Barbara. Christian Petzold


Ficha técnica:

Título original: Barbara.
País: Alemania.
Año: 2012.
Duración: 108 minutos.
Dirección: Christian Petzold.
Guión:  Christian Petzold y Harun Farocki, según un argumento de  Christian  Petzold.
Dirección de Fotografía:  Hans Fromm.Color.
Música: Stefan Will.
Edición: Bettina Böhler.
Productores: Florian Koerner von Gustof y Michael Weber.
Diseño de producción: Kade Gruber.
Vestuario: Anette Guther.
Compañías: Schramm Film Koerner & Weber, ZDF, Arte  Deutschland.
Intérpretes:

Nina Hoss: Barbara,
Ronald  Zehrfeld: Andre,
Rainer Bock: Klaus Schütz,
Jasna Fritzi Bauer : Stella,
Deniz Petzold: Angelo,
Christina Hecke: Enfermera  Schulze,
Mark Waschke: Jörg,
Peter Benedict: Gerhard,
Susanne Bormann: Steffi.
Sinopsis:
Barbara (Nina Hoss), una joven médico, es desterrada por las autoridades alemanas a un hospital de  provincias, donde conocerá  al cirujano André (Ronald Zehrfeld) y desde donde volverá a intentar abandonar la Alemania comunista


Críticas:


La crítica del film resulta  confusa y despista a un espectador que se siente defraudado, e, incluso, abandona la sala antes de acabar la proyección, como hemos podido observar. El film se anuncia como una propuesta  que, de alguna manera,  muestra que las heridas de la unificación alemana no han cicatrizado todavía, y que no se han cumplido las expectativas de quienes, habiendo cruzado a este lado del muro, se han visto defraudados ante el sacrificio inútil que ha supuesto el abandono del lado oriental del Telón de Acero, según la viuda de Honecker, planteamiento  que puede resultar  atractivo para un amplio sector de público, que está  entendiendo la crueldad de las recetas de la República Federal Alemana y las heridas que puede dejar en el resto de los países de la  Unión. 


Héctor G. Barnés  contempla  Barbara como " un pequeño cuento moral que no intenta tanto retratar la última época de  la RDA como reflexionar sobre la tensión entre la responsabilidad hacia los que nos rodean y las aspiraciones personales. Barbara es un película huidiza, plagada de silencios, en cuanto que la Alemania rural de la hipervigilancia en que esta transcurre es el imperio del tabú, de las medias verdades y de la resignación silenciosa. (...) es de celebrar la existencia de una película tan lúcida en su modestia como ésta." ( Barbara. En el bosque misterioso de la RDA. Dirigido por...Abril  2013). Lamento disentir profundamente del análisis de este crítico. Bárbara no es una película modesta, sino muy altiva y con cierto grado de soberbia en la narración de unos hechos, con una protagonista con un rictus distante y poco humano; trata al público como infantil y fácil de manejar, razón por la cual  redunda en  las visitas de la Stasi a la casa de la doctora, y los constantes viajes de ésta a un bosque a coger y dejar dinero o los contactos con su 'novio' alemás, de la República Federal. Sin embargo no se molesta en explicar por qué ha sido encarcelada o es perseguida la doctora, o qué es un campo de trabajo, y desde luego le sobra tiempo. Me cabe la duda de sí el revisionismo que dota de cierta humanidad a los antiguos agentes de la policía secreta de la Alemania del Este, reside en que enferman y mueren como los demás. Un ejemplo de las diferentes posiciones es  la conversación de Bárbara con el doctor André, cuando le encuentra asistiendo a la esposa del policía que acude con frecuencia a su casa: "¿Hace esto a menudo? El doctor responde: ¿El qué? ¿Aliviar a los moribundos? No, responde Bárbara, ayudar a los cabrones. Si están enfermos, sí, le contesta André. Éste es el tono del film.


Julio Rodriguez insiste en términos parecidos, comparando el film   con  “Good bye, Lenin!” (Wolfgang Becker, 2003) y  “La vida de los otros” (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006) . ("Barbara": el deshielo de un corazón. Julio Rodriguez Chico. La Butaca.net). El clima de los tres filmes es muy diferente. Bárbara es una película de denuncia del sistema comunista imperante en la Alemania, llamada del Este, que se ha esforzado bastante poco en explicar las razones de la actitud de Bárbara, sus antecedentes y las imágenes  del hospital con que intenta ilustrar no se sabe bien qué. Si algo muestran estas imágenes es que el pleno empleo de  esta zona se garantizaba con un despilfarro de recursos. Si comparamos el hospital alemán con cualquiera de los que vemos en películas norteamericanas, con una actividad frenética, pasillos llenos de enfermeras, médicos, enfermos, lo vemos solitario, tranquilo; los médicos pueden perder su tiempo leyendo cuentos a los pacientes, algo impensable en el mundo occidental, o recluidos en sus despachos para descansar, fumar  o leer informes o trabajos; lo mismo ocurre con los campos de trabajo (¿reformatorios de jóvenes?) en los que adolescentes, que quedan embarazadas, -algo que también se deja a la interpretación del espectador-, dragan acequias, eliminando la profusa vegetación que impide que circulen las aguas, tan apelotonadas que apenas pueden moverse. Bárbara vive en una casa desconchada, en la que no pone ningún interés; André, sin embargo,  vive en un hogar agradable y amueblado con una modernidad y lujo parangonable al de cualquier casa de un alemán medio del oeste. El amor entre ambos deja helado al público y la protagonista parece ejercer su sentido de la responsabilidad contra los demás.

El gran fraude alemán ha sido que, si bien la República Democrática lograba el pleno empleo de forma antieconómica, como muestran las imágenes de Christian Petzold, la República Federal lo ha logrado con los minijobs, que no permiten a los trabajadores fumar tabaco de lujo, e incluso ahora ni 'de liar', ni acceder a la propiedad de un coche de la marca 'Mercedes'. Curiosa la imagen en la que un campesino ve el coche del amante de Barbara (para algunos marido, algo que no  se hace explícito en ningún momento), un ejemplar de esta franquicia y le pregunta cuánto tiempo de espera existe para poder disfrutar de estos vehículos; el llamado 'telón de acero' estaba a punto de caer, y pronto lo iban a comprobar por ellos mismos. Hector G. Barnés comienza su artículo hablando del estreno en la televisión pública de un documento polémico, En la caída. El fin de Honecker (Der Sturz. Honeckers Ende. Eric Friedl, 2012), en el que Margot Honecker, la viuda del último presidente de la RDA, calificaba como un grave error la reunificación alemana y señalaba lo inútil del sacrificio de aquellos que intentaron abandonar el lado oriental del Telón de Acero, que ponía de manifiesto que las heridas que la división del país produjo aún no están cicatrizadas, y que el choque ideológico sigue proyectando su sombra sobre la vida diaria de los germanos actuales.

Esperamos que alguien nos cuente alguna vez ésto, pero 'Bárbara' no es el film, y no entendemos por qué se sigue con las verdades a medias. Redunda en lo ya conocido, y deja en la sombra algunas insinuaciones que responden a lugares demasiado comunes para un film que va dirigido a un público adulto y formado.

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