Relaciones confidenciales. Dan Algrant.







Ficha técnica:

Título original: PPeople I Know.
País: Estados Unidos.
Año:  2003
Duración:  95 minutos
Dirección: Dan Algrant.
Guión: Jon Robin Baitz.
Casting: Juliet Taylor, Laura Rosenthal y Ali Farrell.
Director de Fotografía: Peter Deming, A.S.C.
Música Terence Blanchard;  Supervisores: Robin Urdang y Chris Violette. 
Productor: Michael Nozik, Leslie  Urdang, Karen Tenkhoff.
Diseño de producción: Michael Shaw.
Co-Productor: Nellie Nugiel.
Productor ejecutivo: Robert Redford; KKirk D'Amico, Philip Von Alvensleben.
Edición: Suzy Elmiger.
Vestuario: David Robinson.
Myriad Pictures, South Fork Pictures Production, Galena/reene Street Films, Chal Productions, In-Motion Ag and WMF V


Intérpretes:

Al Pacino: Eli Wurman,
Kim Basinger: Victoria Gray,
Ryan O'Neal: Cary Launer,
Téa Leoni: Jilli Hopper,
Richard Schiff: Elliot Sharansky,
Bill Nunn: Reverendo Lyle Blunt,
Robert Klein: Dr. Sandy Napier,
Mark Webber: Ross,
Eldon Bullock, Juliet Papa, Ramsey Faragallah..

Sinopsis:

Eli Wurman (Al Pacino), legendario relaciones públicas neoyorquino,  cuyos días de gloria se remontan a varios años atrás, se halla actualmente perdido en un marasmo de prensa rosa, celebridades y política. Su afición a mezclar alcohol y barbitúricos tiene a  Wurman con su instinto y sus sentidos muy adormecidos, pero ningún remedio temporal logra quitarle la triste sensación de que ha llevado una existencia superficial. Eli se verá involucrado en una tupida red  de conspiraciones políticas y asesinatos, dirigida, desde la sombra, por poderosas personalidadesn de la ciudad.

Comentario:

'Relaciones confidenciales es un película de bajo presupuesto, que retrata un estilo de vida, los bajos fondos  de  Hollywood, el mar de drogas y prostitución en el que nada la gente  del cine, un mundo en el que conviven los jóvenes actores en busca de una oportunidad hasta los galardonados con el Oscar,  los  empleados de todas las caqtegorías, los productores, grandes magnates judíos, lobbys, etc. que se relacionan  con las estrellas para obtener publicidad para sus causas. Este universo  constituye el núcleo de esta  historia  protagonizada por Al Pacino, en el papel de Eli Wurman, el encargado de las relaciones públicas de actores de éxito como Cary Launer (Ryan O'Neal).

El film supone, pues,  una denuncia muy dura de la corrupción de estos  hombres de negocios y los lobbys de judios, negros o empresarios, que controlan la vida de los ciudadanos, su inmersión en el mundo de la alta prostitución y las drogas, cuya sordidez está  representada por  el personaje de Al Pacino, normalmente obnubilado por el alcohol y las drogas e incapaz de pensar con lucidez y la amenaza que representa para vidas teóricamente honorables  la posibilidad de que alguna de estas mujeres obtengan filmaciones de  sus relaciones sexuales con estos hombres, que acaban en páginas web que truncan sus carreras.

En la base de todo está la lucha por el poder y  el dinero, que alcanza su punto álgido en la secuencia en el emblemático restaurante Palm de New York, en el que se pintan las caricaturas de los famosos, y en el que se produce un enfrentamiento entre el judio y el reverendo negro, un debate sobre quién ha sufrido una tragedia mayor y sobre quien tiene el copyright de la tragedia. Una mascarada publicitaria, una farsa para salir en los periódicos, en el que todos juegan a retarse y comprobar su fuerza, aunque sea a costa de la tragedia de tres jóvenes. Todo el glmour de la meca del cine se ha esfumdo. La película termina dándole la vuelta al plano y colocando los edificios al revés. ¿Una metáfora de la realidad hollywoodiense?

La basura está latente y sólo de vez en cuando, cuando amenaza con aparecer en la superficie, exige una víctima propiciatoria, que suele ser el que coyunturalmente presenta el frente más débil. El  universo del cine, que algunos aprovechan como plataforma para lanzarse a la política, como Ronald Reagan o Arnol Swarzeneger,  no puede permitir que nadie arruine sus expectativas, y sólo si alguien está ya muy tarado es incapaz de entenderlo con claridad. Eli, incapaz de romper con su pasado,  le dice a un joven que intenta hacerse un hueco en el mundo del cine,  el espectáculo y la moda que "cualquiera de los triunfadores que le deslumbran son dioses de la muerte y lo peor de este mundo es saber demasiado; te  conviene seguir siendo ingenuo."


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