Alfie. Charles Shyer




Ficha técnica:

Título original: Alfie.
País: Estados Unidos.
Año: 2004.
Duración: 103 minutos.

Dirección: Charles Shyer.
Guión: Charles Shyer y Elaine Pope, basado en la obra y el guión original de Bill Naughton.
Dirección de Fotografía: Ashley Rowe.
Música: John Powell, Mick  Jagger y Dave Stewart.
Edición: Padraic McKinley.

Vestuario: Beatrix Aruna Pasztor.

Producción: Charles Shyer y Elaine Pope.
Diseño de Producción:  Sophie Becker.

Intérpretes:

Jude Law: Alfie Elkins,
Marisa Tomei: Julie,
Omar Epps: Marlon,
Nia Long: Lonette,
Jane Krakowski: Dorie,
Sienna Miller: Nikki,
Susan Sarandon: Liz,
Gedde Watanabe: Wing,
Dick Latessa: Joe,
Renée Taylor: Lu,
Jeff Herding: Phil.


Sinopsis:

Alfie es un remake de la película de 1966 protagonizada por Michael Cane, dirigida por  Lewis Gilbert, que se basaba en una obra de teatro. Cuenta la historia de un joven londinense que se traslada a New York con el objetivo  mejorar su situación económica y  disfutar  del mayor número de mujeres posible.

Comentario:

El tema que constituye el background del film no es intrascendente y ha hacho correr ríos de tinta e implicado a multitud de cineastas de toda condición o latitud geográfica: la imposibilidad de la pareja, trascendida a cualquier edad, situación económica, orientación sexual o modelo de pareja, ya sea un matrimonio convencional, una pareja de hecho o una relación por interés. El fallo fundamental del film es que parece que esté concebido ad usum de Jude Law, de su  lucimiento personal  y  de la atracción  que ejerce sobre un público  adicto al actor. Choca la primera parte de la historia de gran brillantez, alegría y desenfado  del personaje, un  joven triunfador de Manhattan, que utiliza la limusina que conduce para un empresario chino como 'picadero',  con la segunda en la que la mala conciencia por  estas  experiencias plenas y sin compromiso  le pasan factura, y el tránsito es tan radical que no resulta creíble. El dramatismo se refuerza con una amenaza seria a su salud, una falsa alarma que no justifica la transformación.

Se opta por una puesta en escena en la que el protagonista establece un diálogo constante con el espectador, adoptando una posición frontal y mirando directamente a la cámara, supeditando un relato poético y fluido a este deseo de hacer cómplice a su público, y confiando el rsultado a la capacidad de Jude Law de entretenerlo  con su belleza durante más de hora y media. La conclusión, moralizante, es francamente rocambolesca y  poco verosímil, especialmente por la forma de tratar un  tema nada infrecuente en las relaciones entre un hombre y una mujer,  que no precisa de un alegato final. Aunque el film ha pasado sin pena ni gloria, ha logrado el objetivo de atrapar a los fans del actor, que ha tenido su reflejo de Youtube.

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