Ninotska. Ernst Lubitsch





Ficha técnica:

Título original: Ninotchka.
País: Estados Unidos.
Año: 1939.
Duración:  110 minutos.
Dirección: Ernst Lubitsch.
Guión: Melchior Lengyel, Charles Brackett, Billy Wilder,
Walter Reisch, basado en una historia de Melchior Lengyel.
Dirección de Fotografía: William H.Daniels,
Música: Werrner R. Heymann,
Edición: Gene Ruggiero.
Producción: Ernst Lubitsch y Sidney Franklyn.
Metro Goldwyn Mayer.

Intérpretes:

Greta Garbo: Ninotchka,
Melvin Douglas: León,
Bela Lugosi: Razinin,
Ina Claire : Swana
Sig Ruman : Iranoff ,
Felix Bressart : Buljanoff,
Alexander Granach:  Kopalski,
Gregory Gaye : Rakonin,
Rolfe Sedan: Manager del Hotel,
Edwin Maxwel:  Mercier,
Richard Carle:  Gaston.


Sinopsis:

Los camaradas Iranoff, Buljanoff y Kopalski han sido enviados a París para obtener dinero para el Gobierno ruso mediante la venta de las joyas confiscadas a la gran duquesa Swana, que vive en la capital francesa. Los tres camaradas se instalan en un hotel de lujo mientras los tribunales franceses deciden quién es el verdadero propietario de las joyas. El Gobierno ruso envía a Nina 'Ninotchka' Ivanovna Yakushova a arreglar las cosas.

Críticas:

Greta Garbo es una estricta agente comunista de Rusia que es enviada a París para investigar el trabajo de tres camaradas, tres delegados comerciales que han sido seducidos por las trampas del capitalismo. Allí conocerá a Melvyn Douglas, un apuesto caballero que le enseñará los encantos de la capital francesa... ¡y a reír!. Obra maestra, una de las mejores comedias de todos los tiempos. Basada en un musical de Broadway titulado "Silk Stockings". Publicitada como "Garbo ríe" (Garbo Laughs!), en referencia a la publicidad de "Garbo habla" (Garbo Talks!) de su película "Anna Christie". (Filmaffinity)

Comentario:

Alguien ha dicho que 'la forma es el discurso', axioma que hace aguas en este film de Lubitsch, formalmente considerado una obra maestra, pero muy contaminado por la ideología. ¿Quién podía pensar que una funcionaria soviética fuera una especie de  robot, una ciborg incapaz de reírse hasta que llega occidente y le enseñan a manifestar  este sentimiento. Hasta el criado, al que su amo le llamó reaccionario porque demoniza a Marx es creíble, desde luego, pero muy maniqueo. Sólo los liberales saben reír y conquistar a una mujer, fría como el hielo ?.

Pero lo que más llama la atención es que, casi ochenta años después, la mayor crisis económica a escala global, rescata planteamientos de la Ninotchka comunista. Cuando se aloja en un hotel de París se hace una pregunta: ¿Quién soy yo para  costarle al pueblo siete vacas a la semana? (una por cada día de hotel). Hoy, cuando un joven licenciado se escandaliza porque un licenciado cobre cobrara dos mil euros al mes, hay que recordarle que los ejecutivos se han estado repartiendo tres millones al año. ¿Qué ha pasado para que se hayan quebrado los sueños  que alimentaron los hombres durante más de cien años, que no admitían discursos moralizantes como los de la funcionaria soviética? La gente reía con Lubitsch y creía en un progreso constante por simple evolución.

 El modo de representación  del film es institucional, convencional y moderado, y el discurso responde a la forma, como no podía ser de otra forma. Hay imágenes que repelen, como la primera vez que Ninotchka prueba el champán, un símbolo del  savoir vivre, que produce acidez a amplios sectores de la población. Lo más sibilino es la inmersión del amor romántico burgués en esta historia, en la que es fácil chantajear a una funcionaria  soviética que ha llegado a París con un  objetivo concreto y que ha fracasado; quien no tiene nada que perder puede quedarse con todo.

El motivo del confliucto son unas joyas a las que se bautizó con el nombre de   'las lagrimas de la vieja  Rusia' ,unas joyas  que el zar regaló a Catalina y cuyo precio fue el beneficio de la venta de diez mil esclavos en el mercado . El  traje de fiesta de  Nina  es el emblema del primer traje de etiqueta que pueden llevar mujeres de espaldas limpias, no marcadas por los azotes de sus antiguas señoras. Una de cal y otra de arena y mucha confianza en el lasser faire,  lasser passer que nos domina.


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