Caos. Tony Giglio




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Ficha técnica:

Título original: Chaos
País: Canadá/Estados Unidos/Reino Unido
Año: 2005
Duración: 106 minutos

Dirección:  Tony Giglio
Guión: Tony Giglio
Dirección de Fotografía: Richard Greatrex
Música: Trevor Jones
Edición: Sean Barton
Directores artísticos: Paolo Venturi y Nancy Ford
Decoradores del set: Nathalie Morin, Carl Baron, Bryan Anderson

Diseño de Vestuario : Bobby Read
Jefe de maquillaje y diseño de peluquería: Anne Spiers

Productores: Huw Penalt Jones, Gavin Wilding y Michael Derbas
Diseño de producción: Chris August
Compañías: Current Entertainment, Pierce Williams

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Intérpretes:

Jason Statham: Quentin Conners
Ryan Philippe : Shane Dekker
Wesley Snipes: Lorenz
Henry  Czerny: Capitán Martin Jenkins
Justine Waddell: Teddy Galloway
Nicholas Lea: Vincent Durano
Jessica Steen: Karen Cross
Rob LaBelleJohn Cassini: Bernie Callo
Damon Johnson:  Brandon Dax

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Sinopsis:

Cinco ladrones encapuchados y vestidos de negro entran por la mañana en un banco y toman a todos como rehenes. El cabecilla de la banda, Lorenz (Wesley Snipes),  exige negociar con el detective Quentin Conners, que había sido separado del cuerpo por matar accidentalmente a una mujer a la que intentaba librar de un individuo que la mantenía como rehén. A  medida que avanza la investigación se va descubriendo un enorme complot para robar con procedimientos informáticos en millones de cuentas trasladando el dinero a otras que el sistema va creando.

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Comentario.

Statham es el heredero de la generación que le precede en el protagonismo del cine de acción: Bruce Billis, Morgan Freeman, John Malkovich. Los nuevos actores caminan a pasos acelerados hacia la inverosimilitud cada vez mas exacerbada, haciendo exhibición de una fuerza hercúlea capaz de derribar puertas blindadas con una simple patada bien administrada, que incrementa la ansiada adrenalina de su público y les garantiza unas horas de diversión. El problema del film de Tony Giglio es que, cuando'mata' al héroe, que luego no resulta ser tal, y deja toda la acción a cargo de un  imberbe, un guapo jovencito sin carisma, el hijo de un respetado y desaparecido policía, que debe ganarse la aceptación de sus compañeros, el asunto decae, pues el mantenimiento del nivel de testosterona exige la presencia constante del matón en pantalla haciendo burradas, como en la perturbada  y loca saga  de Crank, a cargo de los más deequilibrados todavía,  si esto es posible, Neveldine y Taylor.

En el background  de la historia el hartazgo de unos policías de poner cotidianamente sus vidas en peligro a cambio de unos pocos dólares y una medalla, un trozo de metal barato, si pierden la vida o quedan incapacitados durante la acción, cuando pueden, gracias a su información privilegiada, acceder a la riqueza de la que disfrutan otros  que, al fin y a la postre, llegaron en su  mayor parte  a su situación privilegiada con métodos espurios. Fue Honoré de Balzac quien decía que "detrás de una gran fortuna hay siempre un gran crimen" (máxima que aparecía en la Posada Roja). Y no son pocos quienes disfrutan con estas historias, en las que hombres con coraje, deciden coger un trozo de la tarta más grande que el que la sociedad tiene destinada para ellos. Claro que, para que haya un listo, tiene que haber  al menos un millón de imbéciles (sabio refrán popular).El escritor francés escribió, por necesidades económicas apremiantes, más de 137 novelas e historias interconectadas y agrupadas bajo el título de 'La comedia humana', que llegaba a su público lector por entregas, en las que intentaba demostrar  que 'los individuos tienen una capacidad limitada de energía espiritual, que se disipa a través de la actividad creativa o intelectual o mediante la actividad física" (Wikipedia), axioma que valida el cine de acción.

El fallo de Tony Giglio es no darse cuenta de este principio y dejar casi la mitad del film en  manos de un actor sin carisma, un buen chico al que el espectador desea proteger y que genera más temor, por su propia integridad física, que la emoción que busca el fan,  y arrebatar al público al hombre de acción, para hacerle reaparecer en un final esperado y previsible, aunque descarnado y opuesto a la ética de la defensa del orden público a ultranza presente en el subtexto de este tipo de películas. Final que desvela al policía representado por Statham como un auténtico antihéroe que abandona la trinchera de los hombres honestos para ingresar en el club de los ricos, que disfrutan de avioneta propia y beben champagne a cualquier hora, dejando a su joven colega con tres palmos de narices, perdido entre la masa y desorientado en el hall del aeropuerto.¿Cuál de los dos es el héroe de las masas? Shane Dekker (Ryan Philippe) se queda sin trofeo y con la cabeza llena de heridas; A  Quentin Conners le espera el paraíso en un paraíso fiscal (valga la redundancia). La siguiente generación habrá olvidado cómo consiguió su fortuna.


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