La memoria de los muertos. Omar Naïm

 

Ficha técnica:

Título original: The final cut.

País: Estados Unidos/ Canadá.

Año: 2004.

Duración: 90 minutos.

Guión y Dirección:  Omar Naïm.

Casting: Sheila Jaffe, C.S.A. & Georgianne Walken, C.S.A.; casting canadiense Lynne Garrow, C.S.A. y Susan Brouse, C.S.A.

Dirección de Fotografía: Tak Fujimoto.

Música: Brian Tyler.

Montaje: Dede Allen, A.C.F.,  Robert Brakey.

Diseño de  producción: James Chinlund.

Productor: Nick Wechsler.

Co-Productor: Eberhard Kaiser, William Vince.

Productores ejecutivos: Nancy Paloian-Breznikar, Marco Mehlitz y Michael Ohoven; Michael Burns, Michael Paseornek, Guymon Casady y Marc Butan.

Diseño de Vestuario: Monique Prudhomme.

Compañías: Lions Gate Entertainment, asociado con Cinerenta, presenta una producción Industry Entertainment, asociado con Cinetheta.

Intérpretes:

Robin Williams: Alan Hackman,

Mira Sorvino: Delila,

Jim Caviezel,

Mimi Kuzyk: Thelma,

Stephnaie  Romanov,

Thom Bishops: Hasan,

Genevieve Buechner: Isabel Bannister,

Brendan Fletcher: Simon,

Casey Dubois: joven Alan,

Liam Ranger: joven Louis,

MichaelSt. John Smith: Charles Bannister,

Chris Britton: Jason Monroe,

Wanda Cannon: Caroline Monroe,

...

Sinopsis:

El chip Zoë e  un implante de memoria,  que  se coloca en el cerebro de los recién nacidos con el objetivo de  grabar todos los recuerdos de su  vida. Al morir el individuo,  se edita con los materiales acumulados   una "rememorización", una especie de película con los momentos más destacados de su vida, que se muestra en el  funeral con las piezas unidas por un montador. Entre los clientes se encuentran sectores privilegiados, que condicionan su actuación en vida al recuerdo que se tenga de ellos en el futuro, pero también hay sectores que se oponen  a esta  tecnología emergente, que limita la libertad del hombre. Alan Hackman (Robin Williams) es el mejor editor del mercado, gracias a su habilidad para abstraerse de los pecados de sus clientes.  Sin embargo, su talento para ver la vida de otros sin emoción alguna le ha hecho un hombre distante, incapaz de experimentar la vida real en primera persona. Un día, recortando los recuerdos de un colega, Alan descubre una imagen de su infancia que le ha perseguido toda su vida, un descubrimiento que logrará aplacar el complejo de culpa que le ha acompañado toda su vida.

Comentario:

Omar Naïm aborda la cuestión del uso espurio de la ciencia y la tecnología, puestas al servicio de intereses comerciales, que exigen  el trabajo de un manipulador de recuerdos, porque no todos los sueños, pesadillas y evocaciones del hombre son respetables: padres pederastas que abusan de sus propias hijas, infidelidades o  extorsiones de todo tipo jalonan los curricula de los hombres más 'respetables'. El joven cineasta  consigue un tono realista, cercano al tanatorio y al negocio funerario, gris, frío y poco acogedor; el propio Alan (Robin Williams) es un hombre oscuro que concentra en su persona las iras de los movimientos anti-implante del chip.

Film curioso para tardes un tanto morbosas, un tanto peculiar que aborda la ciencia-no-tan-ficción desde una óptica crematística. No es de extrañar que alguien intente  llevar a la práctica un negocio tan peculiar como el que imagina Naïm, el realizador libanés, que no excluye el cementerio como un lugar posible en el que morir buscando recuerdos de la niñez.