El americano impasible. Phillip Noyce



Ficha técnica:


Tñitulo original: The Quiet American
País: Estados Unidos
Año: 2002
Duración: 101minutos

Dirección: Phillip Noyce
Guión: Christopher Hampton y Robert Schenkkan, basado en  la novela de Graham Greene
Casting: Christine King
Dirección de Fotografia: Christopher Doyle hksc
Música: score: Craig Armstrong
Edición: John Scott
Directores artísticos : Anne Beauchamp, Ian Gracie,Jeffrey Thorp
Supervisor efectos especiale: Steve Courtley

Diseño de Vestuario: Norma Moriceau
Maquillaje: Anita Morgan, Ben Nye Jr., Cheryl Williams, Mree McDonald, Margaret Stevenson

Productores: William Horberg y Staffan Ahrenberg
Co-productor: Kathleen McLaughlin
Productores ejecutivos: Sidney Pollack, Anthony Minghella, Guy East, Nigel Sinclair, Mortiz Borman, Chris Sievernich
Productor asociado: Steve Andrews 
Productor en línea: Antonia Barnard
Diseñode Producción: Roger Ford
Intermedia Films y Miramax Films, Mirage Enterprises, Saga Pictures e IMF Production

Intérpretes:


Michael Caine: Thomas Fowler,
Brendan Fraser: Alden Pyle,
Do Thi Hau Yen: Phuong,
Tzi Ma: Hinh,
Robert Stanton: Joe Tunney,
Holmes Osborne: Bill Granger,
Pham Thi Mai Hon: Hermana de Phuong,
Quong Hai: El General
Ferdinando Hoang: Sr. Muoi.

Sinopsis:


Año 1952: mientras el ejército francés está luchando en Indochina, un joven americano que trabaja para la CIA en ayudas humanitarias y un periodista inglés presencian algunas injusticias que les  llevan  a dejar de ser observadores pasivos.

Crítica:


En el centro de la vorágine que amenaza a Siria, en la que a la guerra civil que padece se suma la amenaza de  bombardeos de las potencias extranjeras, capitaneadas por Estados Unidos, la ONG Médicos sin Fronteras se lamentaba  del uso que hacían las agencias de información de sus denuncias derivadas de las  acciones humanitarias  que realizan para manipular los acontecimientos  y justificar sus atrocidades; este es el caso que denuncia Phillip Noyce en 'El americano impasible', film para el que se sirvió de dos productores ejecutivos de lujo: Sidney Pollack y  Anthony Minghella.

El americano impasible adopta la forma de una buddy movie que enfrenta a dos hombres de  muy  diferente condición: un viejo periodista, procedente de un viejo país colonizador, Inglaterra, Thomas Fowler (Michael Cane), en nómina de un viejo rotativo inglés, caracterizado por la conocida flema británica que le da apariencia tranquila, por un lado, y un joven norteamericano, procedente de un país que no ha tenido colonias ni ha sufrido las terribles guerras mundiales que han desangrado a Europa, Alden Pyle, (Brendan Fraser),  que lucha movido por un ideal: frenar la expansión del comunismo  fuera y dentro de su país teóricamente es  un comisionado para una acción humanitaria concreta: combatir el tracoma. Esta máscara esconde una cruda realidad, la de un agente de la CIA que proporciona diolactón, un plástico lácteo para fabricar explosivos, a los anticomunistas y apoya a un lider sanguinario.

 Tras la apariencia de 'americano impasible' de Pyle (mejor tranquilo o  ciudadano medio nada peligroso), se esconde un monstruo capaz de asesinar para implantar una tercera vía con apariencia de democracia., que pasa por asesinar a mujeres y niños en una plaza  pública muy frecuentada, con el objetivo de  atribuir el atentado a los comunistas y, de este modo,  desprestigiarlos por medio de  la prensa afín; devastadora secuencia en la que dirige el reportaje fotográfico de los cuerpos destrozados por una tremenda explosión  ante las protestas inútiles de un policía vietnamita. Además también traiciona la amistad robándole la amante a Fowler, Phoung, una joven que representa, según él,   todo lo que los americanos quieren erradicar en teoría:  una bella chica, hija de un profesor  a la que la evolución de los acontecimientos  ha llevado a ser  chica de alquiler en un salón de baile primero  y amante  del  viejo periodista amigo, después.

Fowler decide actuar movido por razones tan  humanas como el despecho, al verse despojado de la mujer que ama, pero tambien animado por el sentido del deber y la justicia como la entiende un viejo demócrata, corresponsal de un importante rotativo británico. Mientras un oficial americano le habla del temor de que su hijo enfermo de polio muera, él siente la tragedia  inevitable que se cierne sobre el joven amante de  Phoung, que, al cruzar varias líneas rojas,  une a sus adversarios y escribe su destino cruel. Noyce ha querido representar la figura emblemática del americano que interviene en otro país e interfiere con la persona verdadera, con la que pretende que el espectador se identifique, aunque resulta muy difícil de comprender y empatizar con un hombre que organiza atentados y los fotografía, por mucho que crea en los beneficios de semejante estrategia.

Tremenda película que  denuncia los caminos tortuosos y canallescos  que siguen las potencias para buscar la paz, tomando partido en las guerras, e incrementando la ayuda armamentística a los países en conflicto, es decir aumentando la venta de armas o componentes  para fabricar explosivos potentes como el diolactón, e incluso organizando ellos mismos atentados que atribuyen a sus enemigos, casi siempre comunistas, en  tiempos de Guerra Fría, hallando una justificación  en  el temor al  efecto dominó que  acabaría extendiendo el comunismo a toda la zona, incluída Australia, el país natal del director.

El viejo periodista, nacido en  un país colonizador,  se había habituado a la vida del colono en Vietnam; sabía lo que quería, disfrutaba de los colores de los sabores del país asiático, de la compañía de mujeres jóvenes, especialmente su concubina Phoung  y comenzaba a costarle caro a su periódico por su escaso rendimiento, tres artículos en un año. La amenaza de verse 'deportado' a Inglaterra le empujó a meterse en la selva y observar de cerca al elegido par representar la tercera vía: el general Thé, que le puso en la pista de los negocios del joven Pyle. Éste tuvo  la osadía  de herir al viejo león en los dos costados:  arrebatarle lo que más quería, su amada concubina,  y enrolarse en una guerra sucia, muy alejada de los procedimientos del viejo gentleman  a causa de  su entusiasmo por combatir el comunismo e implantar esa tercera vía. Creía que hacía lo correcto, aunque poco a poco  se verá obligado  a enfrentarse a la sangre y los cadáveres reales que provocan sus menejos y actuaciones criminales, lo que irá minando sus creencias, como le ocurrió al propio  pueblo americano.

En el amor y la guerra todo está permitido, advierte Fowler al policía francés que intuye al menos una parte del conflicto, pero desconoce las razones de los comunistas para asesinar al asesino. En la guerra muere gente, advierte el viejo zorro, que no tiene  el más mínimo deseo de volver a su pacificada Inglaterra y al hastío de su vida cotidiana, cuando, a su edad, está viviendo al límite, algo que no ha sabido valorar el joven agente de la CIA al provocarlo y herirlo tan  profundamente.


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