Alta Fidelidad. Stephen Frears






 Ficha técnica:

Título original: High Fidelity.
País: Estados Unidos.
Año: 2000.
Duración: 109 minutos aprox.

Dirección: Stephen Frears.
Guión: D.V. DeVincentis,  Steve Pink,  John Cusack y Scott Rosenberg, basado en el libro de Nick Hornby.
Casting: Victoria Thomas.
Dirección de Fotografía: Seamus McGarvey, B.S.C.
Música: Howard Shore. Supervisor: Kathy Nelson.
Edición:  Mick Audsley.
Director artístico: Nicholas Lundy.
Decorador del set: Larry P. Lundy.

Diseño de Vestuario:  Laura Cunningham Baue.
Responsable de Maquillaje: Jeanne Van Phue; maquillaje y peluquería de Ms. Hjejle: Naomi Donne.
Responsable de peluquería: Laura Connoly.

Productores:  Tim Bevan, Rudd Simons.
Co-Productores:  Joan Cusack, D.V.DeVincentis, Steve Pink.
Productores ejecutivos: Mike Newell, Alan Greenspan, Liza Chasin.
Diseño de producción: David Chapman, Therese Deprez.
Touchstone Pictures presenta una producción de  Working Tittle Pictures, asociada con Dogstar Film/New Crime Productions.

Intérpretes:

John Cusack : Rob,
Jack Black: Barry,
Lisa Bonet: Marie De Salle,
Joelle Carter: Penny,
Joan Cusack: Liz,
Sara Gilbert: Anaugh,
Iben Hjejle: Laura,
Todd Louiso: Dick,
Lili Taylor: Sarah,
Natasha Gregson Wagner: Caroline,
Tim Robbins: Jay Ray.,
Catherine Zeta-Jones: Charlie,
Chris Rehmann: Vince,
Bruce Springsteen: Himself,
...

Sinopsis:

John Cusack ("Cómoser John Malkovich") protagoniza a Rob Gordon, el dueño de una tienda de discos de Chicago al borde del cierre: sólo vende discos antiguos, de los de vinilo. El chico es un verdadero fanático de la música, y se pasa el tiempo con sus chalados empleados, el lunático Barry (Jack Black) y el tarado Dick (Todd Louiso). Pero el negocio no es lo único que está haciendo aguas en su vida: la relación con Laura  (Iben Hjejle), su novia de siempre, va mal y acaba dejándole. A partir de ese momento Rob empieza a reflexionar sobre sus desengaños amorosos y lo que significa para él la felicidad.

Comentario:

Stephen Frears hace una película deliciosa sobre la importancia de   lo que te gusta y  no de lo que  que te gustaría ser, o quizás de la angustiosa diferencia entre el ser y el deber ser,  de la  búsqueda en la que perdemos la mayor parte de nuestra vida de forma infructuosa e insatisfactoria. El mayor  acierto de Frears reside en la elección de los tres actores masculinos que son tres auténticos arquetipos de los jóvenes del momento: el entrañable e inigualable Black Jack, un magnífico rockero que nos regala el fin de la película interpretando un tema de Marvin Gaye,  (magnífico), John Cusack, el romántico deprimido, desorientado e insatisfecho propietario de una tienda  de discos, 'Vinilo de Campeonato', y Todd Louiso, actor y realizador, que interpreta al friki, al cultureta, puesto en música muy minoritaria y conocedor de las mayores rarezas y curiosidades de la música beat, pop y de cualquier otra tendencia que merezca la pena ser escuchada.

Stephen Frears abandona el estilo narrativo tradicional, la puesta en escena cinematográfica institucional, rompe con las convenciones y establece un diálogo entre el protagonista y su público. Rob (John Cusack)  apela constantemente al espectador, le hace cómplice de sus elucubraciones mentales, su desasosiego emocional y romántico, sus gustos, sus debilidades, sus novias, sus oportunidades perdidas, etc., y hace listas en las que incluye tan solo cinco de estas obsesiones. Cuando decide financiar como productor un disco de unos jóvenes que practican el skate delante de su tienda, denomina al sello 'Los Cinco Principales'. El recurso de estilo funciona y establece un feedback entre el personaje y el espectador, sustentado en una buena música, una actuación amable de los contrapuestos Louiso y Black y unas chicas que, aunque secundarias, no decepcionan en su papel de acompañamiento y, en cierta medida, satisfacción de los deseos de los chicos, a pesar de su aparente modernidad. Tim Robbins epata en un papel muy breve de 'progre' de manual, sin  importar demasiado a qué dedica su tiempo libre.

Ha llegado el momento de crecer, de abandonar la adolescencia, responsabilizarse del futuro, y pensar en obtener rentabilidad de un negocio que hasta el momento sólo proporciona placer. Barry y Dick se han sumado a Rob en un 'empleo' que no da beneficios, aunque si satisfacción, y en el que se permiten el lujo de no vender sus productos a quien no les cae bien. Una  cameo  de Clerks (Kebvin Smith), en el que unos jóvenes sin futuro se reunen en  un pequeño negocio autónomo , que si  en el film americano eran de chucherías, comida-basura, tabaco o periódicos, el realizador británico transforma en una tienda de música elitista y friki. Magníficos y cuidados títulos de crédito finales, construidos con carteles, pegatinas y cualquier medio de difusión de cartelería de la música del momento.


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