Woody Alen. Alice







Ficha técnica:

Título versión original: Alice
Año:1990
Duración: 100 minutos.
País: EE.UU.
Guión y Dirección: Woody Allen.
Producción: Jack Rollins y Charles H. Joffe.
Diseño de producción: Santo Loquasto.
Míusica: selección del autor.
Fotografía: Carlo Di Palma
Productora: Orion. Columbia.

Ficha artística:

Reparto: Mia Farrow, William Hurt, Alec Baldwin, Caroline Aaron, Blythe Danner, Judy Davis, Joe Mantegna, Bernadette Peters, Cybill Shepherd, Patrick O'Neal, Lisa Marie

En 1990 fue nominada al Oscar al mejor guión original

Sinopsis:

Alice es un cuento lleno de fantasía sobre una chica de la alta sociedad de New York quien de manera torpe se dirige al encuentro del amor, el conocimiento y...el acupuntor adecuado, que se va deslizando desde la realidad al ensueño y desde la memoria a la magia, revelando la intrincada e insondable unidad de los vínculos humanos. Alice Tate (Mia Farrow) ha dejado de despertar el interés de su rico marido, y su conciencia, en su día enérgica se ha ido debilitando con el tiempo , Se enamora de manera inesperada de un músico muy atractivo, Joe Mantegna; asustada acude a la destartalada consulta de un acupuntor chino que le receta unas hierbas que le permiten volverse invisible y espiar así a su infiel marido. Ante el dilema de elegir entre la vida de escapismo que ha llevado o lo que más valora, una vida de responsabilidad, al final, Alice, se siente rejuvenecida con el hecho de ser una buena madre (Eric Lax).

Comentario:

Para encarnar el papel protagonista Allen eligió a su propia esposa, a la que conoció en una fiesta organizada por Polanski en California, una mujer vanguardista, tradicionalista, frágil, fuerte, ambiciosa, espiritual, supersticiosa, práctica, sensitiva, contradictoria...(Mia Farrow. Jonio González). Alice es una joven educada en un colegio religioso católico, El sagrado corazón, que le ha dejado una impronta difícil de borrar y la ha convertido en una mujer pánfila, Doña Melindres, como la llaman sus amigas, y admiradora de la madre Teresa de Calcuta. La esposa perfecta, que asegura la tranquilidad a un marido, que a cambio puede entregarse a sus pasiones extramatrimoniales, y la fantasía sexual de los hombres que consideran que no hay nada más sexy que una católica caída. La mujer que necesita sentirse segura y busca una guardería para su hijo adecuada para el futuro ingreso en una Universidad exclusiva.

El film, en el verbo de Woody Allen, es una reflexión sobre la memoria, la magia, el matrimonio, las fantasías, el tedio y las singularidades de la atracción. Pero especialmente le interesa retratar a una mujer rica del Upper East Side, una de las zonas más lujosas de Manhattan, que llevan a sus hijos a la misma guardería a la que él llevaba al suyo, en zapatillas de deporte y chándal, enfundadas en sus abrigos de visón o de marta de Blackglama, apariencias que molestan a la gente, pero que al talante cínico del autor le parecen 'entrañables'. De hecho Mia no abandona su abrigo bajo ningún pretexto. Estas mujeres ociosas necesitan en su vida cotidiana ejércitos de masajistas, curanderos chinos,dietistas, peluqueras, maquilladoras...

En el desenlance Allen es honesto. Mía enfrentada a su destino, y con una pócima que permite enamorar de nuevo a uno de los demás hombres de su vida, enfrentada a sus fantasmas (un padre dominante y una madre alcohólica), opta por emprender el viaje sola con sus hijos. Una mujer católica como ella tiene el destino claro: viajar a la India, trabajar un tiempo con la Madre Teresa de Calcuta, volver a New York e integrarse en una sociedad benéfica para ayudar cristianamente a los desfavorecidos de la fortuna, sóla, con sus hijos, llevando una vida modesta en la que realiza las tareas del hogar, como muchas otras mujeres, sin ayuda externa. Su hermana perdió la fe con el primer anticonceptivo, en ella el dogma religioso de las monjas caló profundamente. No podía haber otro final más coherente.

A pesar de esta mirada cínica que Allen proyecta sobre Alice, la trata con cariño, entrañablemente, y son muy divertidos los gags mágicos en los que se hace invisible y en los que la frontera entre la realidad y la irrealidad se diluyen. La magia, el teatro y el cine son sus referentes, lugares en los que la consciencia de las palabras se convierte en externa y expresiva, frente a la novela en la que es interna e inexpresiva. El momento en el que se adentra con mayor intensidad en lo absurdo e inverosímil es cuando Alice y Joe cogen un taxi siendo invisibles; Joe comenta: "Los taxistas de New York no se asombran de nada".


En la trilogía europea, especialmente en Scoop, retomará este lado mágico de su obra. Su último film Midnight in Paris es una nueva joya, regalada a la imaginación del espectador.





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