Pequeñas mentiras sin importancia. Guillaume Canet
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Ficha técnica:
Título original: Les petits mouchoirs. Año: 2010 .
Duración: 145 min.
País: Francia.
Duración: 148
Director: Guillaume Canet.
Guión: Guillaume Canet.
Casting: Laurent Couraud, Adèle Bruchert, Lynda Mekaoui
Música: Varios. Pierre Gamet, Jean Goudier, Jean Paul Hurier, Marc Doisne
Fotografía: Christophe Offenstein.
Decorados: Philippe Chiffre
Diseño de Vestuario: Carine Sarfati
Jefes de maquillaje: Thi-Than-Tu Nguyen y Manuela Taco
Efectos especiales de maquillaje: Guillaume Castagne, Frédéric Laine
Jefes de peluquería: Gérald Portenart, Sophie Asse
Productor: Alain Attal
Productor ejecutivo: Hugo Sélignac
Productora: Les Productions du Trésor / Europa Corp. / M6 Films / Caneo Films / Canal+ / Cofinovag / La Compagine Cinematographique Europeenne / Panache Productions
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Ficha artística:
François Cluzet: Max,
Marion Cotillard: Marie,
Benoît Magimel: Vincent,
Gilles Lellouche Eric,
Jean Dujardin: Ludo,
Pascale Arbillot: Isabelle,
Joel-Dupuch: Jean-Louis
Edouard Montoute: compañero de Ludo,
Valérie Bonneton,
Laurent Lafitte
Anne Marivin,
Louise Monot : Léa,
Joel Dupuch,
Hocine Merabet,
Maxime Nucci: Franck,
Mathieu Chedid : Raphael,
Nikita Lespinasse: Virginia, la figurante,
Marc Maire: Arthur,
Neo Broca : Elliot,
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Sinopsis:
Max, el propietario de un restaurante de éxito, y Véro, su esposa, una
mujer ecologista, .invitan como todos los años a un grupo de amigos a
su casa de la playa para celebrar el cumpleaños de Antoine y el
comienzo de sus vacaciones. Pero este año, cuando iban a abandonar
París, su amigo Ludo sufre un serio accidente. Este accidente tendrá
reflejo en las vacaciones del grupo, y afectará a las emociones de sus
integrantes que irán revelando poco a poco su personalidad, y las
pequeñas mentiras en que se sustentan la relaciones humanas y en las
que los espectadores se irán viendo reflejados en un sentido u otro.
Pequenos trucos, tics contagiados del audiovisual mainstream, que sin
embargo no anulan la naturalidad del intenso retrato grupal de Canet.
(Elena Duque. Cahiers du Cinema, mayo 2011).
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Comentario.
Pequeñas cosas sin importancia es un film coral, una sucesión de scketches y gags al
estilo de Woody Allen, pero en vez de ser realizada por un americano
enamorado de Europa, está hecho por un francés con influencias
norteamericanas, que ambienta su film con música de Creedence Clearwater Revival, Janis Joplin, Anthony & The Jhonsons...
y referencias al cine de Gus Van Sant o Dennis Hopper. Sus personajes
no van al psiquiatra o el psicoanalista, aunque buena falta les hace.
Max es el personaje más neurótico, cínico y perverso del film y cree
que la amistad se puede comprar; está cargado de prejuicios
pequeño-burgueses y manías; no es capaz de plantearse la vida como el
huraño Boris Yelnikoff (Si la cosa funciona)
y se siente amenazado y atormentado por una confesión de uno de sus
mejores amigos. Su actitud provoca constantemente la carcajada abierta
del espectador.
La droga, la marcha nocturna, la ambigüedad sexual, lastra a ciertos
miembros del grupo, y uno de ellos, Ludo, cae víctima de los excesos de
unos jóvenes ya no tan jóvenes. Ni la crisis económica, que se cita de
pasada, ni la gravedad del amigo, suponen una barrera para salir de
vacaciones, pasearse en barco, disfrutar de la buena mesa y el buen vino
y mostrar con el discreto encanto de la burguesía sus grandes
contradicciones. El personaje encarnado por Marion Cotillard, cuya cama
está rodeada de libros por todas partes y muestra la actitud más
librepensadora de todos ellos, sin importarle la raza, sexo o condición
de sus amantes, compensa sus frivolidades con la huida a países
exóticos, para colaborar con alguna ONG.
Hubiera sido una comedia más que aceptable si el director no hubiera
sentido la necesidad de compensar este retrato algo despiadado de la
clase social que representa con un final regeneracionista, lacrimógeno y
melodramático, que causa sonrojo; implícitamente ya estaba todo dicho.
Grandes pecados exigen grandes arrepentimientos; conmueve ver a Marion Cotillard llorar a lágrima viva, como una niña y algún que otro gesto de sus amigos que es mejor olvidar. A pesar de hacer un
canto al respeto de la sexualidad ajena, consigue muchas sonrisas cada
vez que Max teme por su integridad física, cuando se le acerca un
pretendido 'marica'. Sin embargo si que acepta el numerito de su amigo
Ludo, evocado en una película casera, travestido e imitando los
espectáculos gays. Dice Elena Duque que en sus reacciones, gestos y dinámica es fácil verse reflejado. Creo que todos no.
Le journal la califica de "genial, divertida y emotiva", cualidades que no se perciben bien en un drama en el que toda la historia gira en torno a un accidente mortal, prejuicios sexistas, hipocresías, mala conciencia y falsedades. Al parecer cada uno se divierte de una manera y este grupo de amigos lo hace salvajemente y con pocos miramientos a los demás. La visión que se da del músico independiente es paternalista y penosa
Le journal la califica de "genial, divertida y emotiva", cualidades que no se perciben bien en un drama en el que toda la historia gira en torno a un accidente mortal, prejuicios sexistas, hipocresías, mala conciencia y falsedades. Al parecer cada uno se divierte de una manera y este grupo de amigos lo hace salvajemente y con pocos miramientos a los demás. La visión que se da del músico independiente es paternalista y penosa
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