The Collector. Marcus Dunstan.








Ficha técnica:


Título original: The Collector.
País: Estados Unidos.
Año: 2009.
Duración:  88 minutos.
Dirección: Marcus Dunstan.
Guión: Patrick Melton y Marcus Dunstan.
Director de Fotografía: Brandon Cox.
Música: Jerome Dillon; supervisor: Tricia Holloway.
Edición: Alex Luna, James Mastracco, Howard Smith, A.C.E.
Casting: Monika Mikkelsen, CSA.
Vestuario: Ashlyn Angel.
Efectos especiales de maquillaje: Gary J. Tunnicliffe.
Supervisor efectos visuales: David Karlak.
Producción: Julie Richardson.
Co-Productores: Michael Gozzard, Ben Weiss. Christopher Lockhart, Courtney Moorehead Balaker.
Productor durante el rodaje: Ronald Cosmo Vecchiarelli.
Productores ejecutivos: Mickey Liddell y Jennifer Hilton.
Diseño de producción: Ermanno Di Febo-Orsini.
Vestuario: Ashlyn Angel.
Liddell Entertainment, Fortress Features Production con Neo Art & Logic, Inc. Distribuidora: Lauren Films.

Intérpretes:

 Josh Stewart: Arkin,
 Michael Reilly Burke: Michael Chase,
 Andrea Roth: Victoria Chase,
 Juan Fernández: The collector,
 Karley Scott Collins: Hannah Chase,
 Madeline Zima: Jill Chase,
 William Prael: Larry Wharton,
 Diane Ayala Goldner: Gena Wharton,
 Daniella Alonso: Lisa,
 Haley Pullos: Cindy,
 Robert Wisdom: Roy,
 Alex Feldman : Chad.


Sinopsis:


Para el manitas y ex timador Arkin, un hogar tranquilo y una familia de vacaciones es una “oportunidad”. En el interior de una casa hay una caja fuerte con joyas y dentro de la caja hay una rara gema, su única esperanza para pagar la deuda de su ex esposa y mantener intacto lo que queda de su familia. Pero desgraciadamente para él, dentro de esa casa hay un psicópata, un experto torturador que se está ensañando con la familia residente. Mientras avanzan los segundos hacia la medianoche, Arkin se convierte en un héroe reacio atrapado por un enmascarado “coleccionista” en un laberinto letal.

Comentario:

Dirigido por uno de los guionistas de Feast y de la saga Saw, debuta en el cine con su opera prima The collector , un film inverosímil y muy radical en su planteamiento visual. Una familia adinerada construye su propia  trampa mortal, bloqueando los accesos con cierres de puertas electrónicos y centralizados, que sólo puede abrir y cerrar quien conoce la combinación, y enrejando las puertas de la planta baja. El trabajador que realiza estas instalaciones se deja una puerta abierta para  pertrechar un robo en el interior del domicilio, botín con el que poder pagar las deudas a los usureros, acreedores de su mujer.

Pero Dunstan y Patrick Melton realizan un guión incomprensible e irreal.  Una vez en el interior de la casa, que se supone vacía, ya que sus ocupantes han iniciado sus vacaciones tras blindar su domicilio, y tras notar que alguien deambula por el hogar cuando casi tiene ya abierta la caja fuerte, desciende por las escaleras y se encuentra la planta baja totalmente minada por trampas de lo más sofisticadas, que establecen conexiones entre lámparas, pomos de puertas, materias inflamables y pegamento en el suelo, clavos inmensos en las escaleras, cuchillos, hachas y otros elementos cortantes que constituyen mecanismos que se activan con tan solo pisar o tropezar con un ligero hilo. Lo curioso es que nada de esto estaba unos minutos antes cuando el ladrón accede a la vivienda, ni la tarde anterior cuando instalaba elementos de seguridad.

¿Quién es el  psicópata asesino?  Un exterminador de insectos, que también accede al interior de la casa y crea  unas trampas imposibles de sortear, al parecer sólo para salir, pero no para entrar, de manera que el ladrón que accede sin problemas a su interior y llega hasta su objetivo, la caja fuerte, cuando intenta escapar se encuentra con unas dificultades imposibles de sortear, convirtiéndose en el héroe de una familia atrapada en su propio hogar. El  exterminador, que recuerda demasiado a Jason de la saga Viernes 13, un autómata cuyo objetivo es aniquilar todo lo que se mueve, descuartizarlo  y experimentar  las peores formas de matar, 'salva' y se lleva consigo a una de sus victimas, que traslada en el interior de una caja. Director y guionista no se preocupan de dar sentido a esta cuestión, con cuyas imágenes se abre y se cierra el film.
 
"Como toda nueva tendencia del género, la aparición de la saga “Saw” en el año 2004 y la de la saga “Hostel” al año siguiente, marcó una nueva vía de explotación del terror —el torture porn, o pornografía de la tortura— que, con el paso del tiempo, ha generado productos aledaños o, directamente, subproductos en los que últimamente es fácil reconocer el agotamiento de ésta." (The collector: El sótano del torture porn". Jordi Revert. La Butaca.net).



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