La matanza de Texas (2004). Marcus Nispel







Ficha técnica:

Título original: The Texas Chainsaw masacre.
País: Estados Unidos.
Año: 2004.
Duración: 98 minutos.
Dirección: Marcus Nispel.
Guión: Scott Kosar, basado en una historia de Kim Henkel y Tobe Hooper.
Casting: Lisa Fields.
Director de Fotografía: Daniel C.Pearl.
Música: Steve Jablonsky, basada en un tema de Tobe Hooper y Wayne Bell.
Edición: Glen Scantlebury.
Productores: Michael Bay y Mike Fleiss.
Productores ejecutivos: Ted Field, Andrew Form, Brad Fuller. Guy Stodel y Jeffrey Allard.
Co-Productores: Kim Henkel y Tobe Hooper.
Diseño de Producción: Gregory Blair.
Vestuario: Bobbie Mannix.
Universal, Focus Features, Platinum Dunes/ Next Entertainment Production, Radar Pictures/ New Line Cinema asociado con Michael Bay

Intérpretes:

Jessica Biel: Erin,
Jonathan Tucker: Morgan,
Erica Leerhsen: Pepper,
Mike Vogel: Andy,
Erik Balfour: Kemper.
Andrew Bryniarski: Thomas Hewitt.
R.Lee Ermey: Sheriff Hoyt.
David Dorfman: Jedidiah,
Lauren German: joven teenage.
Terrence Evans: Viejo Monty
Marietta Marich: Luda May
...

Premios:

Fue nominada por los Premios Razzie, como peor remake o secuela. Pero, como veremos no todo el mundo comparte, ni mucho menos, esta percepción.

Sinopsis:

El 29 de agosto de  1973 la policía se desplazó a una granja de Texas, propiedad de un antiguo empleado de un matadero; en ella se encontraron los cuerpos sin vida de 33 personas. El asesino, conocido como 'Leatherface' (Cara de cuero) apareció en las portadas de los periódicos, blandiendo una sierra mecánica y con la cara tapada con una máscara hecha de la piel de sus víctimas.

La policía acusó del asesinato a un hombre que llevaba una máscara de cuero; le condenaron a muerte y archivaron el caso. Sin embargo, muchas personas relacionadas con los espantosos crímenes, acusaron a la policía de haber hecho una chapuza y culpar a un hombre equivocado.

Ahora, por primera vez, el único superviviente de la matanza ha roto su silencio, para contar lo ocurrido en una carretera desierta de Texas, cuando un grupo de cinco jóvenes tuvo que enfrentarse a un loco armado con una sierra mecánica, el mismo que dejó una oleada de  sangre y  terror que se conocería como 'La matanza de Texas'.

Inspirada en la película ya clásica del 74, dirigida por Tobe Hooper, que actúa en esta realización como Co-Productor, 'La matanza de Texas (2004) es un viaje aterrador al corazón de las tinieblas.

Comentario:


M. Torreiro del diario 'El País' realiza una crítica, que si nos fijamos bien, no dice demasiado, pero es demoledora para un espectador desprevenido :"Un recorrido puntual por los principales momentos de su ilustre predecesor, eso sí, con un tratamiento realista y puntilloso de la imagen. (..) un ejercicio de casi insoportable visión en alguna de sus secuencias estelares. (...) para el consumo de adolescentes amantes del género, y no mucho más."(Filmaffinity). Los comentarios de los espectadores, ((Filmaffinity),  se sitúan en el otro extremo, el de la aceptación más entusiasta del remake, aunque no faltan disidentes.

Contrasta con análisis mucho más profundos, que no se quedan en el aspecto formal más o menos bien ejecutado, si bien  sabemos que la forma es el discurso, sino que escarban  en lo más oscuro de las mentalidades,  de  la idiosincrasia de los pueblos, y en la pérdida de valores, surgida en momentos de crisis económica y sus derivadas  social, intelectual y política. Los años 70 y 80, cuando los norteamericanos estaban procesando su fracaso en Vietnam, surgieron las figuras más representativas del cine de terror: John Carpenter, Wes Craven, David Cronenberg, Tobe Hooper...y dejaron obras maestras del horror y las pesadillas que puede alumbrar el ser humano. Hay un buen blog que recoge este clima: themoviesnatchers.blogspot.com.es . Después de leer el post de Doc Moriarty, una empieza a no sentirse tan sola en sus percepciones.

Debemos partir del hecho de que el mayor enemigo del hombre es el propio hombre (Homo lupus homini est, decían los clásicos). El propio Karl Marx advertía de que el pertenecer a la clase trabajadora, no era un hecho que garantizara por sí solo la bondad intrínseca de las personas pertenecientes a este grupo, sino un accidente de nacimiento, que las situaba en una posición adecuada  para cumplir un papel de vanguardia social, de motor de la historia, aunque fuera de manera inconsciente. Por esta razón, historias como 'La matanza de Texas' son escalofriantes, porque son crónicas de hechos reales, protagonizadas por hombres reales, en momentos de crisis política y de valores.

Ahora estamos pasando por uno de estos momentos críticos, en los que los hillibillies del mundo buscan  el causante de su desgracia en  el que tienen más cerca, dando lugar a enfrentamientos entre el campo y la ciudad, los funcionarios y los trabajadores de las empresas privadas, los nacionales y los emigrantes, rivalidades que saben explotar los que  tienen el poder y el dinero para manipular las mentes, logrando desviar la atención de quienes, en un momento de cambio y de fin de era, están realizando de nuevo una acumulación de riqueza y  preparándose para dominar un futuro, que habrá dejado en su avance los 'cadáveres' de los desposeídos, material y culturalmente.

Tras este pequeño análisis, nos preparamos para entender la tragedia de unos jóvenes de apariencia hippie, que fuman hierba, visten con desenfado y deambulan desprevenidos por la América más profunda, cargada de supersticiones, rencores, odios y deseos de venganza contra quienes poseen todo lo que a ellos les falta, aferrados a sus tradiciones en granjas sureñas, y que ven, con el desarrollo del automóvil, sus caminos polvorientos invadidos por esta chusma  vociferante y  ruidosa. Doc Moriarty hace al respecto un buen análisis: " Hooper (...)  filmó la gran guerra que se desarrollaba bajo la piel de los USA: la del campo contra la ciudad. Un grupo de jóvenes que no le tienen miedo a nada, que lo han probado todo y ya están de vuelta, se encuentran con una familia de pesadilla que les enseñará (en el poco tiempo que les queda de vida) que el horror puede aplastar su desdeñosa autosuficiencia".

Siguiendo la tradición, Marcus Nispel nos narra la historia  acercándose al mockumentary o falso documental , que se presenta como una grabación de la policía, en el lugar de los hechos, en la secuencia que abre la película, filmada en blanco y negro, semantizando el color bajo la especie de documento de archivo; pasando después a  una filmación con  apariencia de  video  doméstico, tanto en sus tomas como en la edición, con una fotografía granulada, sucia y de colores desleídos, que nos traslada a la década de los 70. Un narrador en off visual  introduce  la historia con la misma leyenda que el  film de Tobe Hooper.

El protagonismo recae  en Jessica Biel, que encarna el papel de Erin, un personaje de perfil dudoso y difícil de interpretar. Es la fuerte del grupo, la que incita a todos a actuar, a involucrarse en acciones temerarias, aunque la cámara nos la muestra escudándose detrás de los chicos del grupo en los momentos álgidos y de gran tensión;  procede de un reformatorio, en el que aprende a no temer a nada ni a nadie, y no   le asusta los efectos que pueda tener en los hillibillies su indumentaria, consistente en una exigua camiseta  siempre mojada y pegada al cuerpo. Se ha criticado la oportunidad de  este film en el siglo XXI por algunos sectores, que creen que  en la década de los 80 , fumar hierba, deambular por el mundo ligera de ropa, al modo hippie, y practicar el sexo sin  complejos suponía una auténtica provocación, pero . en la actualidad no tanto, aunque es un criterio no aceptado de forma general, si atendemos a movimientos como el Tea Party, que  tienen un gran arraigo en la América profunda.




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