Crash. David Cronenberg
Ficha de identificación:
Título original: Crash.
País:
Año: 1996
Duración: : 95 minutos.
Equipo técnico-artístico:
Dirección: David Cronenbarg.
Guión: David Cronenberg, basado en la novela de J.G.Ballard.
Casting: Deirdre Bowen, C.D.C.
Director de Fotografía: Peter Suschitzky.
Música: Howard Shore.
Edición: Ronald Sanders.
Diseño de producción: Carol Spier.
Vestuario: Denise Cronenberg.
Productor: David Cronenberg.
Productores ejecutivos: Robert Lantos y Jeremy Thomas.
Co-productores: Stephane Reichel y Marilyn Stonehouse.
Co-productores ejecutivos: Andras Hamori y Chris Auty.
Vértice Cine, Alliance ommunications
Reparto:
James Spader:James Ballard
Holly Hunter: Helen Remington,
Elias Koteas Vaughan,
Deborah Kara Unger Catherine Ballard,
Rosanna Arquette: Gabrieññe.
Sinopsis:
James Ballard, un director cinematográfico, sufre una aparatosa colisión al volante de su vehículo que resulta casi fatal. Tras el suceso, comienza a descrubrir un oscuro universo de gente obsesionada con los accidentes de coche. Hastiado de su vida y de su matrimonio, Ballard se une a la Doctora Helen Remington en la exploración de ese mundo, del erotismo vinculado a los automóviles y de la violencia sexual que se libera en las colisiones. Su investigación les conduce a Vaughan. el líder de un grupo de entusiastas que recrea famoso accidentes automovilísticos.
Fernando Morales dijo en su día en el Diario El País que es un film que no admite términos medios: a Carlos Boyero le parece un tostón sobrevalorado, una estupidez violenta y pretenciosa: Miguel Angel Palomo del diario El País la considera, sin embargo una obra maestra . "De la intersección de los talentos de David Cronenberg y del novelista J.G.Ballard, dos individuos enamorados de la estética posindustrial y apasionados por la sociedad humana que habita en la víspera del Apocalipsis, surgió en 1996 Crash, un film de perversa poética, abiertamente sexual y perturbador, que levantó no poca controversia (Presentación DVD. Vértice). "Uno de los retratos más convincentes de las pulsiones irracionales de la sociedad industrial" (Fotogramas); "Obra maestra. Un acercamiento malsano y brutal a los abismos del ser humano ( El País).
Este extensa introducción nos ubica en el ámbito de una crítica no ya desigual, sino francamente confrontada. La sociedad contemporánea y posindustrial ha elevado el nivel material de la población desarrollada, pero ha creado un mundo distópico, lleno de amenazas y peligros que el hombre debe sublimar para poder salir de casa cada día. Ballard y Cronenberg, uno en la lengua escrita y otro en la audiovisual, muy explícita, crean una especie de amuleto contra los riesgos que encierra la conducción y la cantidad de muertos en las carreteras, la figura del síndrome de la psicopatología benévola, que consiste en convertir las lesiones que producen las colisiones de vehículos en elementos erotizantes, llegando en el desarrollo de su discurso a la bizarría y el esperpento. Un personaje, Vaughan (Elias Koteas), disfruta eróticamente, y contagia sus fantasías a un número de adictos cada vez más numeroso, reconstruyendo el accidente en el que murió James Dean, en su famoso coche Porsche Spyder 550, llamado Little Bastard; o aquel en el que se decapitó Jane Mansfield.
Las secuencias discurren in crescendo y cada vez se añaden elementos de mayor violencia visual y psicológica. Las persecuciones en las carreteras, los adelantamientos en tramos con linea continua, la conducción en dirección contraria, y un largo etcétera de elementos de provocación a los espectadores, dentro y fuera de la ficción que se representa en la pantalla .Cada uno espanta sus demonios como puede, y ésta es desde luego una forma muy curiosa de hacerlo.
Crítica:
Fernando Morales dijo en su día en el Diario El País que es un film que no admite términos medios: a Carlos Boyero le parece un tostón sobrevalorado, una estupidez violenta y pretenciosa: Miguel Angel Palomo del diario El País la considera, sin embargo una obra maestra . "De la intersección de los talentos de David Cronenberg y del novelista J.G.Ballard, dos individuos enamorados de la estética posindustrial y apasionados por la sociedad humana que habita en la víspera del Apocalipsis, surgió en 1996 Crash, un film de perversa poética, abiertamente sexual y perturbador, que levantó no poca controversia (Presentación DVD. Vértice). "Uno de los retratos más convincentes de las pulsiones irracionales de la sociedad industrial" (Fotogramas); "Obra maestra. Un acercamiento malsano y brutal a los abismos del ser humano ( El País).
Este extensa introducción nos ubica en el ámbito de una crítica no ya desigual, sino francamente confrontada. La sociedad contemporánea y posindustrial ha elevado el nivel material de la población desarrollada, pero ha creado un mundo distópico, lleno de amenazas y peligros que el hombre debe sublimar para poder salir de casa cada día. Ballard y Cronenberg, uno en la lengua escrita y otro en la audiovisual, muy explícita, crean una especie de amuleto contra los riesgos que encierra la conducción y la cantidad de muertos en las carreteras, la figura del síndrome de la psicopatología benévola, que consiste en convertir las lesiones que producen las colisiones de vehículos en elementos erotizantes, llegando en el desarrollo de su discurso a la bizarría y el esperpento. Un personaje, Vaughan (Elias Koteas), disfruta eróticamente, y contagia sus fantasías a un número de adictos cada vez más numeroso, reconstruyendo el accidente en el que murió James Dean, en su famoso coche Porsche Spyder 550, llamado Little Bastard; o aquel en el que se decapitó Jane Mansfield.
Las secuencias discurren in crescendo y cada vez se añaden elementos de mayor violencia visual y psicológica. Las persecuciones en las carreteras, los adelantamientos en tramos con linea continua, la conducción en dirección contraria, y un largo etcétera de elementos de provocación a los espectadores, dentro y fuera de la ficción que se representa en la pantalla .Cada uno espanta sus demonios como puede, y ésta es desde luego una forma muy curiosa de hacerlo.
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