Manuale d'amore 2. Giovanni Veronesi
Ficha técnica:
Título original: Manuale d'amore 2.
País: Italia:
Año: 2007.
Duración: 110 minutos
Dirección: Giovanni Veronesi.
Historia y guión: Giovanni Veronesi, Ugo Chiti y Andrea Agnello.
Director de Fotografía: Tani Cavenari, A.I.C.
Escenografía: Luca Gobbi.
Vestuario: Alfonsina Lettieri.
Música: Paolo Buonvino; edición musical: Radiofilmusica.
Montaje: Claudio Di Mauro, A.M.C.
Coordinador General: Giuseppe Cioccarelli,
Productor: Aurelio De Laurentiis, Luigi De Laurentiis.
Productor ejecutivo: Maurizio Amati,
Filmauro. DeAPlaneta Home Entertainment;
Ficha artística:
Carlo Verdone: Ernesto,
Monica Bellucci: Lucia,
Riccardo Scamarcio: Nicola,
Antonio Albanese: Filippo,
Sergio Rubin: Fosco,
Fabio Volo: Franco,
Claudio Bisio: Fulvio,
Elsa Pataky: Cecilia,
Dario Bandiera: Dario.
Sinopsis:
Cuatro historias de amor tienen como nexo de unión un programa d radio llamado "Manuale d'amore": Eros con la sexi fisioterapeuta Lucía (Monica Bellucci), el amor extremo con la atrevida cocinera Cecilia (Elsa Pataky), la maternidad nos presenta auna pareja obsesionada por tener un hijo y la boda en la que una joven pareja de gays decide irse a España para casarse.
Comentario:
En la segunda entrega de la franquicia, que tiene muchos seguidores entre los que sienten especial debilidad por Italia, Giovanni Veronesi optó por intensificar la carga dramática de los relatos, a costa del humor y la ironía que caracterizaron al primer episodio y alejarse del terreno de la cotidianeidad de la pareja en el proceso de amor/desamor, adentrándose en el universo del deseo y el erotismo emblematizado por dos iconos sexuales: Monica Bellucci y Elsa Pataky.
En un país sometido a la estrecha vigilancia moral del Vaticano, que han conseguido orillar personajes poderosos como Silvio Berlusconi y sus célebres fiestas eróticas en la Villa Certosa, que evocan las de los últimos y enloquecidos emperadores Julios-Claudios, se pone el acento en cuestiones que han ocupado un lugar de privilegio en la agenda política española: la denuncia de la imprudencia en la conducción de vehículos, cuya consecuencia más grave son los accidentes de tráfico y sus secuelas, la homofobia, la fecundación in vitro o los problemas de las madres solteras, que buscan a padres desconocidos. Agenda que no es de despreciar en un país que presenta dos facetas (en el sentido de rostros o apariencias): la más religiosa y la más liberal de Europa. Quien conoce al pueblo italiano conoce su capacidad para sugerir y apenas enseñar, lo que incrementa el erotismo de su discurso; Monica Bellucci y Elsa Pataky son dos iconos eróticos, cuyo desnudo integral se sustrajo a las cámaras, aunque la forma de presentar a estas mujeres invita constantemente al voyeurismo y la escoptofilia del espectador.
Pero si hay algo que llama la atención es la visión que tenía el pueblo italiano de España cuando se hizo el film; Javier Ocaña, crítico del diario 'El País' habla de "cordiales tópicos. y de la visión de España como paraíso de las libertades que tienen sus autores." (Filmaffinity). Pero nuestro país no sólo era contemplado como el primer gran estado europeo que aprobó el matrimonio gay, combatió la violencia de género, por lo que hubo de pagar un gran factura la joven ministra de Igualdad, Bibiana Aido, y modernizó las leyes de interrupción del embarazo, sino que se envidiaba la suerte de los españoles que habían conseguido llevar al poder a un personaje como José Luís Rodriguez Zapatero; quien estaba en este país el día que ganó por segunda vez las elecciones lo puede atestiguar. A ello se suma la realización de películas con el nombre del presidente español, como un documental para la RAI , Viva Zapatero!, que fue cancelado en la segunda emisión, por insultar al gobierno y que mereció la siguiente crítica del diario español ABC: "Es, digamos, un canto o un canturreo a la libertad de expresión. (...) no es por discutirle el título, sino los motivos por los que cree haberlo puesto (...) lo cierto es que el trabajo de Guzzanti es hábil, muy directo y sarcástico (Filmaffinity).
Pero no sólo el film elogia la libertad de los españoles, sino su desarrollo industrial y tecnológico. Una matrimonio que no puede tener hijos, acude a España, y en concreto a Barcelona, para que la mujer sea sometida a una fecundación in vitro. La modernidad de nuestro país se refleja no sólo en estas creencias, sino en las imágenes que las sustentan: clínicas y hoteles de una modernidad que sólo se da en los lugares privilegiados económicamente. ¿Qé ha pasado en tan solo dos o tres años? Nadie lo puede explicar, y tanto esfuerzo no se puede haberse evaporado.
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