El fotógrafo del miedo. Michael Powell







Ficha técnica:

Título original: Peeping Tom.
País: Reino Unido.
Año: 1960.
Duración: 101 minutos.
Director: Michael Powell.
Guión: Leo Marks, basado en su propia historia.
Dirección de Fotografía: Otto Heller.
Música: Brian Easdale y Wally Stott.
Edición: Noreen Ackland.
Dirección artística: Arthur Lawson.
Producción: Albert Fennell y Michael Powell.
Diseño de producción: Alfred W.Marcus.
Sonido: Malcolm Cooke, Gordon K.McCallum.
Diseño de Vestuario: Dickie Richardson.
Anglo-Amalgamated Productions.


Intérpretes:

Carl Boehm: Mark Lewis,
Moira Shearer: Vivian,
Anna Massey: Helen Stephens,
Maxine Audley: Mr.Stephens.


Sinopsis:

Böhm interpreta a psicópata, Mark Lewis (Karlheiz Böhm),  que fotografía a sus víctimas mientras  las asesina con una de las patas de su trípode, que esconde  un cuchillo afilado. El protagonista  es un  joven  profundamente perturbado, cuyo desequilibrio hunde sus raíces en la infancia. Su padre, un científico obsesionado por estudiar las reacciones infantiles ante el miedo, lo utilizó como  un cobaya de sus experimentos y  lo convirtió en un auténtico sociópata, que  recoge con su cámara  el terror que sienten sus víctimas  mientras las asesina, escudando sus instintos tras su  profesión de fotógrafo, para encubrir sus intenciones y poder satisfacer sus morbosos impulsos sin levantar sospechas.

Comentario:

El fotógrafo del miedo/Peeping Tom es el paradigma  del  empleo del metalenguaje cinematográfico en un film, un  modelo de cómo funciona el cine, de la pulsión escópica que convierte en voyeurs a los espectadores, obligados a mirar a través de la cámara del protagonista, que estimula su carácter violento y asesino cuando percibe el terror en los ojos de sus víctimas, perdonando a la madre de Vivian, pecisamente porque es ciega aunque presiente el peligro. Guillem Morales tomará la idea años después para su película Los ojos de Julia, considerada un giallo feminista, por la forma de matar y el sexo de las víctimas.

El padre de Mark está afectado, según el psicólogo de los estudios cinematográficos, de escoptofilia o necesidad de mirar, y en sus experimentos sobre el terror filma a sus propios hijos para observar el miedo en sus rostros. El joven hereda el trastorno del padre, añadiendo al placer de observar el pavor en los rostros de sus víctimas, el atractivo sexual de las mujeres, fotografiadas ligeras de ropa y en posturas sugerentes; la unión de la pulsión escópica provocada por el deseo y la violencia, el sexo y el terror, son la esencia del cine. Roger Erbert (Grat Movies: Peeping Tom) define el  cine como una forma de representación de la realidad  que nos convierte en voyeurs, cuando nos sentamos en una butaca de la sala oscura para observar la vida de los otros. Martin Scorsese declaró que "Peeping Tom y Fellini 8 1/2 dicen todo lo que puede ser dicho sobre el arte de hacer películas, sobre el proceso de llevarlas a cabo, la objetividad y la subjetividad y la confusión entre las dos (...) Peeping Tom  muestra la agresión  que hay en ( el hecho de hacer cine) cómo la cámara infringe una violación."

Un film interesante que supone un precedente de cómo hacer cine dentro del cine y cómo funciona el ojo de la cámara cuando sustituya al del espectador.

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