Spring Breakers. Harmony Korine.





Ficha técnica:

Título original: Spring breakers.
País: Estados Unidos.
Año: 2012.
Duración: 92 minutos.
Guión y Dirección : Harmony Korine.
Diseño de Fotografía: Benoît Debie.
Música: Cliff Martínez.
Montaje: Douglas Crise.
Vestuario: Heidi Bivens.
Productores: Charles-Marie Anthonioz., Jordan Gertner, Chris Hanley y David Zander.
Compañías:  Muse Productions, División Films, Radar Pictures, MJZ, Iconoclast O'Salvation.





Intérpretes:

James Franco: Alien,
Selena Gómez:Fath,
Vanessa Hudgens: Candy,
Ashley Benson: Brit,
Rachel Korine: Cotty,
Heather Morris: Bess,
Ashley Lendzion: Forest,
Cait Taylor: Tiffany,
Emma Holzer: Heather,
Josh Randall: Jock.






Sinopsis:

Cuatro atractivas estudiantes planean reunir dinero para el viaje de vacaciones de primavera atracando un puesto de comida rápida. Pero eso es solo el principio. Durante una noche de fiesta, las chicas son arrestadas con cargos por drogas. Con resaca y vestidas solo con sus bikinis, comparecen ante un juez, pero son liberadas inesperadamente por Alien, un infame matón local que las toma bajo su ala y las lleva a la vacaciones de primavera más salvaje de la historia. Duro por fuera, pero con un lado amable, Alien se gana el corazón de las chicas, y las llevará en un viaje que nunca olvidarán.

Críticas y Comentario:

Aficionado desde pequeño al cine de Fassbinder. Godard o Herzog, el director independiente, generalmente acompañado de la polémica, realizador  de Gummo, 1997, y  Jlien Donkey Boy (integrada en el  manifiesto Dogma 95) , 1999, irrumpe de nuevo en las pantallas con Spring Breakers, " una deconstrucción perversa y brillante del mundo de Disney mezclado con  la clásica  visión fantasmal de la América hipermoderna propia del director, que se convierte en una experiencia sensorial  sin precedentes y un cambio radical en la percepción mediática de su director, agotado en su búsqueda 'neounderground' después de Trash Humpers (2009)".(Ángel Sala. Natural Sex Killers. Dirigido por...Marzo 2013, págs 34-35).

Están ocurriendo y van a ocurrir muchas cosas que no se saben interpretar ni desde los sectores conservadores, empeñados en volver a esquemas culturales y sociales del siglo XIX, ni por la bienpensante progresía, asustada antes los efectos que pueda tener en la juventud el gusto por lo políticamente incorrecto, ni, incluso por las generaciones a las que se dirige el producto, atrapadas en una crisis económica y de valores a las que  la pretendida desacralización de ciertos iconos de la factoría Disney, en ese afán de deconstrucción, puede dejar indiferentes; los intentos de producir extrañeza que incite a la reflexión puede, sin embargo, provocar  un efecto contrario al pretendido. La elección de actrices como Selena Gómez, Vanessa Hudgens y Ashley Benson, estrellas juveniles, algunas con raíces de la Factoría Disney, y  su conversión  en cuatro provocadoras adolescentes dispuestas a romper con todas las normas sociales en Florida, inmersas en un universo de sexo, drogas, música y violencia, cayendo incluso en el submundo de la violencia en Miami, en manos de un mentor/corruptor, Alien (James Franco), puede provocar extrañeza y escándalo en sectores culturales  que han creado su propio orgánico intelectual colectivo, con sus propias claves interpretativas de la realidad, pero no tanto a quien se halla en su medio cultural, que forma parte de su ADN. Se habla muchas veces del fallo en las políticas de comunicación, pero parece que no se sabe bien de qué se trata o dónde reside el error.

La crisis ha traído consigo un rechazo de todo lo viejo, un mundo que  llevaba implícito cierto nivel de seguridad en el trabajo, funcionarial o , y  en el llamado welfare o estado del bienestar. Ese mundo se está haciendo añicos, y los jóvenes ya no tienen nada seguro;  las reformas laborales consecutivas están acabando con la posibilidad de desarrollar un trabajo creativo en un empleo que dure lo suficiente para lograr su implicación en un proyecto. Pero este cambio se produce en un momento en que los jóvenes están mejor formados para dirigir la nueva  sociedad tecnológica, dominan los medios y están integradas en redes sociales capaces de mover información en minutos por todo el mundo. ¿Hasta qué punto les escandalizan unas jóvenes , por muy hijas de Disney que sean ? Estoy de acuerdo en que puede ser una película revolucionaria, especialmente para  el realizador, un joven de 39 años, que  pertenece  a la que se da en llamar generación perdida, que  no asimila semejante epíteto, pero es dudoso que el film pueda significar un 'camino asfaltado'  para la única vía de reflexión   sobre  las tipologías sociales y contextuales que nos envuelven (Ángel Sala) .  Algo está sucediendo que supera la capacidad de cualquiera de  analizarlo con corrección y que poco o nada tiene que ver con los prototipos  culturales conservadores que ofrecía y aún ofrece Disney, con excepciones notables, cuya violación provocó  el gozo de quienes hace unos años buscaban escandalizar a  sus mayores. La actual marea, no exenta de populismo, lo arrasa todo.

La música de la MTV es otro de los iconos que está dispuesto a utilizar Korine, y que Almudena Muñoz interpreta a su modo: " (...)  no adopta la acomodaticia postura de un distanciamiento burlesco o despreciativo sobre el material que trata; su empeño en recorrer con interés constante lo que de entrada carece de todo contenido e interés se convierte en un ejercicio refrescante e hipnótico, alineado con cierto afán por rebuscar lo mítico en manifestaciones culturales de baja alcurnia que, a pesar de todo, ya forman parte del ADN identificativo del audiovisual occidental de nuevo milenio." (La Butaca.net). Manifestaciones culturales integradas todas ellas en el imaginario colectivo de las generaciones que van a llevar a cabo, para bien o para mal, una renovación definitiva de la sociedad, marcada de momento por la negatividad destructiva, que deberán sustituir irremediablemente por un  proyecto dee producción de bienestar global.

Cliff Martínez tiene un papel preponderante en la creación de la BSO. Tiene a sus espaldas una larga trayectoria que se ha materializado en trabajos muy personales en Solaris (Steven Sorderbegh, 2007), Drive (Nicholas  Winding-Refn, 2011), Contagio (Steven Sorderbegh, 2011), colaborando con  Skillex, el rey del dubstep, un tipo de música electrónica de baile nacida en Inglaterra, que últimamente ha trabajado en la BSO de  ¡Rompe Ralph!.

La prensa conservadora norteamericana ha recibido el primer film mainstream del  provocativo realizador  con entusiasmo, ( otra oveja que vuelve al redil), que podría ser objeto de otro análisis deconstructivo. David Rooney (The Hollywood Reporter) ve con claridad lo que significa: "Una risotada porno-pulp sobre el escarnio al Sueño Americano,  con  un hipnótico estilo visual, aunque  demasiado monótona y vacía para resultar verdaderamente provocativa"





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