My Blueberry Nights. Wong Kar Wai






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Ficha técnica:

Título original: My Blueberry Nights
País: Estados Unidos
Año: 2007
Duración: 96 minutos

Dirección: Wong Kar Wai
Guión: Wong Kar Wai y Lawrence Block, basado en una historia de Wong Kar Wai
Casting: Avy Kaufman
Dirección de Fotografía: Darius Jhondji, a.s.c., a.f.c.
Música. Score: Ray Cooder; supervisores: Steve Macklam y Guadalupe Jolicoeur
Edición: William Chang Suk Ping
Coordinador de especialistas: Max Maxwell, Brian Smyl
Director artístico: Judy Rhee

Diseño de Vestuario: William Chang Suk Ping y Sharon Globerson
Responsable de maquillaje: Nuria Sitia
Responsable de peluquería:Mandy Lyons


Productor: Wong KarWai, Jacky Pang Yee Wah
Productor ejecutivo: Chan Ye Cheng
Productor en línea: Alice Chan y Pamela Thur-Weir
Diseño de producción: William Chang Suk Ping
Studio/Canal asociado con  Block 2 Pictures, Jet Tone Films Production

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Intérpretes:

Norah Jones: Elizabeth
Jude Law: Jeremy
David Strathairn : Arnie
Rachel Weisz:  Sue Lynne
Natalie Portman: Leslie
Chan Marshall: Katya

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Sinopsis:

Después de sufrir un desengaño amoroso, Elizabeth (Norah Jones) decide romper con todo e iniciar un viaje por América con la intención de iniciar una nueva vida lejos de los fantasmas del pasado. En su viaje a través del país se encuentra con una serie de personajes enigmáticos que influirán en su forma de ver el mundo. La historia está enmarcada entre el paisaje urbano de New York y las espectaculares vistas de la Ruta 66.

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Comentario.

My Blueberry Nights es la aventura americana en la que se embarcó e hizo aguas el muy valorado cineasta de Shanghái, Wong  Kar Wai. De nuevo el tiempo, la imposibilidad de detenerlo  y la visión nostálgica del pasado, que los personajes contemplan con deseos de superar, se convierte en el protagonista de este film, en el que Jeremy (Jude Law), un joven de Manchester atrapado en New York y propietario de un café, conserva las llaves de las puertas de las casas de algunos clientes porque no quiere cerrarlas del todo, aunque el hecho de que permanezcan abiertas no significa que se puede recuperar lo que en otro momento se perdió. Elizabeth inicia un camino de búsqueda y volverá al punto de partida; Jeremy se quedará donde está esperándola, como espera siempre. Ambos han sufrido el mismo desengaño, pero para ella la puerta permanecerá abierta.

Fiel a su estilo los hechos se suceden en ese bucle estilístico que lo caracteriza, en el que los personajes vuelven a revisitar su pasado para comprobar si pueden volver a sentir lo mismo o si sus sentimientos se han amortiguado y han acabado por desaparecer.  Arnie y Sue Lynne no pueden vivir juntos, son incompatibles, pero cuando él muere, ella vuelve al lugar en el que lo conoció. El tren elevado que circula frente al café de Jeremy nos recuerda el movimiento circular  e ininterrumpido del devenir del tiempo. No obstante, lo mejor de Wong Kar Wai es el certamen que se origina entre los críticos occidentales cada vez que se estrena una película suya, una competencia por el cultivo de un lenguaje rebuscado y almibarado; en esta ocasión Wong Kar Wai no consiguió conectar con la espiritualidad occidental, a pesar de los intenso colores de los tubos de neón que inundan los fotogramas y los bellos rostros de sus protagonistas, que expresan una languidez más propia de su China natal.

La chica del pastel de frambuesas, Lizzie, es una mujer pragmática, capaz de recorrer la ruta 66 y atravesar Norteamérica de Este a Oeste, trabajando para comprarse un buen coche que le de libertad de movimiento y capacidad de conocer a otras personas en su particular viaje de vuelta, conseguido su objetivo, al lugar en el que sufrió su gran desengaño, el piso en el que amó, y al café del lánguido joven de Manchester, del que, al parecer, se enamoró en las noches en las que ambos se desnudaron y hablaron de su pasado.


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