Beautiful Creatures. Bill Eagles.
Imagen propiedad de Juanma Pastor, Tanja Fushberger y Rosa Labrandero
Ficha técnica
Título : Beautiful Creatures .
País: Reino Unido.
Año: 2000.
Duración: 84 minutos.
Dirección: Bill Eagles.
Guión: Simon Donald.
Casting: Nina Gold.
Dirección de Fotografía: James Welland.
Música: Murray Gold.
Edición: Jon Gregory, A.C.E.
Productores: Alan J.Wands y Simon Donald.
Diseño de Producción: Andy Harris.
Diseño de Vestuario: Trisha Biggar.
DNA Films asociado con Universal Pictures International
y The Arts Council of England, Snakeman Production.
Intérpretes:
Rachel Weisz: Petula Peploe,
Susan Lynch: Dorothy,
Iain Glen: Tony,
Maurice Roëves: Ronnie McMinn,
Alex Norton: Detective, Inspector George Hepburn,
Tom Mannion: Brian McMinn,
Robin Laing:trabajador del garaje.
Pauline Linch: Sheena,
Joel Strachan: Sargento Binnie,
Ellie Haddington: Maureen,
Paul Higgins: Aidan
Storm: el perro Pluto.
Sinopsis:
Rachel Weisz (La momia) y Susan Lynch (Entrevista con el vampiro protagonizan esta original película de intriga y humor negro. Una noche de tormenta en Glasgow, las vidas de Dorothy y Petula se cruzan a causa de su punto débil: lo mal que eligen a sus parejas. Dorothy está huyendo de su novio y Oetula debería hacer lo mismo. Evasiones, chantaje, asesinato, traición, venganza, una maleta con un millón de libras...¡Y mucho más!
Comentario:
El film, protagonizado por una joven y rubia Rachel Weiz, muy atractiva, aborda el tema de la violencia a la que son sometidas muchas mujeres, atrapadas en lo que Johan Galtung llamó el triángulo de la violencia, clasificándola en estructural, cultural y social, de la que logran salir por una serie de circunstancias azarosas, que no tienen nada de cómicas, aunque algunos lo vean así y disfruten de sus momentos de humor, bastante tristes por cierto. La sociedad actual sigue discriminando a las mujeres y la cultura institucional se encarga de marginar a quienes, como las protagonistas del relato, son demasiado guapas y han osado salirse de los cauces que les marca la sociedad patriarcal, esos railes del ferrocarril con los que se abre y cierra la cinta, que utilizarán en su evasión de ese mundo bizarro que las oprime.
Tanto Petula como Dorothy arrastran una mala noche. Ambas son humilladas, insultadas y apaleadas en público, sin que nadie que intente ayudarlas salga indemne. Esa noche se ha colmado la paciencia de Dorothy, apaleada en un tren a causa de una cuestión insignificante en torno a unos palos de golf y cuando, tras sufrir las agresiones de su compañero, que incluso ha atacado a su perro Pluto, ve que otro hombre agrede a Petula sale en defensa de la mujer sin medir las consecuenias de un acto no premeditado, sino dictado por la indignación. El crimen sitúa a las mujeres al margen de la ley, e irán comprobando cómo funciona la violencia estructural y cultural, protagonizada por el policía que debe protegerlas, un hombre oscuro, sórdido y turbio, que sueña con aprovecharse de ellas y de su delicada situación.
Todos los hombres que intervienen en esta historia abusan de las mujeres de una forma u otra: como seres inferiores, como objetos sexuales, como mujeres al fin y al cabo. Pero la situación límite en que las han puesto sus compañeros ha derribado todas las barreras éticas y morales de las féminas y se les ha ofrecido la posibilidad de enriquecerse a costa de los hombres. Bill Eagles, un experimentado director de filmes de televisión realiza con bastante fortuna esta película de modesta financiación, pero la suficiente fuerza y originalidad como para ser recordada.
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