Ángeles con caras sucias. Michael Curtiz
Ficha técnica:
Título original: Angels with dirthy faces.
País: Estados Unidos.
Año: 1938.
Duración: 97 minutos.
Dirección: Michael Curtiz
Guión: John Wexley, Warren Duff.
Dirección de Fotografía: Sol Polito,
Música: Max Steiner.
Edición: Owen Marks,
Productor: Samuel Bischoff.
Warner Bros.
Intérpretes:
James Cagney : Rocky Sullivan,
Pat O'Brien : Jerry Connolly,
Humphrey Bogart: James Frazier,
Ann Sheridan : Laury Ferguson,
George Bancroft : Mac Keefer,
Billy Halop : Soapy,
Bobby Jordan : Swing,
Más créditos en Imdb.
Sinopsis:
Un sacerdote presencia impotente cómo los niños marginados de su parroquia sucumben a las malas influencias de un criminal que fue compañero suyo de la infancia. Sin embargo, con el tiempo los dos hombres siguieron caminos muy diferentes: uno abrazó el sacerdocio y el otro se convirtió en un gángster.
Comentario:
Michael Curtiz, un director un tanto oscuro, muy prolífico , (realizó 167 películas), pasó a la historia por una sola película, Casablanca (1942). No obstante hay quien opina que su trabajo, caracterizado entre otras cosas por una compleja manera de mover la cámara, dio lugar a composiciones robustas y texturas matizadas con la iluminación, que siempre es apreciado por el cinéfilo. (Wikipedia).
Intelectualmente es muy ambiguo. En Ángeles con caras sucias, el protagonista Rocky Sullivan (James Gagney), es un delincuente de un barrio pobre , el Lower Esta Side, llamado popularmente Louisiada (una mala pronunciación latina del nombre inglés), un barrio peligroso de clase trabajadora, por el que pululaban niños y jóvenes con harapos y caras sucias, a los que la Gran Depresión llevó a la máxima pobreza. El destino de muchos de estos jóvenes era el de Rocki: primero el reformatorio, después la cárcel, y por último la pena capital.
Esta es la razón por la que cualquiera que se rebelaba, se desprendía del yugo, se convertía automáticamente en líder de los más jóvenes, los ángeles de caras sucias, por lo que resulta ambiguo el final que los humilla, después de haberse negado a recibir asistencia religiosa de su antiguo camarada de barrio.
Comentario:
Michael Curtiz, un director un tanto oscuro, muy prolífico , (realizó 167 películas), pasó a la historia por una sola película, Casablanca (1942). No obstante hay quien opina que su trabajo, caracterizado entre otras cosas por una compleja manera de mover la cámara, dio lugar a composiciones robustas y texturas matizadas con la iluminación, que siempre es apreciado por el cinéfilo. (Wikipedia).
Intelectualmente es muy ambiguo. En Ángeles con caras sucias, el protagonista Rocky Sullivan (James Gagney), es un delincuente de un barrio pobre , el Lower Esta Side, llamado popularmente Louisiada (una mala pronunciación latina del nombre inglés), un barrio peligroso de clase trabajadora, por el que pululaban niños y jóvenes con harapos y caras sucias, a los que la Gran Depresión llevó a la máxima pobreza. El destino de muchos de estos jóvenes era el de Rocki: primero el reformatorio, después la cárcel, y por último la pena capital.
Esta es la razón por la que cualquiera que se rebelaba, se desprendía del yugo, se convertía automáticamente en líder de los más jóvenes, los ángeles de caras sucias, por lo que resulta ambiguo el final que los humilla, después de haberse negado a recibir asistencia religiosa de su antiguo camarada de barrio.
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