Lars y una chica de verdad. Craig Gillispie




Ficha técnica:

Título original: Lars and the real girl.
País: Estados Unidos.
Año: 2007.
Duración: 106 minutos.
Dirección: Craig Gillespie.
Guión: Nancy Oliver.
Casting: David Rubin, C.S.A.  y Richard Hicks, C.S.A. ; casting adicional: Robin D. Coock, C.S.A.
Música:David Torn; Supervisor: Spring Aspers.
Montaje: Tatiana S. Riegel, A.C.E.
Dirección de Fotografía: Adam Kimmel.
Producción: Sidney Kimmel, John Cameron y  Sarah Aubrey. 
Productores ejecutivos: William Horberg y Bruce Toll.
Diseño de producción: Arv Grewal.
Vestuario: Kirston Mann.
Compañía productora: Sidney Kimmel Entertainment, MGM.
Intérpretes:

Ryan Gosling: Lars Lindstrom,
Emily Mortimer: Karin, cuñada ,
Paul Schneider:  Gus, hermano,
Kelly Garner: Margo,
Patricia Clarkson.: doctora Dagmar. 

 Sinopsis
Lars Lindstrom (Ryan Gosling)  es un joven pueblerino que arrastra una timidez patológica y un severo miedo al contacto físico y vive con su hermano ( Paul Schneider), y su cuñada, (Emily Mortimer), en una pequeña localidad . Pero nada prepara a su hermano y al resto de sus vecinos para la gran noticia: Lars ha encontrado novia,  una muñeca tamaño natural que ha encargado por Internet, Bianca,  que él exige sea tratada como una chica real. Alertados por una doctora (Patricia Clarkson), la familia y e pueblo entero deciden participar en su fantasía.

Premios: 
2007: Nominada al Oscar: Mejor guión original
2007: Nominada al Globo de Oro: Mejor actor de comedia o musical (Ryan Gosling)
2007: National Board of Review: Mejor guión original (Nancy Oliver)

Comentario:

Se ha querido ver en el film de Craig Gillispie un remake imposible de Tamaño natural de Luís García Berlanga, un film realizado en 1973, trasladando su imaginería cínica, retorcida y con muy mala intención a una sociedad norteamericana que no ha crecido, a una película indie para adolescentes descafeinados, que no podían entender los oscuros propósitos de la obra del español.

Berlanga construye  todo un alegato contra la cosificación de las mujeres, de principio a fin, abarcando todos los aspectos de la vida sexual y cotidiana, que incluyen a una madre que prefiere una nuera dócil con la que poder hablar mientras desmadeja un ovillo, le prueba sus vestidos de juventud y la convierte en su confidente. La mujer objetivada humilla a la esposa, que acepta compartir a su marido, y a la inversa, en un contexto de amor más o menos libre, porque no puede competir con alguien que no protesta, que recibe todo tipo de ultrajes en silencio y siempre está guapa y disponible, y que sobrevivirá a todas las contingencias imaginables, para entregarse a un nuevo amor. Nada puede hacer daño a esas muñecas sin fibra humana, siempre complacientes con los hombres.

El film de Gillispie, aunque incorpora algún gag en que hombres del pueblo comentan en voz alta las ventajas de compartir su vida con alguien que no habla, es mucho más sencilla e ingenua, e incluso hay quien ha querido ver en la muñeca ese amigo imaginario de los tímidos y solitarios, que adquiere suaves tonos sombríos por la presencia del objeto que representa a una mujer, de tamaño natural, tratado como si fuera un ser humano de verdad, merced a la compasión de todo un pueblo con la extravagancia de un pobre chico. Las visitas que recibe el personaje que interpreta Michel Piccoli responden a intereses mucho más perversos, ya sean los criados, los amigos, la esposa o la pobre secretaria. Una es calificada como película indie, la otra como film erótico.

 Lars Lindstrom (Ryan Goslin) crea situaciones muy bizarras, haciendo comulgar a familiares y vecinos con ruedas de molino, e incluso fuerza justificaciones ideológicas que obligan a los demás a aceptar con naturalidad una situación tan extravagante. En realidad es  otra vez la metáfora de la mujer objeto cosificada, y en esto sí conecta con la realización de Berlanga. Los demás hombres de la comunidad hacen explícita su fantasía de tener una mujer así, que no habla, ni protesta, que seduce incluso a las mujeres, en este caso a una doctora que simula someterla  a  tratamiento, frente a la dueña de la boutique de 'Tamaño natural', una mujer extravagante y sesentera que viste camisas transparentes sin sujetador. Por otra parte Lars es un joven sin habilidades sociales, incapacidad derivada de un relación traumática con el padre y abandonada por su hermano mayor tras la muerte de su madre, que sin embargo es visto por las mujeres como el hombre ideal, respetuoso y amable.

La paradoja se produce al chocar una situación delirante, tratada de forma lineal, con un modo de representación convencional, sin extravagancias,  estridencias ni salidas de tono.  Magnífica actuación de Ryan Goslin, que combina momentos de máxima ternura con otros de timidez y enajenación mental, que esconden su incapacidad de establecer una relación con una mujer de verdad.

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