El dilema. Michael Mann






Ficha técnica:

Título original: The insider.
País: Estados Unidos.
Año: 1999.
Duración: 151 minutos.
Dirección: Michael Mann.
Guión: Eric Roth & Michael Mann,  basado en el artículode 'Vanity Fair'" The man who knew too much" de Marie Brenner.
Casting: Bonnie Timmermann.
Dirección de Fotografía: Dante Spinotti, A.S.C., A.I.C.
Música: Lisa Gerrard, Peter Bourke y Graeme Revell.
Montaje: William Goldenberg, A.C.E., Paul Rubell, A.C.E., David Rosenbloom, A.C.E.
Productores: Michael Mann,  Peter Jan Bruge.
Co-Productor: Michael Waxman.
Diseñode Producción: Brian Morris.
Diseño de Vestuario: Anna Sheppard
Touchstone Pictures y Spyglass Entertainment presentan a Mann/Roth Production y Forward Pass Picture.


Intérpretes:

Al Pacino: Lowell Bergman,
Rusell Crowe: Jeffrey Wigand,
Forward Pass: 
Philip Baker Hall: Don Hewitt,
Christopher Plummer: Mike Wallace,
Diane Vemora: Liane Wigand,
Gina Gershon: Helen Caperelli,
Lindsay Crouse : Sharon Tiller
Debi Mazar: Debbie de Luca.

Sinopsis:

 Dos hombres luchan juntos   para salvaguardar la salud pública, pero no habrán llegado muy lejos cuando descubran las malas formas que emplean las grandes corporaciones para salvaguardar sus intereses,

Comentario:


Michael  Mann comenzó su carrera realizando series para TV y la especificidad del lenguaje televisivo, unida a la cultura de acción norteamericana, maestra de la improvisación, (action painting, jazz, blues..., teorizada por Arnold Hauser o   Giulio Carlo Argan), convierten sus películas en un buen paradigma del cine de acción americano. El abogado de Jeff Wigand advierte a su cliente con un  magnífico ejemplo acerca de su declaración ante un tribunal para exigir compensaciones por los efectos del tabaco en un enfermo de cáncer: " Sé a lo que se enfrenta Jeff y sé lo que se siente. "En la Marina, piloté cazas  A-6  procedentes de portaviones. En combate, las acciones duraban segundos, a veces minutos. Pero lo suyo dura un día tras otro, esté preparado o no..."

El film denuncia la violencia estructural que ejercen las Grandes Compañias , suministradoras de nicotina, que  se aseguran la adicción  de sus clientes al producto de consumo masivo mediante lo que llaman 'Estimulo de impacto' que se  consigue mediante la incorporación a la mezcla  de amoniaco y comarina, (término que se utiliza en la película). No  se detendrán ante la presencia de unas niñas, a las que están dispuestos a hacer todo el daño posible, (privarlas de sanidad, con afecciones pulmonares graves),  con el objetivo de doblegar al padre. La lucha contra otras sustancias aditivas es un simple hito en la lucha con el competidor. ¿Qué les pasa? Pregunta el  entrevistador de 60 minutos de la CBS, Mike Vallace (Christopher  Plummer),  un programa incisivo de gran audiencia? Sencillamente, contesta  Bergman (Al Pacino),  que son gente normal sometida a una presión anormal. Los americanos confían mucho en su opinión pública, capaz de contrarrestar el poder de estas empresas omnipotentes, que comprometen incluso al FBI comprando con enormes sueldos a sus agentes. De esta forma dejan todo atado y bien atado.

Son magníficas las puestas en escena de los enfrentamientos públicos en tribunales, que adoptan la forma de los documentales de los  espacios de noticias  televisivos, acompañados de una música negra muy efectiva en la declaración en el estado de Mississipi. El montaje  del programa para la TV hará el resto, al echar mano de la hemeroteca y  combinar las antiguas declaraciones de ejecutivos de grandes tabacaleras ante los tribumales con las del Vice-Presidente de una compañía , la Wrowns  & Williams , un doctor en química, interpretado por Russell Crowe, despedido  por sus escrúpulos de conciencia, ante la  creación de adictos entre el grueso de la población de forma legal e intencionada. El uso de los semáforos, que dan luz verde a la operación y la música que incluye la interpretación de una voz femenina, relacionan la llegada a casa del héroe, que ha perdido a su familia a causa de su drástica decisión, con el lugarteniente romano que   diseñará Ridley Scott, que nos dejará el legado del célebre personaje de ficción,  Gladiator, que interpretó  de nuevo el carismático Russell Crowe. Como un emperador romano embriagado por la tiranía, hasta la CBS y su programa estrella, dirigido por un entrevistador que se enfrenta con prepotencia  a los ayatollahs, (muy bien traída a cuento la primera secuencia), se tambalea ante una compañía productora de tabaco - Una fusión previa  de la cadena televisiva con la Westinghouse, prevé blindajes millonarios para la Consejera General y  para el Presidente de los informativos, Erick Kluster, de el citado grupo de comunicación. Todo el edificio de la libertad de expresión norteamericana se viene abajo en la  película de Mann:  para conjurar el enfado empresarial y sus terribles consecuencias se a proyectan programas alternativos, para rebajar el valor de las denuncias y dejar al testigo solo. La altanería y soberbia de la CBS frente a los árabes, se disuelve como un azucarillo en un café caliente.

Lowell  Bergman y  Jeff Wigand se quedan solos ante el peligro, como el personaje de Fred  Zimmerman. Cuanto más verdadero sea el testimonio del químico, más daño hace a la empresa, y este hecho abre la guerra sucia: un documental basado en la manipulación y la mentira, y  Mann se atreve a poner  nombre a estos manipuladores y generadores de mentiras: Wall Street Journal y  Washington Post; la primera vez que ambos personajes se ven lo hacen en un territorio neutro: The New York Times. La valentía de directores como  Mann debería obligar a más de uno a tentarse la ropa ante de  hablar de ritmo, fallos de guión o músculo de los personajes. Se prepara una versión sin entrevista, en la que se recurre a una ex-esposa con esclerosis múltiple para presentar al testigo como un desaprensivo, se ha excarvado hasta la devolución de un abrelatas. Todo el poder económico y político al servicio de las grandes compañías. Aquí se acaba la libertad de expresión que protege la primera enmienda de la Constitución americana, algo más difícil que derrotar a los germanos situados al Norte del Limes. Si cualquier espectador quiere asistir a la batalla más dura, emprendida con guante blanco para  no perder las ganancias económicas y mantener la quimera de la libertad de expresión, ésta es la película.

La competencia de los medios y el diferente grado de implicación con otros poderes, permite al periódico más progresista de Estados Unidos iniciar una campaña contra la CBS,  dirigida por un periodista como Bergman, representante de la nueva izquierda americana, surgida en la década de los 60; el reportero  había abandonado su periódico radical, mientras le concedieran la  aireada libertad de expresión en un programa de mayor audiencia,  como 60 minutos, que le permitiera llegar a más gente. Hasta ese momento jamás ningún medio de comunicación le había obligado a respetar una cláusula de  confidencialidad, ahora todo había cambiado y se veía en la misma situación que el químico. Larry King tiene prensa libre, dice, la prensa  sólo es libre  para sus dueños.

Dos monstruos de la interpretación, Al Pacino y Eussell Crowe se encargan de dar credibilidad a un asunto mucho más espinoso que una entrevista con un líder del fundamentalismo musulmán, realidad que se escaquea a los lectores de la prensa mundial.

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