John Huston. Moulin Rouge









Ficha técnica:
Título original: Moulin Rouge.
País: Estados Unidos.
Año: 1952.
Duración: 123 mintos.
Dirección: John Huston.
Guión: John Huston, Anthony Weiller, basado en la novela de Pierre La Mure.
Dirección de Fotografía: Oswald Morris. Color en technicolor.
Música original: Georges Auric.
Director artístico: Paul Sheriff.
Montaje: Ralph Kemplen.
Productor: John Huston.
Productor asociado: Jack Clayton.
Productor manager: Leigh Aman.
Vestuario: Schiaparelli, Julia Squire, Marcel Vertès.
Romulus Film; Distribución:  United Artists Coporation,  Manga Films

Intérpretes:
José Ferrer: Henri de Tolouse-Lautrec.
Zsa Zsa Gabor: Jane Avril,
Suzanne Flon: Myriamme Hirman.
Claude  Nollier: Condesa de  Tolouse-Lautrec.
Katherine Kath: La Goulue, artista del Moulin Rouge.
Muriel Smith: Aicha, artista Moulin Rouge.
Mary Clare: Madame Loubet, casera de Henri,
Walter Crisham: Valentin Dessosse, artista Moulin Rouge.
Lee Montague: Maurice Joyant,
Jim Gérald: Pere Costelle,
Georges Lannes: Policía Sgt. Patou.
Harold Kasket: Zilder.
Mauree Swanson: Denise de Frontiac.
Premios (Filmaffinity):
1952: 2 Oscars: Direcc. artíst. color, vestuario color. 7 nominaciones, incluy. mejor película 
1953: Festival de Venecia: León de Plata

Sinopsis:
Toulouse-Lautrec, el artista tullido, encuentra olvido y amistad entre los artistas del Moulin Rouge. Dejando el vistoso salón de baile, deambula por las calles de Montmartre, recordando el accidente de infancia  que lo convirtió en un tullido- un hombre con piernas de niño. Recuerda  su primer  amor y sus crueles palabras:  "ninguna chica se casará contigo, nunca".  Cuando se encuentra a Marie, una joven necesitada de ayuda, él busca su amistad, Marie le convence para que la lleve a su casa, y pronto él tiene mujer por primera vez, pero su relación es turbulenta y  descubre pronto que sólo quiere su dinero. Pretende acabar con su vida, pero  su arte le basta para seguir viviendo.
Comentario.

John Huston, el enfant terrible de la Generación Perdida norteamericana de posguerra, el autor de La noche  de la iguana , realiza un biopic muy particular sobre Henry Toulouse-Lautrec, un artista  de la Sociedad de Pintores  Independientes de París,  que debía resultar atractivo para una mente determinista como la del cineasta  norteamericano  y  que se inclinaba  por personajes nada positivos, realizando una obra concebida como una historia de amor, que se concreta en un homenaje al pintor. (J.M.Caparrós Lera. Breve Historia del Cine Americano. De Edison a Spielberg).


Sus texturas de  vivas tonalidades  y filtrados en colores puros, reproducen el mundo de transición de un noble, el Conde Henri de Toulouse-Lautrec,  en decadencia , El pintor es el primer miembro de su casta que trabaja y se codea con  los que están revolucionando el mundo del arte, que sufre la terrible competencia del nacimiento del  dagerrotipo y la fotografía, como Van Gogh, Gauguin, Manet, Cezanne y otros, que pintaban al aire libre, y cuyo objetivo era crear una nueva realidad basada en la naturaleza y en la impresión visual óptica, no imitarla. Pero Toulouse, a diferencia de estos grandes artistas, era un pintor urbano  de los bajos fondos, el cronista del Moulin Rouge. El contacto con este mundo marginal, le puso en contacto con Marie Charlet, una cruel y despectiva mujer que esquilmaba  al pintor tullido para  mimar a su bello chulo, pero que tuvo la virtud de darle  conocer  la libertad, la falta de prejuicios y de aspiraciones de los  que están más bajos en la escala social.

Huston nos da una visión  negativa, acomplejada, resentida y  en ocasiones sórdida y  atrabiliaria del personaje,  cuyo destino fatal estaba  determinado desde la cuna, es decir, desde que sus padres  decidieron casarse siendo primos hermanos. ¿Fue su minusvalía la que lo inspiró y lo convirtió en un gran genio? Como ahora, los hombres de principios del siglo XX vivieron  una época de grades cambios que acabaron con una época y dieron comienzo a la modernidad. Él retrató ese momento en el emblemático cabaret del Moulin Rouge, e hizo famosos a sus bailarinas, especialmente a la Goulue, y fue el primer artista vivo  del que  el Museo de El Louvre  adquirió obra y formó parte de las colecciones de sus salas.

Pero Huston quiso fijarse en el hombre, rico de nacimiento, pero al que su deformación física empujo al mundo de la marginación, en el que muchos le dieron afecto, respeto y consideración, y otros abusaron de sus necesidades de amar; el desengaño le impidió ver el verdadero amor cuando lo encontró y acabó por cumplir los augurios de su destino fatal. Buen trabajo de José Ferrer.
 
 
 

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