Hard rain. Mikael Salomon.

Ficha técnica:

Título original: Hard Rain.
País: Estados Unidos.
Año: 1998.
Duración: 97 minutos.

Dirección: Mikael Salomon.
Guión: Graham Yost.
Casting: Risa Bramon García y Randi Hiller.
Dirección de Fotografía: Peter Menzies Jr., A.C.S.
Música: Christopher Young.
Edición: Paul Hirsch, A.C.E.
Director artístico: Richard Mays.
Decorador del set: Ron Reiss

Diseño de Vestuario: Kathleen DeToro.
Maquillaje: Mike Hancock y Sharon Ilson.
Peluquería: Deena Adair y Michael White.


Productores: Mark Gordon y Gary Levinsohn Production. Ian Brice.
Co-Producción: Christian Slater.
Productor ejecutivo: Allison Lyon Segan.
Diseño de producción: J.Michael Riva.
Paramount Pictures  asociada con  Mutual Film Compan y Polygram Filmed Entertainment, Marubeni, Toho-Towa, Tele-München, BBC, UGC y Nordisk Film.Universal.

Intérpretes:

Morgan Freeman: Jim,
Christian Slater: Tom,
Randy Quaid: Sheriff,
Minnie Driver:  Karen,
Edward Asner: Charlie,
Richard Dysartt: Henry,
Betty White: Doreen.
Mark Rolston:: Wayne,
Peter Murnik: Phil,
Mikael Goojian: Kenny
Dann Florek: Señor Mehlor,
Ricky Harris: Ray,
Wayne Duvall: Hank.

Género: Thriller, acción, aventuras.

Sinopsis:

Cuando las lluvias torrenciales producen el desbordamiento  del rio Midweston, las autoridades se ven obligadas a evacuar la pequeña localidad de Huntingburg, ante la amenaza de una gran inundación y la explosión de la presa por diversas razones.

Mientras el nivel del agua va subiendo, Tom (Christian Slater) y su tío Charlie (Ed Asner)  se disponen a salir de la ciudad conduciendo el furgón blindado que protegen. Sin embargo, de pronto se verán atrapados por el agua y por una banda de atracadores, liderada por Jim (Morgan Freeman) que persiguen el dinero que custodian. A partir de ese momento, su única preocupación será...sobrevivir.

Comentario:

La combinación de grandes desastres naturales, -inundaciones, huracanes, tifones...-, que asolan el solar de los Estados Unidos con frecuencia, y de las tormentas que se desatan en el subconsciente de los hombres donde anida la avaricia y la predisposición a la corrupción, especialmente cuando desaparece  o se debilita la amenaza de los instrumentos que las sociedades se dan para combatir estos bajos institntos y proteger a la mayoría de la población, constituyen el background, el subtexto del film que dirige Mikael Salomon con eficacia y dignidad. La historia está bien ubicada en un contexto en el que la magnitud del desastre puede estar  prevista por los técnicos que controlan el fenómeno, ya sea el paso de un huracán por zonas bien determinadas, cuyos efectos se han podido observar en su itinerario destructor, o la  explosión de una presa, como ocurre en Hard rain, que permite una planificación primitiva de los ladrones, cuyos fallos van a quedar borrados por los efectos devastadores de las aguas,cuya fuerza hace  salir a los muertos de sus tumbas, algo que ocurrió en  Nueva Orleans tras su paso por la ciudad del Huracán Katrina, en el que también se  combinó la fuerza destructiva de la naturaleza con la perniciosa irrupción  de los instintos depredadores de los hombres.

Las balas en los cuerpos de los difuntos no se pueden hacer desaparecer, pero las espaldas de los delincuentes quedan cubiertas por la presencia de un furgón con tres millones de dólares, unos guardianes y unos delincuentes, que justifican su reacción. El desarrollo de los acontecimientos favorece la duda de los hombres más honestos, cuando contemplan como se unen en el delito los defensores y los detractores de la ley. El duelo final se producirá entre los líderes de dos bandas mafiosas: la capitaneada por el Sheriff (Randy Quaid), y la que lidera Jim (Morgan Freeman), el delincuente de oficio. Hasta el más honesto, Tom (Christian Slater),  es tentado, cuando observa que el frente de los ciudadanos honrados es más pernicioso que el de los criminales habituales. El amor, sin melindres ni edulcoramientos,  por una mujer le salvará de la tentación.

Esta historia está narrada con imaginación, sumando elementos del relato de aventuras y de acción, que exigen una plantilla importante de especialistas, a los que Tarsem Singh dedicó su entrañable película The fall: el sueño de Alexandría, (2006), y expertos en efectos especiales y tratamiento informático en postproducción. La acción más espectacular, sin rozar el histrionismo, es la persecución de Tom con  motos acuáticas y  canoas a motor. En estas zonas inundables es habitual que los vecinos posean su barca, motorizada o de remos, para escapar de las aguas en caso de necesidad; esta costumbre da pie al realizador a introducir el humor en el film, protagonizado por una pareja de ancianos que, aconsejados por la experiencia, no quieren abandonar su casa sin poner cepos bajo de las ventanas y en las puertas de acceso a su casa, quedando atrapados en su interior. La explosión de la presa les hará ver que la vida es lo más importante y, a edad avanzada, cambiarán de actitud vital. Siempre hay tiempo para  reaccionar.

Mikael Salomon no deja escapar la oportunidad de  denunciar la idiosincrasia de estos pequeños poblados norteamericanos, con unas cuantas casas que crecen espontáneamente a lo largo de la carretera, y entre cuyos escasos establecimientos no falta el  restaurante de  fast-food con mayor implantación universal: McDonalds, cuyo logotipo se ha convertido en un icono  de Norteamérica. En estos pequeños núcleos poblacionales la ignoracia se transforma con frecuencia en resentimiento, no sólo hacia el foráneo, sino contra  los hijos del pueblo que han  estudiado en la Universidad y han vuelto a su hogar, con una formación que los hace diferentes. El paradigma de esta situación lo constituyen Karen ( Minnie Driver ), una restauradora de arte, que está trabajando en la reparación de los daños que ha sufrido la  Iglesia de  Huttinburg a lo largo del tiempo, y el ayudante del sheriff,  Wayne (Mark Rolston),  que ve en el  desastre nautral y humano la posibilidad de vengarse  de la mujer que rechazó  sus pretensiones amorosas, y  que él  interpretó como un desprecio a su persona y a su formación cultural e intelectual.

Mikael Salomon ha sabido combinar todos estos elementos con elegancia, sin exageraciones y con un buen uso de los medios técnicos a su disposición, y para ello se ha servido de actores con tradición en los géneros que combina: thriller, desastres naturales, aventuras y acción..