Una chica tan decente como yo. François Truffaut





Ficha técnica:

Título orignal:  Une belle fille comme moi.
País: Francia.
Año: 1972.
Duración: 98 minutos.
Dirección: François Truffaut.
Guión: Jean-Loup Dabadie y François Truffaut, basado en la novela "Such a gorgwous kid like me" de Henry Farrell.
Dirección de Fotografía: Pierre-Willim Glenn.
Música original: Georges Delerue.
Edición: Yann Dedet.
Directores de producción: Marcel Berbert y Claude Ganz.
Administrador de producción: Christian Lentretien.
Diseño de producción: Jean-Pierre Kohut-Svelko.
Maquillaje: Thi-Loan Nguyen .
Diseño de vestuario: Monique Dury.
Columbi fILMS

Intérpretes:

Bernardette Lafont: Camille Bliss,
Claude Brasseur: Señor Murene,
Charles Denner: Arthur,
Guy Marchand: Sam Golden,
André Dussollier: Stanislav Previne,
Philippe Léotard: Clovis Bliss,
Anne Kreis: Helene.
Michel Delahaye: Marchal,
Gilberte Géniat: Isobel Bliss,
Danièle Girard: Florence Golden.

Sinopsis:

Truffaut deja de lado sus melodramas románticos para hacer una incursión en la comedia frívola y descarada con esta adaptación de una novela de Henry Farrell, que el director había leído en un viaje en avión y cuyos derechos había adquirido inmediatamente. Pero bajo la frivolidad y la amoralidad del personaje protagonista, magníficamente recreado por Bernardette Lafont, aparece de nuevo la pasión por vivir y por el sentimiento amoroso, tan característicos del cine de Truffaut.
 
Stanislav Previne, un joven profesor de sociología, prepara una tesis sobre la criminalidad femenina. Una de las mujeres elegidas para su estudio es Camille Bliss, acusada, entre otras cosas, del asesinato de Arthur, un técnico en desratización. El profesor, armado con su grabadora y sus personales teorías que aún no ha podido confirmar, acude a la prisión. Se entrevista con la muchacha y la somete a un largo interrogatorio, en el que sale a relucir su pintoresco pasado. Conforme avanzan las conversaciones, Stanislav está cada vez más convencido de la inocencia de Camille y llega a la conclusión de que Arthur se suicidó.

Comentario:

Si en otros thrillers del realizador comentábamos la debilidad y la cobardía del protagonista, un antihéroe embargado por la inseguridad, en 'Una chica tan decente como yo' la mujer criminal responde  a un  patrón absolutamente inverso: desaprensiva, cruel, sin escrúpulos y una auténtica apisonadora sentimental para los hombres que se dejan seducir por ella. El premio que la sociedad le tiene reservado, cuando  un fallo judicial, basado en un testimonio falso, la declara inocente de un crimen, lo que la exime de todos los demás, es el triunfo apoteósico, el apoyo del público, la fama y el dinero.

En esta ocasión sí aparece la madre, no de la protagonista, cuyo primer  acto criminal consiste en liquidar a su padre, sino la de su marido, una mujer castradora, dominante, que casi merece  el destino que le prepara su nuera, con el doble objetivo de deshacerse de ella y hacerse con su dinero. Como una mantis religiosa se come a sus amantes cuando  ha disfrutado de ellos y de los  beneficios que le reportan. Muchos años después Rob Marshall tomaría esta idea de las cantantes-asesinas con gran sentido del humor en un musical: Chicago.

Filmada en color y en tono de comedia frívola, tanto por los decorados, como por el atrezzo , el diseño del vestuario,  la vulgaridad del personaje femenino y sus  amantes, transmite cierto sentimiento de sordidez y bizarría,que  provoca más momentos de melancolía que de carajada abierta. Stanislav, como todos los hombres de la historia, se deja seducir por la mujer-pantera, ignorando la joven y bella secretaria que está enamorada de él y dispuesta a esperarle todo el tiempo que haga falta.
Una comedia negra que pertenece a las obras menores de su autor. Basada en ìuna novela de Henry Farrell -autor que ha inspirado films como "¿Qué fue de ìBaby Jane?", "Canción de cuna para un cadáver" o "¿Qué le pasa a Helen?"-, basa todo su juego en el poder de comunicación de la excelente Bernadette . (Fotogramas)

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