Amor en juego. Peter y Rober Farrelly
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Ficha técnica:
Título original: Fever Pitch
País: Estados Unidos
Año: 2005
Duración: 105 minutos
Dirección: Peter y Robert Farrelly
Guión: Lowell Ganz y Babaloo Mandel. basado en la novela de Nick Hornby
Dirección de Fotografía: Matthew F.Leonetti
Música: Craig Armstrong
Montaje: Alan Baumgarten
Diseño de Vestuario: Sophie de Rakoff
Productores: Drew Barrimore, Alan Greenspan, Amanda Posey, Gil Netter, Nancy Juvonen y Bradley Thomas.
Diseño de Producción: Maher Ahmad
Fox 2000 Pictures, Flower Films (II), ELC Productions Ltd, Widgaze Films, Alan Greenspan Productions. Mars Media Beteiliguns
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Intérpretes:
Drew Barrymore : Lindsey Meeks,
Jimmy Fallon : Ben Wrightman,
Jason Spevack : Ben joven,
Jack Kehler : Al,
Scott H. Severance :Artie,
Jessamy Finet : Theresa,
Maureen Keiller : Viv,
Lenny Clarke : Tío Carl,
Ione Skye : Molly,
KaDee Strickland :Robin.
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Sinopsis:
Lindsay cree haber encontrado en Ben al chico ideal. Todo resulta ideal hasta que empieza la temporada de béisbol y ha de competir con los Boston Red Sox, su verdadera gran pasión, que pondrá en cuestión las relaciones de la pareja recién establecida con Ben, y explica el por qué ha permanecido libre hasta el momento.
Críticas:
En pocas ocasiones Pablo Kurt se ocupa personalmente de un film y es cuando, al parecer le interesa; ésta es una ocasión, ante una película de los Hermanos Farrelly,que han recibio muy buenas críticas, con algún que otro reproche, curiosamente de la prensa más conservadora, por el abandono de su línea agresiva, provocadora e incluso escatológica: " Segunda (y americanizada) adaptación de la novela del inglés Nick Hornby (autor también de "Alta fidelidad"). La primera versión, "Fuera de juego" (Fever Pitch), con un toque más agrio y menos romántico, la dirigió en 1997 David Evans. En esta los hermanos Farrelly cambian el mundo del fútbol por el béisbol, y Londres por Boston, al tiempo que se dejan sus obscenidades en casa. Realmente necesitábamos otro remake tanto como necesitábamos otra comedia romántica con Drew Barrymore, pero lo cierto es que "Amor en juego" resulta finalmente una simpática película que se beneficia de un personaje masculino con gracia y empatía. No hay apenas nada nuevo, todo es previsible, pero el encanto de la ciudad de Boston y una primera parte entretenida hacen que sea llevadera. La película relata la historia de Ben, un profesor de escuela que se enamora de Lindsey, una joven mujer de negocios. Todo parece ir bien, pero como es un irresponsable resulta que cuando su equipo... ¡uy! Les dejo, que juegan Federer y Nadal por la tele. (Pablo Kurt. Filmaffinity).
Joaquín R. Fernández, (La Butaca.net) se muestra menos entusiasmo ante el film de los Hermanos Farrelly: " Los hermanos Peter y Bobby Farrelly, los mismos que en su día perpetraron "Dos tontos muy tontos", parecen dispuestos a se-guir los pasos de Paul y Chris Weitz, otra pareja de cineastas uni-dos por lazos de sangre que, al igual que ellos, se hicieron famo-sos gracias al éxito de una comedia gamberra y desvergonzada ("American pie"). Es obvio que la carrera de los responsables de "Algo pasa con Mary" está cambiando y que ambos desean evolu-cionar y alejarse poco a poco del género que les dio a conocer, y aunque es loable ese intento de madurar, algo que casi consiguie-ron en "Amor ciego", me temo que aún no son capaces de presen-tarnos un largometraje en el que se combine con tiento el humor y la seriedad."
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Comentario:
El prólogo, muy valorado y aplaudido nos introduce en el perfil de los personajes de los protagonistas, especialmente en el de Ben Wrightman (Jimmy Fallon), al que contempla desde una perspectiva romántica, idealizada y muy alejada de la realidad, cuyo comportamiento, de darse en la vida real, acabaría pronto con sus huesos en la calle; traslada a sus alumnos en su coche particular, unos pre-adolescentes que le exigen que pise el acelerador de su modesto coche y que eleve la potencia del reproductor de música, les arrea cachetes y los utiliza de escudo de sus pequeñas faltas. La visión romántica del hombre o mujer bien formado, que sacrifica su vida por una vocación, se dedica a desbravar jóvenes por un escaso sueldo, está compensada por su comportamiento friki, un nerd que viste con la camisa por fuera de los pantalones, se santigua a cada ocasión y vive una vida entregada al béisbol, que lo convierte, en demasiadas ocasiones, en un ser absolutamente descerebrado. Decididamente optamos por los gamberros amorales de siempre, menos toquiteados moral y sentimentalmente.
Lindsey, (Drew Barrymore), la mujer de negocios eficaz y eficiente no tiene absolutamente ningún desperdicio: no es capaz de compatibilizar su vida sexual con el trabajo, de tanta pasión como le pone, lleva su ordenador al campo para no perder tiempo y su vida comienza a naufragar. La llegada a su lugar de trabajo de un hombre guapo, competitivo, un auténtico ganador, puede suponer un obstáculo para un joven que imparte unas clases muy, pero que muy particulares, un Peter Pan al que no le gana nadie en simpatía y colegueo con los jóvenes: es el hombre más divertido que existe. Pero todo suena a falso y forzado en el personaje de este maestro de secundaria, que guarda el teléfono en un guante de béisbol, cuya bizarría guarda relación con las imágenes de ese camión- trailer arrastrado por un sólo hombre que emite la televisión mientras él duerme.
La película es tierna y distrae y la realización es madura y un poco más cuidada y menos televisiva que las comedias-blockbuster de los Hermanos Farrelli, y, en algunos aspectos, contacta con la realidad al representar las contradicciones de una pareja, en tono de comedia, sin la profundidad con que se plantean su imposibilidad directores como Bergman, cineastas de zonas frías y emociones contenidas. Nuestro protagonista es siempre el más divertido, el rey de todas las fiestas, empezando por su propia clase, en la que es el 'rey del mambo', pero acaba planteándose por qué ella sigue soltera con treinta años; rápidamente resuelve el silogismo: es una mujer tan intransigente que le aparta de una afición que supone una parte importante de su vida. Pregunta que se hacían las chicas acerca de la soltería de él, al comienzo de la relación.A partir de este momento la comedia gira lentamente hacia el drama y comienzan a ponerse en evidencia el contexto socio-cultural tan diferente en que se mueve la pareja, tan incompatible que exige la renuncia de cualquiera de los dos en pro de la convivencia, si no feliz, al menos tranquila.
Si algo podríamos haber agradecido a los Hermanos Farrelli es el haberse sumado al carro de esa imposibilidad trascendida de la pareja, magníficamente representada por esas imágenes nostálgicas y tristes de las calles solitarias por las que deambula Ben tras ser rechazado por Lindsey, pero opta definitivamente por el acuerdo, por crear la ilusión de la convivencia feliz y en paz de una ejecutiva triunfadora y un profesor friki y romántico, que carece de móvil y se comunica con los demás por señales de humo; curiosa la forma que tiene la mujer de comunicarse con él en el momento climático del film. Se puede ver.
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