Caravanas bélicas camino del Oeste. Otto Brower, David Burton.
Ficha técnica:
Título original: Fightting Caravans.
País: Estados Unidos.
Año: 1931.
Duración: 82 minutos.
Director: Otto Brower y David Burton.
Guión: Edward E. Paramore, Jr., Keene Thompson y Agnes Brand Leahy.
Dirección de Fotografía: Lee Garmes y Henry Gerrard.
Favorite Films Corporation. Coyright Publix Corporation
Intérpretes:
Gary Cooper: Clint Belmet,
Lily Damita: Felice,
Fred Kohler: Lee Murdock,
Ernest Torrence: Bill Jackson,
Tully Marshall: Jim Bridger,
Euene Pellette: Seth,
Roy Stewart: Couch,
May Boley: Jane,
Eve Southern: Faith,
Frank Campeau: Jeff Moffitt,
Charles Winninger: Marshall,
Frank Hagney: Reneado.
Sinopsis:
En tiempos de la guerra civil la tierra fronteriza, duramente ganada al oeste del Mississippi, necesitaba suministros. El ferrocarril no existía, los envíos estaban acaparados por la guerra. La labor de transporte cayó entónces sobre convoyes de carreteras de carga. Las caravanas de lucha se unían para el peligroso viaje a California. La bella Felice intenta unirse a una caravana que se dirigía a California. Durante su aventura se ve envuelta en una farsa para sacar a Clint, un joven explorador de un lío con la ley y fingen estar casados. Los lazos entre Felice y Clint se van estrechando y su ficticio amor se torna verdadero.
Comentario:
Cualquier film que nos ilustre sobre cómo se hizo la marcha hacia el oeste, la conquista de nuevos territorios por segundones y aventureros de todo pelaje que buscaban fortuna en el nuevo mundo, no carece de interés. Aquí se añade el hecho de que podemos ver a un jovencísimo Gary Cooper, un hombre que nació con el siglo XX, en 1901, y que gracias a la magia del cine, que hace realidad el mito de Frankenstein (El tragaluz del infinito. Noël Burch), se nos permite ver al actor en plena juventud, cuando todavía no había madurado. Una película que no aporta mayor interés, aunque a pesar de presentar a los indios como unos salvajes, no deja bien parados a los nuevos colonos, cuya superioridad era tecnológica: armas de fuego contra flechas neolíticas.
En este film pre-code la mujer juega un rol vanguardista ; Felice llega con su carromato dispuesta a realizar la marcha hacia el oeste como un hombre cualquiera, y , aunque se enamora de Clint, mantiene su dignidad hasta el final. Él es, como muchos hombres, un joven que se niega a crecer, hasta que desparecen los que han cuidado de él desde su infancia. Otros dos hombres. Interesante.
Cualquier film que nos ilustre sobre cómo se hizo la marcha hacia el oeste, la conquista de nuevos territorios por segundones y aventureros de todo pelaje que buscaban fortuna en el nuevo mundo, no carece de interés. Aquí se añade el hecho de que podemos ver a un jovencísimo Gary Cooper, un hombre que nació con el siglo XX, en 1901, y que gracias a la magia del cine, que hace realidad el mito de Frankenstein (El tragaluz del infinito. Noël Burch), se nos permite ver al actor en plena juventud, cuando todavía no había madurado. Una película que no aporta mayor interés, aunque a pesar de presentar a los indios como unos salvajes, no deja bien parados a los nuevos colonos, cuya superioridad era tecnológica: armas de fuego contra flechas neolíticas.
En este film pre-code la mujer juega un rol vanguardista ; Felice llega con su carromato dispuesta a realizar la marcha hacia el oeste como un hombre cualquiera, y , aunque se enamora de Clint, mantiene su dignidad hasta el final. Él es, como muchos hombres, un joven que se niega a crecer, hasta que desparecen los que han cuidado de él desde su infancia. Otros dos hombres. Interesante.
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