Mr.Imperium. Don Hartman
Ficha técnica:
Título original: Mr. Imperium.
País: USA.
Año: 1951.
Duración: 87 minutos.
Dirección: Don Hartman.
Guión: Edwin H.Knopf y Don Hartman, basado en la novela de Edwin H.Knopf
Música: Harold Arlen; letras: Dorothy Fields. Dirección musical: Johnny Green. Score: Bronislau Kaper.
Director de Fotografía: eorge J.Folsey, A.S.C. Consultores de tecnicolor: Henry Jaffa y James Cooch.
Editores: Geore White y Williams Gulick.
Director artístico : Cedric Gibbons.
Productor: Edwin H.Knoph.
Vestuario: Walter Plunkett.
Diseño de peluquería: Sidney Guilaroff.
Maquillaje: William J. Tuttle.
Metro Goldwiyn Mayer
Intérpretes:
Lana Turner: Fredda Barlo,
Ezio Pinza: Mr.Imperium,
Marjorie Main: Mrs. Cabot,
Barry Sullivan: Paul Hunter,
Sir Cedric Hardwicke: Bernard,
Debbie Reynolds: wen
Ann Codee: Anna Pelan.
Sinopsis:
Una bailarina de Hollywood reinicia su romance con un antiguo amor que está a punto de ser aclamado rey, tras la guerra y una revolución en su país. Para poder seguir su relación deben encontrarse en secreto y usar todas las artimañas posibles para sus encuentros furtivos.
Comentario:
Realizada en pleno apogeo de la llamada 'Caza de Brujas', impulsada por el Senador republicano Joseph Raymond McCarthy desde el llamado Comité Permanente de Actividades Antiamericanas, que tanto sufrimiento llevó al mundo del cine, y que se tradujo en el despido, encarcelamiento o auto-exilio de periodistas, actores o cineastas, que refleja George Clooney en su film 'Buenas noches y buena suerte', que empobreció la cultura norteramericana y favoreció el desarrollo de la de los países europeos que los acogieron. Un ejemplo de esta depauperación del cine norteamericano y de la mordaza ideológica impuesta por los republicanos es Mr. Imperium, título inquietante si lo traducimos de forma literal: Señor Poder, en concreto militar.
Imaginar que, terminada la Segunda Guerra Mundial, que tuvo su teatro de operaciones en una Europa que se desangraba, Italia, uno de los países contendientes, muy afectados por la derrota del fascismo imperante en su suelo, iba a realizar un referéndum para restaurar la monarquía es algo doloroso. Pero más aún lo es el perfil del pretendiente, un parásito que vive de haber nacido en una familia concreta, que tiene un hijo estudiando en Londres, y que finalmente abandona a su amada para no destruir la vida de su retoño, obligándole a regir los destinos de su país con su abdicación; él lo que de verdad quiere es dedicarse al cine, como partner de Fredda Barlo (Lana Turner), representando su propio papel: el de rey. Cinco años después se materializó este sueño conservador americano con el matrimonio de la bella actriz Grace Kelly y el rey de un pequeño principado, no un pais de más de cincuenta millones de habitantes como Italia, una boda de cuento que obnubiló , ofuscó tantas mentes, que suplían su miseria física y moral con la experiencia vicaria que se sustentaba en la 'grandeza' de otros.
Se alaba el espíritu de sacrificio de la protagonista femenina, que decide consagrar su vida a la espera de los escasos momentos que le pueda dedicar su amado, y despreciando, como la Maria Braun de Rainer Werner Fassbinder, una posibilidad real de compartir su vida con un cineasta. La adolescente Debbie Reynolds desempeña un pequeño papel, una sagaz joven que ve más allá de las apariencias. Fredda sabe que arrivederci no quiere decir adiós, sino ¡hasta la vista!, y supedita su vida entera a este vocablo, del mismo modo que su actitud hacia el hombre quedó condicionada tan pronto como escuchó la palabra alteza. Si conocer el cine pre-code es una experiencia interesante, comprobar los estragos de una censura como la que llevó a cabo el Comité Permanente de Actividades Antiamericanas, HUAC, es una complemento cognitivo imprescindible.
Comentario:
Realizada en pleno apogeo de la llamada 'Caza de Brujas', impulsada por el Senador republicano Joseph Raymond McCarthy desde el llamado Comité Permanente de Actividades Antiamericanas, que tanto sufrimiento llevó al mundo del cine, y que se tradujo en el despido, encarcelamiento o auto-exilio de periodistas, actores o cineastas, que refleja George Clooney en su film 'Buenas noches y buena suerte', que empobreció la cultura norteramericana y favoreció el desarrollo de la de los países europeos que los acogieron. Un ejemplo de esta depauperación del cine norteamericano y de la mordaza ideológica impuesta por los republicanos es Mr. Imperium, título inquietante si lo traducimos de forma literal: Señor Poder, en concreto militar.
Imaginar que, terminada la Segunda Guerra Mundial, que tuvo su teatro de operaciones en una Europa que se desangraba, Italia, uno de los países contendientes, muy afectados por la derrota del fascismo imperante en su suelo, iba a realizar un referéndum para restaurar la monarquía es algo doloroso. Pero más aún lo es el perfil del pretendiente, un parásito que vive de haber nacido en una familia concreta, que tiene un hijo estudiando en Londres, y que finalmente abandona a su amada para no destruir la vida de su retoño, obligándole a regir los destinos de su país con su abdicación; él lo que de verdad quiere es dedicarse al cine, como partner de Fredda Barlo (Lana Turner), representando su propio papel: el de rey. Cinco años después se materializó este sueño conservador americano con el matrimonio de la bella actriz Grace Kelly y el rey de un pequeño principado, no un pais de más de cincuenta millones de habitantes como Italia, una boda de cuento que obnubiló , ofuscó tantas mentes, que suplían su miseria física y moral con la experiencia vicaria que se sustentaba en la 'grandeza' de otros.
Se alaba el espíritu de sacrificio de la protagonista femenina, que decide consagrar su vida a la espera de los escasos momentos que le pueda dedicar su amado, y despreciando, como la Maria Braun de Rainer Werner Fassbinder, una posibilidad real de compartir su vida con un cineasta. La adolescente Debbie Reynolds desempeña un pequeño papel, una sagaz joven que ve más allá de las apariencias. Fredda sabe que arrivederci no quiere decir adiós, sino ¡hasta la vista!, y supedita su vida entera a este vocablo, del mismo modo que su actitud hacia el hombre quedó condicionada tan pronto como escuchó la palabra alteza. Si conocer el cine pre-code es una experiencia interesante, comprobar los estragos de una censura como la que llevó a cabo el Comité Permanente de Actividades Antiamericanas, HUAC, es una complemento cognitivo imprescindible.
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