Viernes 13, parte 7ª: Sangre Nueva. John Carl Buechler






Ficha técnica:

Título original:  The Friday 13th. Part VII. The new blood
País: España.
Año: 1988.
Duración: 90 minutos.
Dirección: John Carl Buechle.
Guión: Daryl Haney y Manuel Fidello. Personajes de Victor Miller.
Casting: Anthony Barnao.
Director de Fotografía: Paul Elliot.
Música: Harry Manfredini y  Fred Mollin.
Edición: Barry Zetlin y Maureen O'Conell & Martin Jay Sadoff.
Maquillaje de efectos especiales: Magical Media Industries, Inc.
Efectos mecánicos: Image Engineering, Inc., coordinado con Lou Carlucci.
Productor: Iain Paterson
Productores asociados: Barbara Sachs.
Diseño de producción: Richard Lawrence.
Paramount Pictures para Friday Four, Inc.Production

Intérpretes:

Lar Park Lincoln : Tina Shephard,
Kevin Blair : Nick,
Susan Blu: Mrs. Amanda Shephard,
Terry Kiser: Dr. Crews,
Susan Jennifer Sullivan
Elizabeth Kaitan: Robin,
Jon Renfield: David.
Jeff Bennett : Eddie,
Heidi Kozak : Sandra,
Diana Barrows: Maddy,
Larry Cox : Russell,
Craig Thomas: Ben,
Diane Almeida: Kate,
Kane Jodder: Jason.

Film muy coral, como exige un relato cuyo único argumento se basa en un monstruo patético que se desplaza  con una katana en la mano por un bosque encantado, poblado de ninfas que se desnudan a la manor ocasión para satisfacer los anhelos sexuales de sus bellos y jóvenes efebos, aunque también corretea por esos parajes gente despistada que desprecia la maldición, desconociendo que  a Jason, junto con el cerebro,  se le debe haber derretido el pensamiento racional y sólo le queda el instinto para matar.

Sinopsis:

 Desde que el maníaco homicida Jason Voorhees quedó atrapado atado a  unas cadenas en el  fondo del lago Crystal, el campamento de verano más cercano no ha sufrido ningún altercado... ni asesinatos. Pero una de las campistas, Tina Shepherd, puede ver el futuro y hacer levitar objetos. Su médico conoce los peligros de la telequinesia, pero tiene más interés en aprovecharse de ella que en ayudarla. Y ahora es demasiado tarde. Sin querer, Tina ha liberado a Jason de su 'tumba' subaquática , y el baño de sangre está a punto de empezar... 


Comentario:

Se nos murió el género de tanto usarlo, como dice la canción. Ahora Jason Woorhees se pasea como un autómata descerebrado con una katana en la mano, liquidando  a todo aquel que tenga la mala suerte de cruzarse con él, sea adolescente en medio de un ejercicio sexual, o la madre del guardabosques . Si se trata  de una pareja primero suele morir él, que se ha separado unos metros con cualquier motivo insignificante, mientras ella le llama ansiosa sin saber la que le espera. Terminado su trabajo el monstruo sigue su camino, espada en ristre,  seguro, de que a pesar de la maldición de Cristal Lake y los parajes que le rodean, el bosque va a estar lleno de visitantes, que se adentran sin reparos para pasar rápidamente a manifestar el terror más absurdo ante cualquier murmullo apenas perceptible, como los que se producen en el interior de nuestras casas.

En esta ocasión se celebra un cumpleaños, en el que los jóvenes, libres de responsabilidades,  van a ejercer su legítimo derecho a divertirse en una casa justo al lado del antiguo domicilio en el que Tina Shephard, antigua campista, liquidó a su padre en el contexto de una agria discusión con su madre, descubriendo que tenía poderes telequinéticos, y no desvelamos nada pues este hecho se produce al comienzo del film. Tras el nuevo giro que dio el primer episodio de la nueva temporada, el relato y su puesta en escena han ido decayendo de tal forma que ya el escaso interés que resta depende de las cualidades de los o la sobreviviente para acabar con el 'muerto viviente'. Si cuando estaba vivo era imposible matarlo con heridas de gran consideración producidas por todo tipo de armas cortantes, ahora ya ni el fuego, en el que arden las almas en el infierno, le afecta lo más mínimo, y desde la entrega sexta, sólo hay una forma de neutralizarlo: inmovilizarlo en el fondo del lago en el que desapareció.

Incapaces de seguir el sendero que inició Danny Steinmann, más universal, en el que Jason no podía estar recluido para siempre en su microcosmos local, vengándose de monitores de campamento, la franquicia intenta enlazar de nuevo con sus orígenes, a los que se retrotrae en la secuencia inicial  al comienzo de la  saga y  acaba con las imágenes de la última escena de la sexta parte de la franquicia. Esta estructura está calcada de las series televisivas que comienza por donde acabó el capítulo anterior, para permitir  que los espectadores se enganchen a la historia. Pero el intento resulta fallido, pues agotado el tema del campamento, en el bosque confluyen personas con muy variados intereses, edades y coyunturas, a las que un monstruo incapaz de matizar y cada vez más deteriorado y repugnante, no en balde ha estado sumergido en el agua, muerto,  durante demasiado tiempo, ataca sin distinción. No importa donde reposen sus restos, siempre es pasto de las mismas larvas que asoman por los múltiples orificios de su piel, asqueroso pero moderado estilo splatter.


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