Tú y yo.Leo McCarey







Ficha técnica:

Título original: Love Affair
País: Estados Unidos.
Año: 1939
Duración: 87 minutos.
Dirección: Leo McCarey.
Guión: Delmer Daves y Donald Ogden Atewart,
basado en una historia de Mildred Cram y Leo McCarey.
Score musical: Roy Webb.
Montaje: Douglas Travers.
Edición: Edward  Dmytryh y George Hively.
Dirección de Fotografía: Rudolph Maté, A.S.C. Blanco y negro.
Director artístico: Van Nest Polglase.
Producción: Leo McCarey.
RKO Radio Picture, Inc.

Intérpretes:

Irene Dunna: Terry MacKay,
Charles Boyer: Michel Marnay,
María Ouspenskaya
Lee Bowman,
Astrid Allwyn
Maurice Moscovich


 Sinopsis:

Durante un crucero a través del Atlántico, el pintor Michael Marnay y la cantante Terry McKay se  enamoran, pese a estar prometidos con sus respectivas parejas. A los seis meses deben volver a verse en el Empire State Building y comprobar si su amor sigue vivo o fue tan sólo un episodio pasajero.

Comentario:


El galán francés Charles Boyer, un sorprendente antecesor de Jude Law, tanto que en la red se encuentran fotografías que establecen comparaciones físicas de ambos actores, a los que separan más de setenta años de edad, nos encandila con sus maneras de gigoló encantador, un burgués ilustrado, que no ha realizado nunca un trabajo sometido a controles horarios, ya que en la sociedad materialista ser pintor no cuenta, a no ser que se use la brocha gorda. En un crucero conoce a una cantante de sala de fiestas, cuya forma de interpretar se distanciaba poco de la de las prima donnas del bel canto, de acuerdo con los gustos 'exquisitos' de la época. La secuencia  en Madeira, en la mansión de  la abuela de Michael es la expresión del buen gusto, de las emociones contenidas y dirigidas por la partitura: un pintor, una cantante con glamour y una pianista, que luce una preciosa mantilla realizada con primorosa artesanía. Estamos ante una clase burguesa que exhibe el discreto encanto de que hablaba Buñuel, que se desenvuelve con soltura en decorados minimalistas, con ademanes  ligeros, sueltos, sin corsés, en un  medio, ya sea el inestable del barco o el sólido de las grandes avenidas de New York, plácido, gracias a una exquisita labor de edición de Douglas Travers, poco amante de las estridencias.

Eran tiempos en los que, aún no superados los estragos de la crisis del 29, el hombre era modesto en su bienestar, viajaba en taxi y no en jet privado, y, a pesar de ocupar las páginas más relevantes de las notas de sociedad, si era preciso pintaba anuncios en las grandes vallas publicitarias. Todavía no había llegado el tiempo del burgués/funcionario, que víve del dinero acumulado por sus  mayores, parásito, ocioso, pero activo  en el contexto del dolce far niente, que esquía, juega al padel, al golf o practica  deportes de riesgo (Los descendientes . Alexander Payne, 2011. Por poner un ejemplo moderado, y no opciones como la franquicia de  Jackass, realizada por Jeff Tremaine).

El film tiene su toque melodramático y populista, sin cruzar jamás la barrera de la ordinariez, una concesión a los censores del Código Hays, pero se puede soportar bastante bien, gracias a la actuación elegante de Charles Boyer  e Irene Dunna, una mujer desenvuelta, sin prejuicios, inteligente y muy atractiva, que acaba conquistanto al irreductible 'Casanova', que en definitiva no lo era tanto. El éxito del film fue tal que en 1957  el propio Leo McCarey dirigió un remake de su película, esta vez con Gregory PeckDeborah Kerr como protagonistas. Para quienes hemos vivido el comienzo del siglo  XXI no deja de estremecernos la referencia al Empire State Building, el edificio más alto del mundo a comienzos del siglo XX, ubicado en una ciudad concebida en vertical entre otros por Mies Van der Rohe,  cuyo perfil se erigía como el emblema del skyline americano; después vendrían otros que le harían la competencia, como el edificio de la Chrysler o las Torres Gemelas del   Trade World Center, que marcan un antes y un después en el cine americano. Aquí vemos al gigante que inmortalizó King Kong, emergiendo entre la bruma.

En el tono habitual, loco y desenfadado, de este tipo de comedias, la mujer que cuida de Terry le da un consejo de mujer a mujer: "No te cases, que los hombres procurarán tu desgracia y tus hijos se avergonzarán de tí", y se lo dice en tono jovial y alegre, sin dramatismos. Muchas mujeres que vean esta película se quedarán pensando, como hace la protagonista.


Película entera en YouTube.


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