Papa genial. Dennis Dugan

Ficha técnica:

Título original:  Big Daddy
País: Estados Unidos
Año: 1999
Duración: 100 minutos.

Director: Dennis Dugan
Guión: Adam Sandler, Steve Franks, Tim Herlihy
Dirección de Fotografía:
Música: Teddy Castelluci
Edición: Jeff Gourson
Dirección artística: Rick Butler

Diseño de Vestuario: Ellen Lutter, Heidi Schullman
Maquillaje: Ann Pala, Carla White, Victor DeNicola

Productores: Jack Giarraputo, Sidney Ganis
Productores asociados: Allen Covert, Michelle Holdsworth
Productores ejecutivos: Adam Sandler, Joseph M. Carracciolo, Robert Simonds
Diseño de producción: Perry Andelin Blake
Compañías: Jack Giarraputo Productions, Out of the Blue Entertainment; distribución: Columbia Pictures

Intérpretes:

Adam Sandler
Joey Lauren Adams
Jon Stewart
Cole Sprouse
Josh Mostel
Leslie Mann
Allen Covert,
Robert Schneider
Kristy Swanson
Joseph Bologna

Sinopsis:

Un abogado treintañero, Sonny Koufax (Adam Sandler), que se niega a crecer y asumir las responsabilidades de los adultos, a medida que sus amigos se van casando, empieza a comprender que si no cambia su actitud se va a acabar quedando solo el resto de su vida. La vida le da una oportunidad de hacer algo que llene su vida y pone a su alcance la posibilidad de adoptar a un niño de cinco años.

Comentario:

Esta película de 1999 ha perdido toda su vigencia tras la primera crisis global, una de cuyas consecuencias más importantes es que muchos treintañeros, e incluso algunos que han rebasado la barrera de los cuarenta, han regresado a ocupar su habitación de adolescentes en la casa de sus padres, que dudan entre darles una paga semanal y dejar que se sigan formando permanentemente, lo que en este contexto suena a broma, o les pagan el autobús para que les sea rentable ir todos los días a ocupar un puesto de trabajo que les da para el transporte y el almuerzo. Terminada la jornada laboral, el horario lectivo en el master o en la tercera o cuarta carrera, vuelven a su espacio privado a navegar por facebock o a escuchar música y ver cine  pirata.

Tras este preámbulo, al volver la vista atrás vemos a un joven, hijo de una familia acomodada, que habita en un apartamento neoyorquino de dos alturas, paredes enladrilladas, grandes alturas y muebles de diseño, que no trabaja en nada porque puede permitírselo; todavía le quedan algunos amigos tan integrados en el  dolce far niente como él, divertidos, implicados en los juegos del niño y unos padres como jamás el pequeño pudo soñar. Le enseñan  a ser políticamente incorrecto, a vestirse como le venga en gana y a enfrentarse a los adultos que les amargan la vida; come comida basura, se infla a ketchup, vomita en cualquier parte y mea en la vía pública. Es el niño más feliz del mundo, algo que la sociedad no puede tolerar.

El film es a ratos divertido, a ratos demagógico, pero tiene buena intención y es divertido. Es sorprendente el debate  que se montó en torno a 'Papa genial' demuestra que no estábamos tan desorientados en nuestra introducción. Hay quien se ha pasado la vida entera aconsejando a los demás sobre cómo educar a los niños, y, ahora cuando estos pequeños han llegado a la edad adulta y se les ha privado de todo, incluido un trabajo digno, han desaparecido todos del mapa. ¿Qué quiere hacer en principio el Sony Koufax? Evitar todas las situaciones que conducen al choque generacional y al desamor entre hijos y padres, y probablemente no tenga la respuesta, aunque logra acercarse al niño de cinco años y como consecuencia a su propio padre, en una secuencia entre lacrimógena y bizarra que busca limar las aristas de las provocaciones que se reparten por  toda la película.

Si somos capaces de dejar de lado los prejuicios durante hora y media