Crank. Veneno en la sangre. Mark Neveldine y Brian Taylor

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Ficha técnica:

Título original:  Crank
País: Estados Unidos
Fecha: 2006
Duración:

Guión y Dirección: Mark Neveldine y Brian Taylor
Casting: Deborah Aquila, C.S.A. y Trisha Wood, C.S.A.; Jennifer Smith
Dirección de Fotografía: Adam Biddle
Músia original: Paul Haslinger
Edición: Brian Berdan, A.C.E.
Dirección artística: Chris Cornwell
Decorador del set: Betty Berberian
Coordinador de especialistas:  Darrin Prescott

Diseño de Vestuario: Christopher Lawrence
Supervisor de efectos de maquillaje: Guy Himber
Jefe de Departamento de Maquillaje: Elisabeth Fry
Jefe de Departamento de Peluquería: Kenneth Walker

Productores: Tom Rosenberg, Gary Luchesi, Richard Wright;; Skip Williamson, Michael Davis
Produtores ejecutivos: David Scott Rubin, Eric Reid, Michael Paseornek, Peter Block
Diseño de Producción: Jerry Fleming
Lionsgate Production, Lakeshore Entertainment asociado con h@radical

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Intérpretes:

Jason Statham: Chev
Amy Smart Eve
José Pablo Cantillo: Verona
Efren Ramirez: Kaylo
Dwight Yoakam: Doc Miles
Carlos  Sanz : Carlito
Reno Wilson: Orlando
Edi Gathegi : Haitian Cabbie
Glenn Howerton : doctor del hospital
Jay Xcala : Alex
Keone Young : Don Kim
Valarie Rae Miller : Chocolate

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Sinopsis:

Chev Chelios (Jason Stathan) está a punto de comenzar su mañana cuando reibe una llamada  inesperada. Aturdido, prácticamente inmóvil y con su corazón casi sin palpitaiones, oye la voz del matón Ricky Verna que le desvela que ha sido envenenado mientras dormía y que sólo le queda un día de vida. La única oportunidad que tiene Chev de sobrevivir es mantenerse en movimineto;  sólo con adrenalina podrá impedir que el veneno llegue a su corazón y lo acabe matando. Mientras corre el reloj Chelios se ve obligado a correr por las calles de Los Ángeles, provoando el caos y arrollando a todo el que se interpone en su camino. Tendrá que rescatar a su novia Eva del peligro que la acecha y dar on el antídoto que le podrá salvar la vida.

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Comentario.

¿Qué se puede esperar de una historia en la que su protagonista ha sido envenenado y, si se para,  muere? La única forma de sobrevivir unas horas es generando adrenalina de cualquiera de las formas posibles y todas imaginables porque responden a un planteamiento muy antiguo de lo que significa vivir a tope. Importa poco que el plot sea creíble o no, lo que importa es la metáfora y no existe la menor duda de que cualquier espectador la sabe interpretar,  porque hace alusión a cuestiones muy  primarias. Cosa bien diferente es que todos generemos adrenalina de la misma forma, pero Neveldine y Taylor se dirigen a un público adicto al cine de acción que aspira a involucrarse sensorialmente en unos acontecimientos que no dejen el más mínimo espacio a la reflexión sobre nada ni sobre nadie.

No hay tiempo para detenerse a mirar las mafias que actúan, aunque queda bien claro por el aspecto  físico de los componentes de cada grupo; todos juntos, a un lado y otro de la pantalla persiguen un único objetivo: saber qué va a ocurrir finalmente con Chev. Las cámaras se aceleran y se precipitan corriendo detrás de este personaje enloquecido y frenético que lucha desesperadamente por su salvación, como si de una guerra entre la vida y la muerte se tratara y el reportero tuviera que estar pendiente desde cualquier punto y en cualquier ángulo atento al desenlace. No es pues de extrañar que la película haya fomentado las sensaciones más contrapuestas, entre quienes optan por un modo de vida tranquilo y dedicado a la reflexión sin sobresaltos, y que optan por un cine al que siguen llamando de autor, y quienes prefieren vivir una vida loca mientras puedan y su cuerpo resista, como le ocurre al protagonista. Esto explica las críticas tan dispares que ha provocado un film en el que, más que nunca, la forma es el discurso.