Miss América. Thomas Schlamme






Ficha técnica:

Título original: Miss Firecracker.
País: Estados Unidos.
Año: 1990.
Duración: 102.

Dirección:Thomas Schlamme.
Guión: Beth Henley, basada en la obra "The Miss Firecracker Contest".
Casting: Avy Kaufman y Minfy Marin, C.S.A.
Dirección de Fotografía: Arthur Albert.
Música, compuesta y dirigida por David Mansfield.
Dirección artística: Maher Ahmad.
Edición: Peter C.Frank.
Decorador del set: Debra Schutt.

Diseño de Vestuario: Molly Maginnis,
Maquillaje: Katherine James Cosburn, 
Peluquería: Cydney Cornell.

Productores: Fred Berner/Schlamme-Guadalupe/Allen Production.
Co-Productor: Richard Coll.
Productores asociados: Hellen Pollack
Productores ejecutivos: Lewis Allen y Ross E.Milloy.
Diseño de Producción: Kristi Zea.
Manga Films, Icon, Corsair Pictures


Intérpretes:

Scott Glenn: Mac Sam,
Holly Hunter: Carnelle Scott,
Tim Robbins: Delmoun Williams,
Mary Steenburgen: Elain Rutledge,
Alfre Woodard: Popeye Jackson,
Veanne Cox: Tessy Mahoney,
Ann Wedgeworth: Miss Blue,
Trey Wilson: Benjamin Drapper,
Amy Wright: Miss Mahoney,
...


Sinópsis:

Carmelle Scout, una chica huérfana de Mississipi, se ha criado a la sombra de sus prios. Ahora sueña en ganar el concurso de 'misses' de su  localidad. Sus amigos y familiares no confían en sus posibilidades, pero ella está muy esperanzada.

Comentario:

Thomas Schlamme  le mete un buen palo al constructo de género patriarcal bajo el dominio del hombre blanco, en el que la peor enemiga de  una mujer siempre es otra, generalmente de mentalidad sumisa y obediente al macho. Sus aspiraciones más nobles se canalizan en concursos de bellezas, en los que chicas vulgares se sacan  las espinas de antiguas ofensas y humillaciones. La cámara de Thomas Schlamme es de una inusitada impiedad cuando recorre lentamente los rostros de las jóvenes aspirantes a convertirse en la mujer más guapa de su pueblo, crueldad que evocará Jonathan Dayton en 'Pequeña Miss Sunshine'. Pero no trata mejor a las más maduras, tomadas en ciertas situaciones ridículas que proyectan  imagenes en las  que sólo se puede  ver  sus peinados con   cardados de gran simetría entre todas ellas, ocultando su rostro tras viejas cámaras de fotografiar. Las imágenes fotográficas se convierten en constativas de la realidad, nos devuelven a la niña huérfana con su peluca rubia y su cámara colgada del cuello, con la que capta un sueño que se convertirá en el objetivo  de su vida: emular  a su prima Elain, reina de la belleza, deslumbrante con su espectacular traje rojo, desfilando por las calles del pequeño pueblo en su  real carroza.

La protagonista, Carnelle Scoutt (Holly Hunter) tiene escasas oportunidades de alzarse con tan honorable galardón, en medio de   un 'desfile de momias pintarrajeadas', parafraseando a Tim Robbins. La mirada a estas pequeñas poblaciones en las que la superstición, la ignorancia, la homofobia y la xenofobia constituyen su backgroun espiritual, proporciona un acercamiento a colectividades sofocadas por una hipocresía cultivada durante decenios, capaz de albergar los sentimientos más sórdidos  e inaceptables por la sociedad que ellos mismos han creado. La relación de los dos hermanos,  Delmoun (Tim Robins)  y  Elain, (Mary Steenburgen ),es muy dudosa y sugiere una intensa atracción sexual entre ambos.

Las glorias perdidas, las esperanzas frustradas, los amores imposibles y los sueños que se resuelven en pesadillas son el subtexto que subyace en la estructura profunda de  un film bien realizado, en el que la cámara se sitúa a una distancia media de los personajes, los deja desenvolverse por espacios que los emblematizan y los caracterizan, captados con planos generales y medios, recurriendo al primer plano, más expresivo y caracterizador que psicológico,  en muy contadas ocasiones. Carnelle, vista de forma objetiva, es un icono de una pobre huérfana,  una cenicienta intuitiva que lucha por el premio como una forma de regeneración de su  pasado de chica de pocas luces y de escasa resistencia a los reclamos sexuales de los hombres de la localidad,  que al mismo tiempo favorezca la aprobación de la comunidad.

El combate entre estas mujeres para  convertirse en la novia de América  es triste y patético. Ante un publico sentado en sillas de camping traídas de casa, un escenario bizarro y un  jurado pueblerino, las jóvenes emulan a Scarlett O'Hara en 'Lo que el viento se llevó'; en su segunda intervención en el show la protagonista se envuelve en la bandera de  América, con la ayuda  de su amiga negra, Popeye, (Alfre Woodard),  su 'fiel sirvienta' liberada de la esclavitud , pero sometida y servil. Y es esa pantomina patriotera  y nacionalista, bizarra y cutre, con una tramoyista de excepción, la que le procura el favor del público. Es dificil hallar un revulsivo mayor contra los valores en que se sustenta esta clase de espectáculos en los que la mujer es exhibida como un ternero. Thomas Schlamme nos muestra la otra cara de América, desnuda, sin idealizar, pobre, ignorante y prejuiciosa, la que no dejan ver, generalmente, los focos de Hollywood.

Todos buscan una razón para vivir en este mundo. ¿Qué se puede esperar de la vida? ¿Se puede esperar algo?, se pregunta Carnelle.  No demasiado, le contesta, Sam, (Scott Glenn),   su interlocutor. Delmoun, un loco que sueña con  hacerse filósofo para enseñar a la gente la razón por la que vivir, si bien  entiende que la miseria económica y moral puede ahogar los sentimientos más nobles y no dejarlos aflorar. En este cuento triste la Cenicienta real nunca alcanzará el sueño de desfilar en la carroza de la reina  como su hermanastra, una envidiosa como la del cuento que le negó el  traje rojo de sus sueños para la ocasión más importante de su vida, en la que no esperaba al príncipe sino la aceptación de los demás. Tremenda  interpretación de  de Jolly Hunter, en un  film de Thomas Schlamme, un productor y director de Televisión, que realizó alguna película para la gran pantalla como Miss Améria, 1990 o  Una novia sin igual ,1993.

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