Jaque al asesino. Carl Schenkel






Ficha técnica:

Título original: Knight Moves
País: Alemania.
Año: 1992.
Duración: 111 minutos.

Dirección: Carl Schenkel.
Guión: Brad Mirman.
Casting del director: Hank McCann.
Director de Fotografía: Dietrich Lohmann.
Música: Anne Dudley.
Edición: Norbert Herzner.
Director artístico: Gary Pembroke Allen.
Decorador del set: Michael O'Connor.

Diseño de Vestuario: Deborah Everton.Vestuario de Christopher Lambert: Hugo Boss.
Maquillaje: Margaret M. Solomon.
Peluquería: Pauline L. Tremblay.

Productores : Ziad El Khoury y Jean-Luc Defait.
Co-Productor: Dieter Geissler.
Director de producción: Mark Gordon.
Productores ejecutivos: Christopher Lambert, Brad Mirman y Guy Collins.
Diseño de producción: Graeme Murray.
Republic Pictures/El Khoury/Defat Geissler, asociado conn Lamb Bear Entertainment e Ink Slinger Productions.

Intérpretes:

Christopher Lambert : Peter Sanderson,
Diane Lane : Tom Skerrett
Daniel Baldwin: Andy Wagner
Katherine Isobel:  Erica Sanderson.
Sam Malkin : Doctor Fulton,
Charles Bailey-Gates: David Willerman.
Ferdinand Mayne:  Jeremy Edmonds,
Arthur Brauss. vikroe Yurilivich,
Blu Mankuma: Steve Nolan,
Alex Diakun : Viejo profesor, Lutz,

Sinopsis:

La estrategia del juego de ajedrez permite a un psicópata criminal actual a modo de vampiro sobre mujeres jóvenes que osan dormir solas. Un campeón de la especialidad colaborará  con la policía en su condición de sospechoso y conocedor de las reglas del juego, para la captura del asesino.


Comentario:

1972, Estado de Washington, Campeonato de Ajedrez, Una partida entre dos niños,filmada en blanco y negro constituye un antecedente explicativo del thriller que se va a desarrollar a continuación. El público siente una gran atracción por los serial killers , asesinos en serie en español, a los que se les presupone una gran inteligencia que ha activado la parte más maligna de su ser, a causa de un trauma infantil, creencia arraigada en las teorías de Sigmund Freud y Eric From, muy preocupado por la felicidad o infelicidad durante la infancia. Pero Carl Schenkel no ha sido capaz de construir un contraplano que satisfaga estas expectativas, y el resultado es maniqueo, inverosímil y decepcionante.

Durante gran parte de la película dirige todas las sospechas a quien ha sido la víctima del macabro juego desde el primer momento, y había permanecido en la mira del asesino desde que le ganó, siendo niño, una partida de ajedrez, hiriendo en lo más profundo a un pequeño que sólo disponía de su capacidad intelectual para competir con un contrincante rico. Pero no se conforma con despistar al espectador orientando constantemente las sospechas hacia el protagonistas, Peter (Christopher Lambert, sino que va creando pistas falsas, cuando la secuencia inicial, bien delimitada, filmada en blanco y negro y en la que se inscriben los títulos de crédito, dirige al público en una dirección contraria. El equívoco se fundamenta  en la no identificación de estos personajes al comienzo de la historia, que hace dudar al que ve durante casi todo el metraje.

El trabajo de Annde Dudley en la composición de un score diegético e inquietante no va siempre acompañada por la articulación de unas imágenes, que en ocasiones rozan incluso el ridículo. El andamio del ajedrez no sirve para sustentar la credibilidad de la gran inteligencia que se presupone a sus jugadores y la interpretación de ciertas señales tiene mucho más que ver con la intuición que con la práctica de este deporte. En resumen, un film pretencioso en su planteamiento que no logra alcanzar las espectativas que se había planteado.



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