Brian de Palma. Vestida para matar.
Ficha técnica:
Título original: Dressed to kill.
País: USA.
Año: 1980.
Duración: 100 minutos.
Guión y Dirección: Brian de Palma.
Edición: Jerry Greenberg.
Vestuario: Ann Roth.
Director artístico: Gary Weist.
Director de Fotografía: Ralf Bode.
Música: Pino Donaggi; dirección: Natale Massara.
Producción: George Litto.
Compañías:. MGM Trade Mark, Samuel Z,Arkoff, George Litto Production, Brian de Palma Film.
Intérpretes:
Robert Elliot: Michael Caine.
Kate Miller: Angie Dickinson.
Liz Blake: Nancy Allen.
Peter Muller: Keith Gordon.
Detective Marino: ennis Frank.
Doctor Levy: David Marguiles.
Warren Lockman: Ken Baker.
Sinopsis
Un terapeuta de moda en Manhattan, el Dr. Elliot, se enfrenta al momento
más terrible de su existencia cuando un psicópata ataca a sus clientes
femeninas, Kate Miller y Liz Blake ,con una navaja robada en su
consulta. Obsesionado con encontrar alasesino irá penetrando en un túnel
oscuro de obsesiones, perversiones y mentiras, donde las mas
inofensivas fantasias sexuales pueden convertirse en mortales
pesadillas.
Comentario.
Enfrentarse a un filme de Brian de Palma es siempre un reto, y más si se trata de una de sus mejores películas como Vestida para matar (Dressed to kill). La mujer es un tema central en casi todas sus películas (Carrie, Doble cuerpo, Femme Fatale...),
vista como objeto erótico, bajo la mirada de un voyeur, y sometida al
fetichismo, bien sea en forma de guante o ropa interior. Esta cinta nada
tiene que ver con la antigua, homónima, dirigida por Roy William Neill, y mucho con Alfred Hitchcock y especialmente Dario Argento en Profondo rosso.
La mujer aparece fragmentada, convertida en icono y objetivada, con gran brillantez en la primera parte del filme, protagonizada por Angie Dickinson en el papel de Kate Miller; hay dos escenas de ducha con amenaza de muerte: la que protagoniza Kate, una mujer madura a la que invade el deseo y sufre pesadillas en las que es forzada sexualmente y la de Liz, una joven prostituta, también acosada pero por un enemigo real a causa de su participación en la resolución de un crimen del que ha sido testigo. El tratamiento del personaje de Kate Miller es memorable: recorrida por la cámara, desnuda y masturbándose en la ducha, troceada, ante un marido indiferente; en el museo perseguida por una steadycam mientras busca obsesivamente a un hombre que la ha atraido; ya en el piso del amante ocasional, mientras se viste para volver a casa, la cámara la va objetivando y focalizando un objeto sin trascendencia para el filme: un teléfono, distrayendo la atención del espectador de los movimientos de la mujer mientras se viste y busca una prenda íntima, cuya ausencia nota con un gesto muy expresivo, captado por un primer plano, tomada de espaldas, mientras tantea con su mano la parte de su cuerpo, bajo la espalda, privada de la citada prenda.
Kate es una mujer madura, activa sexualmente, que acude al psicoanalista, porque no se resigna a una vida rutinaria y sin pasiones, pero en el camino se encontrará con las fantasías y frustraciones de otros, especialmente un transexual, a punto de dar el paso definitivo, que le impide su lado masculino: Elliot y Bobby. El segundo pide aprobación psiquiátrica para cambiar de sexo, pero Elliot se la niega, razón por la que si éste se excita ante una mujer, Bobby, se ve impulsado a matar este lado masculino, que obstaculiza su deseo de transformarse en una fémina. Esto le ocurre a Elliot con dos mujeres: Kate y Litz, y este hombre que incluye sexos opuestos en un mismo cuerpo se convierte en una trampa mortal. Casi al inicio de la película, una imagen del doctor ante un espejo da indicios muy evidentes de la resolución del caso.
Algunos ven en el film un homenaje a Psicosis, pero hay que añadir la influencia de Dario Argento en Profondo rosso y el giallo italiano, en esos impermeables oscuros que usa el asesino para matar y en la forma de cometer su crimen, con una navaja, en este caso de afeitar, rebanando el cuello. Otros cienastas han hecho homenajes a este film, como Quentin Tarantino en Kill Bill, cuando Daryl Hannah entra en la habitación de Black Mamba con intención de matarla, filmada mientras avanza de espaldas a la cámara, como la enfermera de Brian de Palma.
La mujer aparece fragmentada, convertida en icono y objetivada, con gran brillantez en la primera parte del filme, protagonizada por Angie Dickinson en el papel de Kate Miller; hay dos escenas de ducha con amenaza de muerte: la que protagoniza Kate, una mujer madura a la que invade el deseo y sufre pesadillas en las que es forzada sexualmente y la de Liz, una joven prostituta, también acosada pero por un enemigo real a causa de su participación en la resolución de un crimen del que ha sido testigo. El tratamiento del personaje de Kate Miller es memorable: recorrida por la cámara, desnuda y masturbándose en la ducha, troceada, ante un marido indiferente; en el museo perseguida por una steadycam mientras busca obsesivamente a un hombre que la ha atraido; ya en el piso del amante ocasional, mientras se viste para volver a casa, la cámara la va objetivando y focalizando un objeto sin trascendencia para el filme: un teléfono, distrayendo la atención del espectador de los movimientos de la mujer mientras se viste y busca una prenda íntima, cuya ausencia nota con un gesto muy expresivo, captado por un primer plano, tomada de espaldas, mientras tantea con su mano la parte de su cuerpo, bajo la espalda, privada de la citada prenda.
Kate es una mujer madura, activa sexualmente, que acude al psicoanalista, porque no se resigna a una vida rutinaria y sin pasiones, pero en el camino se encontrará con las fantasías y frustraciones de otros, especialmente un transexual, a punto de dar el paso definitivo, que le impide su lado masculino: Elliot y Bobby. El segundo pide aprobación psiquiátrica para cambiar de sexo, pero Elliot se la niega, razón por la que si éste se excita ante una mujer, Bobby, se ve impulsado a matar este lado masculino, que obstaculiza su deseo de transformarse en una fémina. Esto le ocurre a Elliot con dos mujeres: Kate y Litz, y este hombre que incluye sexos opuestos en un mismo cuerpo se convierte en una trampa mortal. Casi al inicio de la película, una imagen del doctor ante un espejo da indicios muy evidentes de la resolución del caso.
Algunos ven en el film un homenaje a Psicosis, pero hay que añadir la influencia de Dario Argento en Profondo rosso y el giallo italiano, en esos impermeables oscuros que usa el asesino para matar y en la forma de cometer su crimen, con una navaja, en este caso de afeitar, rebanando el cuello. Otros cienastas han hecho homenajes a este film, como Quentin Tarantino en Kill Bill, cuando Daryl Hannah entra en la habitación de Black Mamba con intención de matarla, filmada mientras avanza de espaldas a la cámara, como la enfermera de Brian de Palma.
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