Sally la hija del circo. D.W. Griffith
Ficha técnica:
Título oriinal:Sally of the Sawdust.
País: Estados Unidos.
Año: 1925.
Duración: 113 minutos.
Dirección: D.W.Griffith.
Guión: Forrest Halsey,, basado en una obra de Dorothy Donnelly.
Dirección de Fotografía: Harry Fischbeck, Harold S. Sintzenich (B&W)
Productor y Director de Personal: D.W. Griffith.
Intérpretes:
Carol Dempster: Sally,
W.C. Fields: PProfesor Eustace McGargle,
Alfred Lunt: Peyton Lennox,
Effie Shannon: MMrs. Foster,
Erville Alderson: Juez Foster,
Glen Anders: Leon, el acróbata,
Charles Hammond: Mr. Lennox,
Roy Applegate. el detective.
Sinopsis:
En Gteen Meadow, Connecticut, el juez Foster expulsa a su hija de casa, renuncia a ella, porque se ha casado con un hombre de circo.La joven pareja muere pronto y queda una niña, de la que se hace cargo el Profesor Mcargle, que la adpta tras morir su madre, y decide acercarla a su verdadera familia cuando sobrepasa la adolescencia; sus dudas son el verdadero argumentodel film.
Comentario:
El film es un auténtico melodrama en el que se dan todos los tópicos y las situaciones más lacrimógenas destinadas a un público que disfrutaba también llorando; padre tira de casa a hija embarazada de un hombre de circo, la pareja muere por las penalidades de la época, queda un huérfana a cargo de un hombre de buen corazón, que finalmente lleva a la niña con su auténtica familia, millonaria-por supuesto- y se casa con el más potentado del lugar, el príncipe azul, disfrutando de sus abuelitos. Esta historia se inscribe en su mayor parte en el mundo de circo en el que se pueden ver animales exóticos (elefantes, leones, caballos, cebras, y sus respectivos jinetes y domadores), contorsionistas, trapecistas..., espectáculo muy apreciado en un mundo que no conocía el cine y la televisión.
Lo que hace notable el film y digno de ser analizado con mucha atención, es que Griffith estaba creando el lenguaje audiovisual y cinematográfico, aplicando los trucos para crear tensión en su público, montando las primeras carreras de coches y los lugares comunes que, a fuerza de repetidos, se convierten en signos indiciarios de por dónde se va a encarrilar la historia, haciéndola en muchos casos previsible por falta de originalidad de algunos nuevos directores; otros siguen haciendo avanzar la industria. La secuencia en la que Sally está siendo juzgada y espera con ansia la llegada del que ella llama su papá, está jalonada de incidentes que retrasan el encuentro, que se produce cuando ya parecen agotadas todas las posibilidades de llegar a un happy end. La persecución de policías y agentes judiciales de Sally por el campo es francamente magistral y Griffith aprovecha las habilidades y destrezas de la joven en su vida y entrenamiento en el circo, en el que ha aprendido mil tretas para engañar a un público proclive a dejarse hipnotizar por su magia, pero además puede deslizarse desde las ventanas por las ramas de los árboles, o acceder a tejados de pequeñas cabañas, como buena contorsionista.
Griffith y Eisenstein estaban creando la ilusión de realidad con sus cámaras, una aventura maravillosa en la que el espectador estaba aprendiendo a ver el cuerpo entero de un hombre o mujer, cuando se le mostraba tan sólo una parte de él o únicamente el rostro, y dar a semejante ficción la ilusión de realidad. El cine ha avanzado mucho en la representación de la 'realidad', pero estos hombres daban los primeros pasos y sentaron ciertas bases que siguen rigiendo.
Comentario:
El film es un auténtico melodrama en el que se dan todos los tópicos y las situaciones más lacrimógenas destinadas a un público que disfrutaba también llorando; padre tira de casa a hija embarazada de un hombre de circo, la pareja muere por las penalidades de la época, queda un huérfana a cargo de un hombre de buen corazón, que finalmente lleva a la niña con su auténtica familia, millonaria-por supuesto- y se casa con el más potentado del lugar, el príncipe azul, disfrutando de sus abuelitos. Esta historia se inscribe en su mayor parte en el mundo de circo en el que se pueden ver animales exóticos (elefantes, leones, caballos, cebras, y sus respectivos jinetes y domadores), contorsionistas, trapecistas..., espectáculo muy apreciado en un mundo que no conocía el cine y la televisión.
Lo que hace notable el film y digno de ser analizado con mucha atención, es que Griffith estaba creando el lenguaje audiovisual y cinematográfico, aplicando los trucos para crear tensión en su público, montando las primeras carreras de coches y los lugares comunes que, a fuerza de repetidos, se convierten en signos indiciarios de por dónde se va a encarrilar la historia, haciéndola en muchos casos previsible por falta de originalidad de algunos nuevos directores; otros siguen haciendo avanzar la industria. La secuencia en la que Sally está siendo juzgada y espera con ansia la llegada del que ella llama su papá, está jalonada de incidentes que retrasan el encuentro, que se produce cuando ya parecen agotadas todas las posibilidades de llegar a un happy end. La persecución de policías y agentes judiciales de Sally por el campo es francamente magistral y Griffith aprovecha las habilidades y destrezas de la joven en su vida y entrenamiento en el circo, en el que ha aprendido mil tretas para engañar a un público proclive a dejarse hipnotizar por su magia, pero además puede deslizarse desde las ventanas por las ramas de los árboles, o acceder a tejados de pequeñas cabañas, como buena contorsionista.
Griffith y Eisenstein estaban creando la ilusión de realidad con sus cámaras, una aventura maravillosa en la que el espectador estaba aprendiendo a ver el cuerpo entero de un hombre o mujer, cuando se le mostraba tan sólo una parte de él o únicamente el rostro, y dar a semejante ficción la ilusión de realidad. El cine ha avanzado mucho en la representación de la 'realidad', pero estos hombres daban los primeros pasos y sentaron ciertas bases que siguen rigiendo.
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