron: Donna Heisen,

Sinopsis:

Buddy, un ejecutivo de éxito en una importante agencia de publicidad, se encuentra atrapado en el aeropuerto de Chicago a causa de un temporal. Mientras espera, conoce a Greg, un hombre que va a pasar las Navidades con su familia, y a una atractiva mujer de negocios. Cuando, gracias a sus relaciones, consigue un asiento en el último vuelo de la noche, empieza a dudar entre emprender el viaje o disfrutar de una aventura sexual. Finalmente, elige lo segundo y le ofrece su asiento a Greg. A la mañana siguiente, Buddy oye la noticia de que el avión se ha estrellado.

Comentario:

Una historia articulada en torno  a un personaje que apenas aparece unos minutos al principio del film, pero que al unir su destino a un accidente aéreo trágico, se convierte en el nudo de un drama que va a condcionar las relaciones que mantienen entre sí todos los personajes,  En el centro Ben Affleck, auténtico sex symbol de la cinta, un hombre guapo, con debilidades, que bebe  en demasía, se enamora y llora, frente  a Gwyneth Paltrow, un ama de casa que se queda viuda, deliberadamente desleída, sin maquillaje, sin sujetador, que se siente atraída por el joven ejecutivo,

Hoy el  célebre  actor se revela como un gran director, arropado por la prensa que ha otorgado dos Globos de Oro a su film 'Argo' (Mejor Drama y Mejor Director); su trabajo  al otro lado de la cámara se ha caracterizado siempre por una falta de carisma, con una imagen, como ocurre con su compañero y amigo Matt Damon, de ciudadanos medios americanos, - más perversa  el protagonista de la saga Bourne o Infiltrados ((Matin Scorsese) -, una especia de máscara tras las que  esconden un alter ego bastante diferente.

Don Ross describe el personaje de Affleck como el de un tipo inmaduro, que se convierte en un hombre capaz de responsabilizarse y realizar  una autocrítica sobre acontecimientos difíciles de admitir, que antes  lo habían llevado a una clínica de rehabilitación. El film hace mella en  mucha gente que viaja en avión y generalmente no atiende las indicaciones de las azafatas sobre medidas de seguridad, porque presiente que en caso de producirse un incidente, lo  más probable es que sea irreversible, pero este sentimiento está compensado porque, de forma subliminal, vemos a todos los personajes, incluidos los niños, utilizando constantemente este medio de transporte, hasta hacerlo cotidiano  y   desacralizar el temor  de  los espectadores.

Pero ante todo es una historia de amor, protagonizada por la famosa pareja de moda, que, si bien  muchos alaban el equilibrio que consiguen entre inteligencia y emociones, hay quien aviesamente señala que estos actores no consiguen trasladar un poco de química ni en la pantalla, y no son creíbles ni como pareja de ficción. La puesta en escena es tan plana, clásica, televisiva y atonal como sus personajes principales, y quizás lo único que mantiene a la gente en su sillón es la cara demasiado bonita de Affleck, que le ha obligado a poner  relleno en su chaqueta, no apara agrandar sus espaldas que  ya son anchas, sino para parecer un auténtico y simiesco hombreton, y dejarse un largo pelucón y  barba en 'Argo' con el fin de  que se le tome un poco en serio; este es el handicap que  aún arrastran actores dotados de atractivo  personal como Brad Pitt, con frecuencia encarnando a un descerebrado, Leonardo DiCaprio, prematuramente envejecido, o George Clooney exhibiendo un look cutre, con barba cerrada y pantalones de sobaquillo; la crítica la dirigen todavía mayoritariamente los hombres, que no han entendido todavía qué buscan las mujeres.



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