El hombre de acero. Zack Snyder




Ficha técnica:

Título original:  Man of  Steel.
País: Estados Unidos.
Año: 2013.
Duración: 143 minutos.
Duración: Cack Snyder.
Guión: David S.Goyer,  historia de David S.Goyer y Christopher Nolan,  basado en los personajes de Superman creados por Jerry Siegel y Joe Shuster publicados por DC Entertainment
Director de Fotografía: Amir Mokri
Música: Hans Zimmer.
Edición: David Brenner, A.C.E.
Productores: Charles Roven, Christopher Nolan, Emma Thomas, Deborah Snyder.
Productores ejecutivos:  Thomas Tull, Lloyd Phillips, Jon Peters.
Diseño de Producción: Alex McDowell.
Diseño de Vestuario: James Acheson, Michael Wilkinson.


Intérpretes:


Henry Cavill:  Clark Kent / Superman,
Michael Shannon : General Zod,
Amy Adams : Lois Lane,
Diane Lane : Martha Kent,
Kevin Costner:  Jonathan Kent,
Russell Crowe : Jor-El,
Antje Traue:  Faora-Ul ,
Harry Lennix:  General Swanwick,
Richard Schiff:  Dr. Emil Hamilton,
Christopher Meloni : Coronel Nathan Hardy,
Ayelet Zurer: Lara Lor-Van,
Laurence Fishburne : Perry White,
Dylan Sprayberry:  Clark Kent , a los 13 años.

Sinopsis:

Un niño descubre que posee poderes extraordinarios y que no pertenece a este planeta. En su juventud, viaja para descubrir sus orígenes y las razones por las cuales ha sido enviado a la Tierra. Pero el héroe que lleva dentro tiene que emerger para que pueda salvar al mundo de la aniquilación y convertirse en el símbolo de esperanza para la humanidad.


Comentario:


Hay dos sentimientos que suscita el film de Zack Snyder:  la convicción de que el director siente horror vacui, e incluso  terror al silencio- relajante-por-unos-segundos,  y la certeza  de que el nacimiento del Superman del siglo XXI ha descansado sobre la muerte de su padre, en sentido figurado, es decir de su antecesor. La película es claramente multirreferencial, heredera del universo de DC Comics, que con esta cinta  allana el camino para la incorporación de nuevos héroes con poderes, en su particular guerra con Marvel,  adquirida por Giendale,  que  declaró las hostilidades con el lanzamiento de Los Vengadores, (Josh Whedon, 2012),  que agrupaba a los héroes más carismáticos  de la Compañía. En el camino Superman ha perdido todos sus atributos, ha dejado de ser el héroe de traje 'popero' de colorido intenso, ( azul, rojo y amarillo),  muy kitch,   y se ha contaminado de la sobriedad cromática de su compañero de empresa Batman.

Sólo en determinados momentos el film aligera  un tanto  el abigarramiento y barroquismo  y se logran algunos momentos de cierta plasticidad visual; no sólo se presiente la  incorporación de Superman a un colectivo de superhéroes, en la que pierde parte de sus atributos diferenciadores, como el hecho de que era el único que no se disfrazaba para actuar, sino que bajo de su traje cotidiano se escondía una piel multicolor, y no llevaba máscara para ocultar su identidad, lo que lo hacía muy diferente del resto de estos personajes especiales: él era un alienigena que se disfrazaba de hombre, y que  ahora opta por integrarse con los terrícolas y ponerse al servicio de no se sabe qué peligro futuro, ya que los criptonianos han sido extinguidos. Snyder, con el asesoramiento de Christopher Nolan hace un guiso en el que están  presentes los iconos más relevantes del cine de ciencia ficción, de acción e incluso bélico, optando  por una estética apocalíptica de la destrucción inspirada en Roland Emmerich en unos momentos, o Steven Spielberg y su 'Guerra de los mundos' en otros; la presencia de Black Hawks, no sólo protagoniza momentos de humor negro en medio de la destrucción, sino que evoca los filmes belicos de las guerras de Irak.

El sentido del humor, que domina las escenas de acción desenfrenada, convive con un mensaje  religioso de carácter velado, que aflora cuando el  héroe confiesa su edad,  y resulta coincidente con la de Jesús cuando comenzó a cumplir su misión salvadora de la humanidad: 33 años. Ambos habían protagonizado acciones aisladas desde la infancia que ponían en evidencia que eran portadores de poderes sobrenaturales, pero no se habían manifestado ante los hombres como sus salvadores hasta cumplir esa edad. Antes de reunirse con su padre Jor El (Russell Crowe), que le proporciona el disfraz, (una herejía para los fans), confiesa sus cuitas a un sacerdote que le habla de la fe y  la confianza ciega sin buscar explicaciones.

Los momentos de humor son abundantes, y, si nos olvidamos de Superman, el film resulta a ratos entretenido; muchos gags son tan previsibles que te sorprendes a tí mismo pronunciando frases de un diálogo que está por venir, lo que también arranca carcajadas del público. Un título para las nuevas generaciones, que no sientan demasiado arraigo por el viejo héroe, un poco hortera, vestido con mayas y camiseta de color azul eléctrico, prendas que se complementaban con un calzoncillo de color rojo intenso y una S gigante en el pecho, que ahora resulta  que en criptoniano quiere decir esperanza.

La película queda abierta para futuros episodios, como sugiere un indicio muy claro: en la última secuencia Clark Kent se coloca las gafas de pasta negras, que tienen más poder que su propietario: una vez se las coloca no le conoce ni su propia madre. Es curioso que  Lois que lo reconoce de lejos e incluso volando, sea engañada con unos simples cristales puestos delante de los ojos; es la broma tradicional del entrañable Superman.



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