Pactar con el diablo. Taylor Hackford





Ficha técnica:

Título original: The Devil's Advocate
País: Estados Unidos
Año:  1997
Duración: 144 minutos


Dirección: Taylor Hackford
Guión: Jonatham Lemkin, Tony Gilroy
Casting: Elizabeth Mark
Dirección de Fotografía: Andrej Bartkowiak
Música: James Newton Howard
Edición: Mark Warner
Director artístico: Dennis Bradford

Diseño de Vestuario:
Maquillaje: Aldo Signoretti

Productores: Anne Kopelson, Arnold Kopelson, Arnon Milchan
Productores ejecutivos: Barry Bernardi, Erwin Stoff, Michael Tadross, Steve White, Taylor Hackford
Diseño de producción: Bruno Rubeo
Compañías: Warner Bros Pictures, Taurus Film, New Regency Pictures, Kopelson Entertainment

Intérpretes:

Al Pacino
Keanu Reeves
Charlize Theron
Judith  Ivey
Connie Nielsen
Craig T.Nelson


Género: Drama.

Sinopsis:

Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un joven y brillante abogado que nunca ha perdido un caso. Vive en Florida y parece feliz con su esposa Mary Ann (Charlize Theron). Un día, recibe la visita de un abogado de Nueva York que representa a un poderoso bufete que tiene la intención de contratarlo. Al frente de la prestigiosa empresa se encuentra John Milton (Al Pacino), un hombre mundano, brillante y carismático, que alberga planes muy oscuros con respecto a Lomax.

Comentario.

La avaricia, la soberbia, la vanidad dominan el mundo y se erigen en representantes del lado más oscuro del ser humano, el dominio del diablo ejerció su poder durante todo el siglo XX , una gran depresión, dos guerras mundiales y otras locales, y se está rearmando  a comienzos del XXI; la forma que adopta en el film es la de sus lacayos en el ejercicio de uno de los tres poderes en que Montesquieu dividió el dominio de las gentes: el judicial. Si bien  el pueblo ejerce, aunque sea de forma deficitaria, su soberanía en la elección del poder que legisla e indirectamente al ejecutivo, no tiene ningún control sobre el tercero, el que puede privar de libertad a las personas o aplicarles la pena capital, sancionarla económicamente o dejarla desamparada ante los  abusos de los poderosos.

Siendo tan grande este poder, que en el film de Taylor Hackford adopta la forma de un showman, rodeado de bellas mujeres y dotado de gran atractivo, el pueblo llano sólo lo sufre, y la escasez de recursos económicos le impide llamar a las puertas de la justicia, ese enorme  muro ante el  que Kafka se sentía impotente. Taylor opone al todopoderoso, que arraiga en el mundo de los abogados que venden su alma en la defensa de clientes del diablo, el libre albedrío, la capacidad que tiene el hombre de elegir y de la que tanto  habla el cine americano.

Es un film impersonal, bien ejecutado por un realizador profesional, cuyo realizador, a pesar de los medios puestos a su disposición, no logra crear un producto personal, inquietante, ni tan siquiera impactante por su belleza, no logrando emocionar  la  explosión  visual final en la que el equipo echa el resto, y nos intenta impresionar con una gloria demoniaca en movimiento, en la que los pequeños ángeles son sustituidos por hombres y mujeres provocativamente desnudos.

El cartel de esta película ha dado muchos juego en los vídeos e imágenes virales en la red, y seguro que un gran número de lectores se han sentido atraidos por el carisma de sus protagonistas. Nos gustaría conocer su opinión.


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