La luna del desierto. Kevin Dowling.

 

Ficha técnica:

Título original: .Mojave Moon.

País:  Estado Unidos.

Año: 1996.

Guión: Leonard Glasser.

Duración:  95 minuos.

Dirección: Kevin Dowling.

Casing: Heidi Levitt, Kim Orchen, Mary Vernieu.

Director de  Fotogrfía: James Glennon.

Música: score: Johnny Caruso;  supervisor: Randy Nicklaus. Música adicional: Craig Stuart Garfinkle.

Edición: Susan Crutcher.

Productor: Matt Salinger. 

Productor durante el rodaje: Elyse Katz.

Productores ejecutivos: Michael Sayles, Kevin Dowling, Cindy Cowan

Diseño de producción: Charles Dwight Lee.

Vestuario: Tim Chappel.

New Moon Productions, Matt Salinger Production

Intérpretes:

Danny Aiello: Al,

Anne Archer: Julie,

Alfred Molina: Sal,

Michael Biehn: Boyd,

Jack Noseworthy: Kaiser,

Angelina Jolie: Ellie,

Zack Norman: Terry.

Sinopsis:

La aburrida vida de Al está a  punto de cambiar. Después de un rutinario día de trabajo, se  dirige en su Lincoln a la cafetería de siempre para hablar con su amigo Sal. Cuando Ellie entra en el local, Al, cuya debilidad son las mujeres uapas, se fija inmediatamente en ella y entablan conversación. Al la acompaña a la caravana que comparte con su madre, Julie, y su degenerado novio, quedándose prendado de la mujer, bajo el influjo de la luna.

Comentario:

La  luna del desierto  es una comedia romántica inverosímil y sin emoción, especialmente porque la mujer, causante del embrujo masculino,  espanta por su cursileria y afectación, y tiene una seria competidora en la hija, una Angelina Jolie muy joven y provocativa. Las dos mujeres tienen a su vez unos compañeros primitivos y violentos que involucran a Al, (Danny Aiello),  en unos acontecimientos violentos muy enrevesados.

Julie, (Anne Archer), es una chalada, una débil mental, superada con mucho  por  su hija Ellie, (Angeline Jolie), cuyo novio, un motero de larga melena rubia, ha aparecido muerto en el  maletero del coche de Al, un Lincoln del que se siente muy orgulloso.  Lo más notable del film es que no da miedo, ni risa, ni produce emoción; Kevin Dowling consigue algo muy difícil: un film totalmente plano, cuyo único interés para alguno reside en  el atractivo de la joven Angelina, muy ligera de ropa y en actitud muy provocativa. Sólo la última secuencia produce algo de tensión en el espectador.