El secreto de la esfinge. George Mendeluk

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Ficha técnica:

Título original: Riddles of the Sphinx
País: Reino Unido/Canadá
Año: 2008
Duración: 95 minutos

Dirección: George Mendeluk
Guión: Brook Durham y Kevin Leeson
Casting:  Laura Brooke Toplass, c.s.a. y Judy LeeU.S. Donald Paul Pemrick  y Dean E. Fronk.
Director de Fotografía: Anthony Metchie
Música: Michael Richard Plowman
Edición: Gordon Williams
Efectos visuales: Race Rocks Digital Inc.


Diseño de Vestuario: Beverly Wowchuk

Productores:  Lindsay Macadam, Kim Arnott, Jamie Goehring
Productores ejecutivos : Tim Cox, Richard Titus, Tavin Marin Titus, Stanton W.Kamens, Kirk Shaw
Diseño de Producción : James Jazell
Insight Film Studios, Sphinx Production, Plinyminor UK, Trijbits Productions

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Intérpretes:

Dina Meyer
Lochlyn Munro
Mackenziw Gray
Donnelly Rhodes
Emily Tennant


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Sinopsis:

Un astrónomo y un criptógrafo, descubren una serie de antiguos túneles que esconden una mortífera esfinge. Con el fin de que la esfinge vuelva a la tumba y no destruya la Tierra, nuestros exploradores deberán resolver una serie de mortales enigmas.

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Comentario:

El film adolece de un mal principio: el protagonista, un profesor, un criptógrafo experto que domina once idiomas, siete modernos y cuatro lenguas muertas, que recomienda a sus alumnos leer 'Guerra y Paz' de Leon Tolstoi, es un repelente, un hombre privado de carisma, que se esconde como Superman tras sus gafas, detrás de  una erudición impresionante, pero que en el fondo es un gran aventurero. Empezamos bien.  Tan bien  que ni un buen guión, un buen ritmo o un trabajo correcto de los actores, lo va a poder  salvar del naufragio.

El personaje carbura, él solito, que la sala del conocimiento ¿? quizás se halle en un plano dimensional diferente y que no es de extrañar que las piedras radiantes se encuentren en una situación similar. Un buen cuento para relatar a infantes desprevenidos en una tarde domingo por parte de un 'padre culto', capaz de formular la teoría del 'multiuniverso: multiples universos se amontonan unos encima de otros, existiendo todos en el mismo plano espacial. La esfinge es la marca donde coinciden nuestro mundo y el mundo donde se encuentra la sala del conocimiento; sólo necesitamos la llave. Este discurso es pronunciado en una avioneta, en cuya cabina se encuentran el arqueólogo, su hija y una compañera aventurera que trabajaba con él en 'El Vigilante', una instalación secreta del gobierno; al padre se le escapa un exabrupto y las caras de los adultos son del manual del pijo.

Ya en el terreno de la aventura aparece sobre su cabeza el sombrero de Indiana Jones, -claro que le falta el resto-,, dando lecciones a todos, antes de la penetrar en otra dimensión; la aparición del 'comando' en Bagdad, así como otras incursiones en el mundo de la política y la geoestrategia, son penosas y casposas.

No sólo es una película aburrida, sino un film deformante y contracultural por el rechazo que producen los personajes, especialmente el padre y la hija; si el padre es listo la hija tiene unos conocimientos de física y química aplicada, impropios de su edad; mientras, la mujer del grupo es una Lara Croft vestida de negro, que poco o nada tiene que ver con el papel protagonista que adquiere en las investigaciones, en las que se enfrentarán con monstruos de otras dimensiones. Razón por la que no se entiende el empeño 'erudito' en ubicar la acción en escenarios 'reales'. Pero, no importa, es una película para ver en el seno de una 'familia culta' que no se hace preguntas, sólo se evade, mientras los retoños aprenden que hubo una cultura importante en Babilonia, otra en Egipto o en Asiria, y que había esfinges en Egipto. Si estudian mucho serán como la niña y su padre.

Finalmente surge el hombre de acción, que se enfrenta al malo, otro hombre del gobierno que modifica los códigos para acceder al conocimiento, con el argumento de que información es poder  saliendo de su propia boca. Finalmente será víctima de su propia avaricia.