Woody Allen. Toma el dinero y corre

Ficha técnica:

País: EE.UU.
Año: 1969
Dirección: Woody Allen.
Guión: Woody Allen y Mckey Rose.
Productor: Charles: H.Joffe.
Productor ejecutivo: Sidney Glazier.
Productor asociado: Jack Grossberg.
Música: Marvin Hamlish.
Distribución DVD: Creative Films.

Ficha artística:

Reparto: Woody Allen, Janet Margolin, Marcel Hillarie, Jacquelyn Hycle, Lonny Chapmann, Jean Merlin, James Anderson.

Sinopsis:

A través de una serie de entrevistas con quienes le conocieron, sus defraudados padres, profesores y otros, la película nos introduce en la vida del incompetente atracador Virgil Starkwell (Woody Allen), quien desde pequeño está decidido a llevar una vida delictiva, con el apoyo de quienes lo ningunean y le rompen las necesarias gafas constantemente. A los 18 abandona la escuela pero no consigue ningún trabajo, así que, utilizando una pistola de juguete, asalta una furgoneta blindada lo que le conduce a la prisión del estado. Por un momento su vida parece cambiar cuando se casa con una mujer dulce y guapa, pero ésto no durará mucho.

Toma el dinero y corre es un mockcumentary o falso documental que se mofa del género, en el que son entrevistados los padres de Virgil Starkwell, con los rostros ocultos tras una careta de Groucho Marx, al ser nombrado su hijo gángster del año y concitar la entusiasta admiración de los estudiantes. Es el primer film que dirigió Allen, en 1969, que ha sido considerado posteriormente un genio de la comedia y en el que participó como actor principal. El film es una mera sucesión de sketches, de gags visuales o verbales poco elaborados unidos por un mismo hilo conductor, práctica habitual del director en su etapa inicial. Para Allen es una comedia absurda que no está mal, pero que ya no puede volver a hacer.






El personaje interpretado por Allen es humilde y tiene una visión de sí mismo masoquista, en un contexto surrealista, aunque el director considera una estupidez la visión que tenemos de sus personajes como hombres contemporáneos, neuróticos, con inquietudes intelectuales, fracasados, hombrecillos,, inadaptados, incompatibles con las máquinas. No obstante es consciente de que el espectador lo contempla así, apoyado en sus experiencias extradiegéticas y reconoce que el autor no puede hacer nunca lo que se propone, especialmente un hombre con su background cultural que produce tics inconscientes, y que en la expresión hay mucho de fortuito y contingente imposible de controlar; su trabajo ha tenido mucha responsabilidad en 'alimentar al monstruo', en generar cierta sensibilidad.

Su físico insignificante y débil está contrarrestado por su sentido del humor cáustico y muy cínico que le hace tremendamente atractivo para las mujeres tanto en la vida real como en la ficción de sus películas. Su flexibilidad y culta tolerancia le permite reírse de sus antecedentes judíos, en este caso de origen alemán, y de la soledad y abusos de sus vecinos de barrio que le destruyen constantemente la prótesis de un órgano vital como la vista, sus gafas. Esta situación fomenta su background psicoanalísta, la atribución de todos sus males a una infancia desgraciada que sólo encuentra consuelo en sus mitos del momento: Groucho Marx y Charles Chaplin, a los que homenajea en el film. La parodia de Charlot es irrepetible, cuando se introduce en esa bañera oxidada, saca su ropa y zapatos del frigorífico y sale de casa sin pantalones. La carencia de recursos lo dignifica como sucede con Charlot en La clase ociosa.


Es el primer trabajo del director y no del que se siente más orgulloso, pero los gags pasarán a la Historia del cine, porque han quedado integrados en el imaginario popular.