El Consejero. Ridley Scott
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Ficha técnica:
Título original: The Counselor
País: Gran Bretaña/USA/Espana
Año: 2013
Duración: 117 minutos
Dirección: Ridley Scott
Guión: Cormac MacCarthy
Dirección de Fotografía: Dariusz Wolski.Color
Música: Daniel Pemberton
Edición: Pietro Scalia
Diseño de Vestuario: Janty Yates
Productor: Ridley Scott, Nick Wechsler, Paula Mae y Steve Schwartz
Productores ejecutivos: Cormac McCarthy, Mark Huffman, Michael Schaefer, Michael Costigan
Diseño de Producción: Arthur Max
Compañías.Productora: Scott Free Productions, Kanzaman, Nick Wechsler Productions, Translux,20th Century Fox. Distribuidora: 20th Century Fox: distribuidora: Hispano Fox Films
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Intérpretes:
Michael Fassbender . El Consejero
Javier Bardem : Reiner
Cameron Diaz : Malkina
Penélope Cruz: Laura
Brad Pitt : Westray
Natale Dormer: La Rubia
Dean Norris:
Bruno Ganz: Diamond Deale, traficante de diamantes
Rosie Pérez: Ruth
Barbara Dunkin: Alex
Tobby Kebbell: Tony
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Sinopsis:
Escrita por el novelista Cormac MacCarthy en forma de guión directamente para el cine por primera vez en su carrera de escritor, El consejero narra la historia de un respetado abogado del sudoeste de los Estados Unidos que se introduce en el mundo del tráfico de drogas,. El Consejero –cuyo nombre no es revelado–, al que da vida Michael Fassbender, es un abogado que se ve tentado a introducirse en un mundo turbio y peligroso para hacer dinero rápidamente. No tarda en aprender que una sola decisión mala puede tener consecuencias espeluznantes e irreversibles. Aunque le avisan repetidamente de los posibles peligros de meterse en este negocio, la arrogancia le impedirá echar el freno. Se encuentra perdido cuando una serie de acontecimientos imprevistos provoca trágicas consecuencias para él y para su novia Laura, (Penélope Cruz).
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Notas de producción: Foxprensa:
El legendario realizador cinematográfico Ridley Scott y el autor galardonado con el Premio Pulitzer, Cormac McCarthy (No es país para viejos), han unido sus fuerzas en el thriller cinematográfico El Consejero, interpretado por Michael Fassbender, Penélope Cruz, Cameron Díaz, Javier Bardem y Brad Pitt. McCarthy, novelista que debuta como guionista, y Scott entretejen el ingenio y el humor negro característicos del escritor, con un escenario de pesadilla en el que los antiguos deslices de un respetado abogado a propósito de un acuerdo comercial ilegal, se descontrolan por completo.
Contada con ingenio y, al cabo, con violencia y patetismo, es un cuento con moraleja sobre el error de tentar al destino. “Trata”, dice Cormac McCarthy, “de personas que se ven envueltas en algo de lo que deberían haberse mantenido al margen”.
Apodado en una ocasión el “Shakespeare del Oeste”, los inolvidables personajes de McCarthy han cautivado la imaginación de millones de lectores.
McCarthy vendió el guión a los productores Nick Wechsler, Steve Schwartz y Paula Mae Schwartz, el trío responsable de la adaptación de La carretera. Poco después, Ridley Scott leyó el guión y quiso transformarlo en su siguiente película. Scott comenzó a reunir a su equipo de colaboradores habituales, incluidos el director de fotografía Dariusz Wolski (‘Piratas del Caribe’, ‘Alicia en el País de las Maravillas); el diseñador de producción Arthur Max, ganador del premio BAFTA (‘Prometheus’, ‘Seven’, ‘Gladiator’) –que volvió a formar equipo con Scott después de ‘Prometheus’–; y la diseñadora de vestuario ganadora del Oscar®, Janty Yates (‘Prometheus’, ‘Gladiator’). El Consejero supone la novena colaboración de Max con Scott, y la octava ocasión que Yates trabaja junto al aclamado realizador. El montador Pietro Scalia, A.C.E., (‘Prometheus’, ‘JFK (caso abierto)’) dos veces ganador del Oscar, se une a Scott por séptima vez.
Todos los temas clásicos de Cormac están en la película: una opinión de que la humanidad no es intrínsecamente buena… aunque las personas siempre tengan elección, y a menudo nos equivoquemos al elegir. Toda elección tiene consecuencias y en ocasiones uno vive y muere con ellas. Por tanto, es un cuento con moraleja”. Confundido con el derrotero que lleva al personaje que da título al guión hacia un inexorable desastre, se halla el humor negro tan propio de Cormac McCarthy. “Creo que en todo hay humor”, dice Scott. “Los personajes son mercancías averiadas; resultan atractivos pero todos ellos se han escabullido y han caído en picado en sus respectivas profesiones”, lo que lleva a momentos de humor inesperados. Mae Schwartz observa que “las novelas de Cormac son conocidas por unos diálogos plenos de fuerza. . El diseñador de producción Arthur Max se dio cuenta de la densidad de la prosa de McCarthy, que no sólo era análoga al estilo de dirección de Scott sino también a la visión del director.
Junto con la decoradora de interiores, Sonja Klaus, Max trabajó partiendo de la premisa de que el Consejero no era simplemente un abogado normal que hubiera acumulado algunas deudas graves. “Creo que su personalidad tiene algo más básico que le lleva a la necesidad de permitirse un estilo de vida que supera por completo cualquier cosa que le rodee”, dice Max. “Era necesario que su ambiente reflejase un cierto nivel de refinamiento y elegancia, y que hubiera elegido todo con cuidado”.
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Críticas.
En contra de lo que se afirma en las notas de producción de Foxprensa, Antonio José Navarro sostiene que" No cabe imaginar dos universos creativos tan antitéticos como el del escritor norteamericano Cormac McCarthy y el del cineasta británico Ridley Scott. Según nuestro crítico preferido "El Consejero" es un film tan atractivo como decepcionante, debido al choque de la narrrativa dura de Cormac MacCarthy con el cine blando de Ridley Scott (..) se lee como una genuina pulp fiction de los años treinta: sexo, drogas y violencia, en el marco de la frontera mexicano-estadounidense. Un espacio físico y metafórico el cual nos descubre que la vida, la verdadera vida, y el mundo relativamente civilizado en el que creemos vivir, carecen de reglas y de moralidad: los crímenes más atroces se cometen, simplemente, porque pueden llevarse a cabo (casi) con total impunidad." La constatación de esta cruel realidad ha favorecido el nacimiento, en el marco del constructo de género, de dos nuevos verbos que la recogen: empoderar y desempoderar, que señalan a los verdugos y a sus víctimas.
Antonio José Navarro critica a Scott por la dignificación de este universo de hampones, abogados corruptos, traficantes de diamantes y narcos transfronterizos, "mediante un tratamiento tremendamente ornamental de la fotografía, con sus pictóricos claroscuros (...) o una plástica de los cuerpos, de los rostros, del vestuario, tan vintage como poco creíble (...) De este modo "no es un película redonda. Le falta el nervio, el carácter, la mala uva de McCarthy y los Hermanos Coen en No es país para viejos'"
La crítica, en general, no se ha mantenido en este tono justo, sino que ha sido demoledora, calificando la película como un rollo, un completo error, un producto absurdo y poco original, película mediocre, en la que pesan en exceso los diálogos; Peter Travers (Rolling Stone) profundiza un poco más y la define como una monótona reflexión sobre el capitalismo en forma de thriller
José Arce (La Butaca) de otra clave, que puede explicar el rechazo de la crítica americana."El primer guion cinematográfico de Cormac McCarthy tenía todas las papeletas para convertirse en una de las películas de la década, y aunque no lo consigue puede considerarse una película notable en forma y fondo. Eso sí, es anticomercial hasta lo suicida."
McCarthy vendió el guión a los productores Nick Wechsler, Steve Schwartz y Paula Mae Schwartz, el trío responsable de la adaptación de La carretera. Poco después, Ridley Scott leyó el guión y quiso transformarlo en su siguiente película. Scott comenzó a reunir a su equipo de colaboradores habituales, incluidos el director de fotografía Dariusz Wolski (‘Piratas del Caribe’, ‘Alicia en el País de las Maravillas); el diseñador de producción Arthur Max, ganador del premio BAFTA (‘Prometheus’, ‘Seven’, ‘Gladiator’) –que volvió a formar equipo con Scott después de ‘Prometheus’–; y la diseñadora de vestuario ganadora del Oscar®, Janty Yates (‘Prometheus’, ‘Gladiator’). El Consejero supone la novena colaboración de Max con Scott, y la octava ocasión que Yates trabaja junto al aclamado realizador. El montador Pietro Scalia, A.C.E., (‘Prometheus’, ‘JFK (caso abierto)’) dos veces ganador del Oscar, se une a Scott por séptima vez.
Todos los temas clásicos de Cormac están en la película: una opinión de que la humanidad no es intrínsecamente buena… aunque las personas siempre tengan elección, y a menudo nos equivoquemos al elegir. Toda elección tiene consecuencias y en ocasiones uno vive y muere con ellas. Por tanto, es un cuento con moraleja”. Confundido con el derrotero que lleva al personaje que da título al guión hacia un inexorable desastre, se halla el humor negro tan propio de Cormac McCarthy. “Creo que en todo hay humor”, dice Scott. “Los personajes son mercancías averiadas; resultan atractivos pero todos ellos se han escabullido y han caído en picado en sus respectivas profesiones”, lo que lleva a momentos de humor inesperados. Mae Schwartz observa que “las novelas de Cormac son conocidas por unos diálogos plenos de fuerza. . El diseñador de producción Arthur Max se dio cuenta de la densidad de la prosa de McCarthy, que no sólo era análoga al estilo de dirección de Scott sino también a la visión del director.
Junto con la decoradora de interiores, Sonja Klaus, Max trabajó partiendo de la premisa de que el Consejero no era simplemente un abogado normal que hubiera acumulado algunas deudas graves. “Creo que su personalidad tiene algo más básico que le lleva a la necesidad de permitirse un estilo de vida que supera por completo cualquier cosa que le rodee”, dice Max. “Era necesario que su ambiente reflejase un cierto nivel de refinamiento y elegancia, y que hubiera elegido todo con cuidado”.
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Críticas.
En contra de lo que se afirma en las notas de producción de Foxprensa, Antonio José Navarro sostiene que" No cabe imaginar dos universos creativos tan antitéticos como el del escritor norteamericano Cormac McCarthy y el del cineasta británico Ridley Scott. Según nuestro crítico preferido "El Consejero" es un film tan atractivo como decepcionante, debido al choque de la narrrativa dura de Cormac MacCarthy con el cine blando de Ridley Scott (..) se lee como una genuina pulp fiction de los años treinta: sexo, drogas y violencia, en el marco de la frontera mexicano-estadounidense. Un espacio físico y metafórico el cual nos descubre que la vida, la verdadera vida, y el mundo relativamente civilizado en el que creemos vivir, carecen de reglas y de moralidad: los crímenes más atroces se cometen, simplemente, porque pueden llevarse a cabo (casi) con total impunidad." La constatación de esta cruel realidad ha favorecido el nacimiento, en el marco del constructo de género, de dos nuevos verbos que la recogen: empoderar y desempoderar, que señalan a los verdugos y a sus víctimas.
Antonio José Navarro critica a Scott por la dignificación de este universo de hampones, abogados corruptos, traficantes de diamantes y narcos transfronterizos, "mediante un tratamiento tremendamente ornamental de la fotografía, con sus pictóricos claroscuros (...) o una plástica de los cuerpos, de los rostros, del vestuario, tan vintage como poco creíble (...) De este modo "no es un película redonda. Le falta el nervio, el carácter, la mala uva de McCarthy y los Hermanos Coen en No es país para viejos'"
La crítica, en general, no se ha mantenido en este tono justo, sino que ha sido demoledora, calificando la película como un rollo, un completo error, un producto absurdo y poco original, película mediocre, en la que pesan en exceso los diálogos; Peter Travers (Rolling Stone) profundiza un poco más y la define como una monótona reflexión sobre el capitalismo en forma de thriller
José Arce (La Butaca) de otra clave, que puede explicar el rechazo de la crítica americana."El primer guion cinematográfico de Cormac McCarthy tenía todas las papeletas para convertirse en una de las películas de la década, y aunque no lo consigue puede considerarse una película notable en forma y fondo. Eso sí, es anticomercial hasta lo suicida."
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