Cookie's Fortune. Robert Altman
Ficha técnica:
Título original: Cookie's Fortune
País: Estados Unidos
Años:1999
Duración: 120 minutos
Dirección: Robert Altman
Guión: Anne Rapp
Casting: Pam Dixon Mickelson, C.S.A.
Director de Fotografía: Toyomichi Kurita
Música: David A.Stewart
Editor: Abraham Lim
Director artístico: Richard Johnson
Decorador del set: Susan J.Emshwiller
Diseño de Vestuario: Dona Granata; supervisor: Susan Kaufmann
Responsable de Maquillaje: Manlio Rocchetti
Responsable de peluquería: Martial Corneville
Productores: Robert Alman y Etchie Stroh
Co-Productores: David Levy, James McLindon
Productor ejecutivo: Willi Baer
Diseño de producción: Stephen Altman
Compañías. October Films, Sandcastle 5 y Elysian Dreams Production
Intérpretes:
Julianne Moore: Cora Duvall,
Glen Close: Camille Dixon,
Chris O'Donnell: Jason Brown,
Liv Tyler: Emma Duvall,
Patricial Neal: Jewel Mae 'Cookie' Orcuit,
Charles S.Dutton: Willis Richmond,
Ned Beatty: Lester Boyle,
Courtney B.Vance: Otis Tucker,
Donald Moffat: Jack Palmer,
Lyle Lovett: Manny Hood,
Danny Darst: Billy Cox,
Matt Malloy: Eddie 'El Experto' Pitts,
Niecy Nash: Wanda Carter.
Randle Mell: Patrick Freeman.
Sinopsis.
En la pequeña ciudad de Holly Spring, Mississippi, Jewel Mae Orcutt, alias 'Cookie' envejece con la única compañía de Willis Richmond, su empleado de color y Emma Duvall (Liv Tyler) , de 17 años. El día antes de Semana Santa, Cookie se suicida para encontrarse con su amado marido Buck. Sus sobrinas Camille (Glen Close) y Cora (Julianne Moore) entran en la casa y encuentran el cadáver. Camille no puede creer que Cookie se haya suicidado, pues supone una desgracia para su familia, quema la nota dejada por Cookie a Willis, haciendo parecer que todo fue un robo.
La investigación policial involucra a muchos ciudadanos de Holly Springs y numerosos secretos de familia salen a la luz después de muchos años.
Comentario:
De Cookie's Fortune se puede decir ante todo que es un film de Robert Altman, en el que en un ambiente de cotidianeidad y fraternidad vecinal, en una pequeña localidad Holly Spring, de Mississippi, donde nunca parece haber sucedido nada extraordinario y los agentes de la ley salen de pesca y comparten ratos de ocio, bebida y juego con sus conciudadanos, incluido Willis Richmond, el empleado de color de la mujer de edad avanzada, Jewel Mae, 'Cokie, que decide quitarse una vida que para ella ya no tiene sentido, desaparecido su compañero de fatigas, su marido Buck. Pero cuando esto sucede afloran los prejuicios de algunas mujeres, portadoras de los valores más conservadores, ante la deshonra que supone que una de ellas se suicide, hecho que debe ser ocultado a cualquier costa.
A partir de estos momentos el comportamiento de Camille (Glen Close) y de su hermana, una mujer fronteriza, Cora (Julianne Moore), que tiene una hija ya mayor, Emma (Liv Tayler), de la que no ha podido hacerse cargo, y que ahora la rechaza, comienzan a comportarse como unas ciudadanas irresponsables que ocultan y destruyen pruebas, que entran y salen de la casa precintada y que aumentan la pesadumbre de otras personas por un mal entendido sentido del honor y la propiedad. La película, por otra parte, no es un alegato agresivo contra nada ni contra nadie, sino una crónica en la que cabe la ironía y el sentido del humor, y en la que Camille acaba mostrándose como lo que verdaderamente es: no una mujer perversa que actúa con rencor y deseo de hacer daño a los demás, sino como alguien que no está en sus cabales, aunque su genio fuerte le haya permitido dominar toda la vida a su hermana, mucho más débil mental que ella, y la haya incapacitado para hacerse cargo de sus responsabilidades de mujer adulta.
Negros y blancos, mujeres y hombres, pequeños delincuentes y policías, conviven en este pueblo donde todos subsisten de su trabajo, ni demasiado bien, ni demasiado mal, se emborrachan en el mismo bar, representan obras en la Iglesia, y el único negro del grupo que protagoniza el film, no es negro del todo, sino hijo de una pareja mixta. Altman no ha querido hacer un alegato contra la ignorancia y la superstición de estos pequeños núcleos de población de los red states, sino que opta por mostrar los conflictos desde un lado positivo, en el que, si bien los prejuicios ocasionan daños colaterales, el buen ambiente entre todos los habitantes los acaba resolviendo. Forma y discurso contribuyen al clasicismo de la narración, en la que el director no asume grandes riesgos,sino que deja una crónica de la convivencia vecinal en estos pueblos surgidos de la necesidad de asentamiento de sus antiguos pobladores, en los que echaron raíces y a los que vuelven si las cosas se tuercen fuera de su patria chica Un clima muy diferente al que se respira en las zonas residenciales suburbanas planificadas, nacidas de la especulación inmobiliaria y proyectadas en los despachos de los arquitectos , que han sido en muchas ocasiones el teatro de grandes dramas a causa del enfrentamiento con los lugareños que no aceptan las violaciones de sus reglas de conducta. El cineasta abandona el cinismo de Vidas cruzadas (1993), o Prêt a porter (1994) y nos muestra otra cara del prisma de la idiosincrasia del pueblo americano, mucho más amable.
Comentario:
De Cookie's Fortune se puede decir ante todo que es un film de Robert Altman, en el que en un ambiente de cotidianeidad y fraternidad vecinal, en una pequeña localidad Holly Spring, de Mississippi, donde nunca parece haber sucedido nada extraordinario y los agentes de la ley salen de pesca y comparten ratos de ocio, bebida y juego con sus conciudadanos, incluido Willis Richmond, el empleado de color de la mujer de edad avanzada, Jewel Mae, 'Cokie, que decide quitarse una vida que para ella ya no tiene sentido, desaparecido su compañero de fatigas, su marido Buck. Pero cuando esto sucede afloran los prejuicios de algunas mujeres, portadoras de los valores más conservadores, ante la deshonra que supone que una de ellas se suicide, hecho que debe ser ocultado a cualquier costa.
A partir de estos momentos el comportamiento de Camille (Glen Close) y de su hermana, una mujer fronteriza, Cora (Julianne Moore), que tiene una hija ya mayor, Emma (Liv Tayler), de la que no ha podido hacerse cargo, y que ahora la rechaza, comienzan a comportarse como unas ciudadanas irresponsables que ocultan y destruyen pruebas, que entran y salen de la casa precintada y que aumentan la pesadumbre de otras personas por un mal entendido sentido del honor y la propiedad. La película, por otra parte, no es un alegato agresivo contra nada ni contra nadie, sino una crónica en la que cabe la ironía y el sentido del humor, y en la que Camille acaba mostrándose como lo que verdaderamente es: no una mujer perversa que actúa con rencor y deseo de hacer daño a los demás, sino como alguien que no está en sus cabales, aunque su genio fuerte le haya permitido dominar toda la vida a su hermana, mucho más débil mental que ella, y la haya incapacitado para hacerse cargo de sus responsabilidades de mujer adulta.
Negros y blancos, mujeres y hombres, pequeños delincuentes y policías, conviven en este pueblo donde todos subsisten de su trabajo, ni demasiado bien, ni demasiado mal, se emborrachan en el mismo bar, representan obras en la Iglesia, y el único negro del grupo que protagoniza el film, no es negro del todo, sino hijo de una pareja mixta. Altman no ha querido hacer un alegato contra la ignorancia y la superstición de estos pequeños núcleos de población de los red states, sino que opta por mostrar los conflictos desde un lado positivo, en el que, si bien los prejuicios ocasionan daños colaterales, el buen ambiente entre todos los habitantes los acaba resolviendo. Forma y discurso contribuyen al clasicismo de la narración, en la que el director no asume grandes riesgos,sino que deja una crónica de la convivencia vecinal en estos pueblos surgidos de la necesidad de asentamiento de sus antiguos pobladores, en los que echaron raíces y a los que vuelven si las cosas se tuercen fuera de su patria chica Un clima muy diferente al que se respira en las zonas residenciales suburbanas planificadas, nacidas de la especulación inmobiliaria y proyectadas en los despachos de los arquitectos , que han sido en muchas ocasiones el teatro de grandes dramas a causa del enfrentamiento con los lugareños que no aceptan las violaciones de sus reglas de conducta. El cineasta abandona el cinismo de Vidas cruzadas (1993), o Prêt a porter (1994) y nos muestra otra cara del prisma de la idiosincrasia del pueblo americano, mucho más amable.
Reconozco que tu lenguaje es tan elaborado que no consigo averiguar si te ha gustado la película jeje, pero me ha gustado mucho leer este comentario de una de mis películas favoritas menos conocidas! Yo creo que la fuerza de Cookie´s fortune es precisamente lo que comentas: su habilidad para contar una buena historia de forma amable sin por ello dejar de lado el trasfondo. El reparto me encanta y la escena de Glenn Close correteando para disimular sus huellas es impagable. Un saludo.
ResponderEliminarRobert Altman siempre es un descanso para el ánimo consternado, y es obvio que en este film ha querido mostrar el lado menos negativo de las relaciones humanas. Podía haber echado mucha más leña en las consecuencias de la mentira de Camille, y en el encubrimiento de su débil hermana, pero ha preferido sacar a flote lo mejor del ser humano.
ResponderEliminarCreo que sabes muy bien, porque eres muy sagaz, que me ha gustado, porque no todo en la vida es tan catastrófico. Estaríamos ante un mundo irrespirable, el cual muchas veces lo es.
Ya te he dicho en otras ocasiones que eres un muy buen contador de historias, y has captado el sentido de lo que quería decir, como no podía ser de otra manera. Un saludo y espero que un día, más pronto que tarde comente uno de tus guiones; ya sabrás por dónde pueden ir las 'críticas'.