Grupo salvaje. Sam Pekinpah




Ficha técnica:

Título original: The bild bunch
País: Estados Unidos
Año: 1969
Duración: 141 minutos

Dirección: Sam Peckinpah
Guión: Walon Green y Sam Peckinpah, basadoen una historia de Walon Greeny  y Roy N. Sickner
Dirección de Fotografía: Lucien Ballard, A.S.C. Panavisión/Technicolor
Música: Jerry Fielding
Edición: Louis Lombardo
Director artístico : Edward Carrere.
Efectos especiales: Bud Hulburd

Diseño de Vestuario: Gordon T. Dawson; supervisor: Gordon Dawson
Maquillaje: Al Greenway 


Productor: Phil Feldman
Productor manager: William Faralla
Productores asociados: Roy N. Sickner.
Compañías. Warner Bros. Pictures/SevenArts presentan a Phil Feldman Production; distribución Warner Bros.-Seven Arts


Intérpretes:

William Holden: Pike
Enest Borgnine: Dutch
Robert Ryan: Thornton
Edmond O'Brien: Sykes
Warren Oates: Lyle Gorch
Jaime Sánchez: Angel
Ben Johnson: Tector Gorch
Emilio Fernández: Mapache
Strother Martin: Coffer,
L.Q. Jones: T.C.
Albert Dekker: Harrigan
Bo Hopkins: CrazyLee
Dub Taylor: Wainscoat

Sinopsis:

Sin duda la  película Grupo Salvaje del director Sam Peckinpah, una importante historia de forajidos abatidos pero unidos por un código de honor, está considerada como uno de los mejores westerns de todos los tiempos. En 1994 fue completamente restaurada de un modo impecable, nunca visto desde su estreno en 1969-  Cuenta la historia de un grupo de veteranos atracadores de bancos que viven al margen de la ley y que actúan en la frontera entre los Estados Unidos y México, se ven acorralados a la vez por unos cazadores de recompensas y por el ejército méjicano, en plena revolución de Pancho Villa.

Comentario:

Si algo quedó claro tras la aportación de Eisenstein al desarrollo y formación de un nuevo lenguaje, el cinematográfico, es que la edición, cutting and pasting, (cortar y pegar) se convierte en el sujeto de la enunciación que marcará el estilo discursivo del cineasta, acción que con Sam Pekinpah llega al paroxismo en el momento en que se realiza el film, lo que da un gran protagonismo al montador Luis Lombardo, que es quien tiene las tijeras, aunque deba plegarse a las decisiones del director; este papel dominante del  que realiza la edición empujó a Frank Capra a aprender el oficio para ser el único artífice de su obra. Con el director de Grupo Salvaje  nació la generación MTV, a la sombra de de la cadena estadounidense,  que se caracterizaba por su acción rápida y violenta (fast faced). Mas 'Grupo salvaje' no  sólo es notable por la rapidez del montaje, sino por un uso estético de la ralentización de las imágenes cuando la cámara captura a los caballos o a los hombres en escorzos imposibles, recurso utilizado con una maestría insuperable, que tiene, a su vez, un efecto perverso en la celebración de la violencia.

La primera secuencia  parece querer contradecir el axioma de Rousseau de que el hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo pervierte: unos niños juegan con un alacrán, animal de fuerte  picadura venenosa, que puede llegar a ser letal, devorado por cientos de hormigas rojas, a las que, concluida su merienda, y casi al final del film, acaban quemando, mientras sonríen con sus bocas desdentadas. Este hecho encierra también otra metáfora: los violentos lo son  porque la gran mayoría, aunque menos virulenta, soporta en silencio sus amenazas y violaciones, algo que queda en evidencia cuando, tras la masacre final, comienza el éxodo de  los más débiles, (mujeres y niños fundamentalmente), tras la muerte de los maridos e hijos varones a manos de cuatro pistoleros, que siembran el desconcierto en un ejército sin capacidad, sometido también a la dictadura.

Pekinpah denuncia en otros momentos el  abuso del poder y la fuerza, no sólo el que se ejercita contra los nativos mejicanos por el ejército al servicio de la dictadura de Porfirio Díaz, los terratenientes y el imperialismo colonial moderno, que ha levantado a las guerrillas capitaneadas por Pancho Villa, sino la que ejercen los gringos enrolando a adolescentes para enfrentarse con auténticos bandoleros, experimentados criminales que toma a su servicio para defender a los convoyes cargados de armas.Las cámaras de Ballard se detienen ante estos guerreros confiados, de aspecto adolescente, que duermen seguros ante unos brutos barbudos de  dentadura muy deteriorada por su mala alimentación, estilo de vida y escasos recursos, que roban con el objetivo de comprar algún día un pequeño rancho.

Con esta ilusión la mayoría ha llegado a viejo, y malviven en un universo enrarecido en el  que pululan empresarios del ferrocarril, ejércitos del Norte y del Sur de Río Grande, bandidos y la escoria de la humanidad, los rateros- los que preceden a los cuervos en el saqueo de los cadáveres, los que se llevan aquello que era útil a los muertos para la vida, los desarrapados del mundo del crimen, secuencia que reproducirá Patton (Franklin J.Schaffner, 1970) en otro escenario-, todos ellos vigilados de cerca por los revolucionarios de Pancho Villa.

La película es de alguna manera, al menos en el subtexto, una buddy movie, en la que dos antiguos camaradas, Pike y Dutch, expertos en el uso de las pistolas con las que se han ganado la vida  y han llegado hasta la edad del jubileo ( vemos que William Holden tiene dificultades para subir al caballo por una antigua herida), pero que se siguen queriendo y respetando, se enfrentan en bandos opuestos a los que les ha conducido una disputa, que ha acabado con el segundo,  Dutch (Robert Ryan), en la cárcel a la que no quiere volver bajo ningún concepto, razón por la que se pone al servicio del ejército, capitaneando a  un grupo de carroñeros sin escrúpulos.

Pero ni uno ni otro siente ningún respeto por esas 'hormigas rojas', que podrían acabar con todos ellos si se lo propusieran, algo de lo que nos hace cómplices el ojo indiscreto de la cámara, al principio y al final de la película, primero en un poblado blanco de americanos del norte, donde aprovechan una procesión cívica para hacer una matanza de ciudadanos, y después en la última secuencia, en la que repiten su hazaña con los méjicanos ya sodomizados y prostituidos (literal) por su propio ejército. Duele la forma en que se jubilan de esta vida los cuatro forajidos, presentados como héroes, que deciden morir matando, unos genocidas sin principios, tratados de forma épica y embellecidos mediante un ejercicio constante de cámaras lentas, contrapicados  o cualquier otro recurso que los enaltezca   ante la marabunta que pisan sin miramientos

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