Scott Kalvert. Diario de un rebelde






Leonardo DiCaprio empezó su carrera muy joven, con papeles espectaculares,como en ¿Quién ama a Gilbert Grapes?, Diario de un rebelde, Romeo y Julieta o Vidas al límite, y al mismo tiempo, sin ser responsable de ello, era portador de un físico que le convertía en el erómeno del siglo XX, que siempre encuentra un erastés dispuesto a corromperlo. Con el tiempo se ha convertido en un actor solvente y un mito de nuestro tiempo; la madurez le ha sentado bien.

Scott Kalvent realiza un biopic sobre Jim Carroll, conocido poeta, músico y autor de The Basketball Diaries, un retrato de un joven adolescente de los suburbios americanos, educado en colegios religiosos entendidos como una vacuna contra la delincuencia. Pero no hay vacunas contra la pobreza, y las aspiraciones de redención se estrellan contra una sociedad que los margina. La situación se agrava en el caso de jóvenes agraciados con un buen físico, que caen fatalmente en la prostitución, de la que obtienen los recursos para financiar su adicción.
Jim es un joven que se desarrolla en una familia monoparental, al cuidado únicamente de su madre y es educado en un colegio católico, en el que un profesor, el padre McNulty, disfruta pegándole. Su habitación está decorada con imágenes de santos y crucifijos. A edad temprana conoce de cerca la muerte en la peresona de un amigo de 16 años. El medio opresor en el que se desarrolla produce efectos contrarios a los deseados: abuso por parte de los adultos que intentan corromperlos, (mujer rica, entrenador, el propio cura, que lo confiesa y no lo absuelve...); introducción en el mundo de las drogas, pequeños robos...Su vida transcurre al borde de un precipicio.







En los momentos de lucidez escribe su diario. En los estados de alucinación desinhibe sus represiones e imagina su venganza contra la iglesia que lo oprime. Jim Carroll retrata a los jóvenes, educados en el cristianismo, buscando la salvación en la religión, pero su dios les defrauda, e incluso el olor del incienso les estimula el consumo. La frágil madre pide constantemente a Dios que ayude a su hijo, al que ha echado de casa, pero éste parece sordo. La Iglesia como educadora queda muy malparada.

El film recibió la mejor crítica. Honesta, con sentido de la medida y excelentes interpretaciones (Cinemanía); (...) un títánico DiCaprio, sencillamente inmenso (Luís Martínes. Diario El País)...

Recuperado, tras sufrir todo tipo de humillaciones y violaciones, presenta su diario en público, en el que clasifica a los drogadictos y denuncia a la sociedad hipócrita que los alimenta, con un discurso acusador delante de las cámaras, en el que apela a la conciencia del espectador:

Tenlo en cuenta hay varios tipos de consumidores de drogas. Tienes al rico estirado que se coloca de vez en cuando y siempre tiene suficiente dinero para largarse a La Riviera, si cree que está en un punto peligroso. Los yonkis odian a estos gilipollas. Son unos estúpidos, pero su dinero los hace tolerables. O los pijos universitarios de clase media alta. Más o menos son como nosotros, tan sólo sirven para que sus papaítos abran los ojos ante esta lacra social y así presionar al gobierno para que haga algo. Y los chicos de la calle se fastidian siendo jóvenes, sobre los 18 años. Todos lo tenemos controlado, no iremos hacia la cuneta. Raramente sale bien. Yo soy la prueba, pero al final tienes que ir a comprar drogas de 9 a 5 y las horas se inclinan cada vez más hacia las sombras.

No se trata de un dscurso aleccionador ni dogmático, sino de una llamada de socorro a la sociedad para que no desatienda a estos jóvenes.


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