Un hombre soltero. Tom Ford






Ficha técnica:


Título original: A single Man.
País: Estados Unidos
Año: 2009
Duración: 99 minutos

Dirección: Tom Ford
Guión: Tom Ford, David Scearce, basado en la novela de Christopher Isherwood
Casting: Joseph Middleton, c.s.a.
Director de Fotografía: Eduard Grau
Música: Abel Korzeniowski; música adicional: Shigeru Umebayashi; supervisor Julia Michels.
Edición: Joan Sobel
Director artístico: Ian Phillips
Decorador del set: Amy Wells

Diseño de Vestuario: Arianne Phillips
Responsable de maquillaje: Gigi Williams
Responsable de peluquería: Marie Larkin y Kristin Berge

Productor : Tom Ford, Chris Weitz, Andrew Miano, Robert Salerno
Diseño de producción: Dan Bishop
IM Global, Fade to Black asociada con Depth of Field


Intérpretes:


Colin Firth: George
Julianne Moore: Charlie
Matthew Goode: Jim
Nicholas Hoult (Memorias de un zombie adolescente): Kenny
Jon Kortajarena: Carlos
Paulette Lamori: Alva
Ryan Simpkins: Jennifer Strunk
Teddy Sears: Mr. Strunk
Paul Butler: Christopher Strunk



Sinopsis:


Los Ángeles, 1962, Crisis de los misiles cubanos. George Falconer (Colin Firth), un maduro profesor universitario británico y homosexual, lucha por encontrarle sentido a la vida tras la muerte de Jim (Matthew Goode), su compañero sentimental. Encuentra consuelo junto a su íntima amiga Charley (J. Moore), que también está llena de dudas sobre el futuro. Kenny (Nicholas Hoult), un estudiante que se esfuerza por aceptar su auténtica naturaleza, acecha a George porque ve en él a un espíritu afín.


Premios (Filmaffinity):


2009: Nominada al Oscar: Mejor actor (Colin Firth)
2009: 3 nominaciones Globos de Oro: Actor drama (Firth), actriz secundaria (Moore), bso
2009: Premios BAFTA: Mejor actor (Colin Firth). Nominada a mejor diseño vestuario
2009: Festival de Venecia: Copa Volpi Mejor Actor (Colin Firth), Queer Lion (Tom Ford)
2009: Asociación de Críticos de Los Angeles: Finalista a mejor actor (Firth)
2009: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
2009: 4 nominaciones Critics' Choice Awards, incluyendo mejor actor y actriz secund


Críticas:


Carlos Boyero es sumamente cruel con el director: "Asegura la leyenda con datos que Tom Ford fue el imaginativo sastre (perdón, no se ofendan, quería decir diseñador) que logró el milagro con su talento de revivir al agonizante imperio de Gucci. Habiendo demostrado que la moda no tiene secretos para él, el heterodoxo Tom Ford ha decidido ofrecer su proteica creatividad al cine. Viendo A single man llegas a la conclusión de que lo mejor de sí mismo hasta ahora sigue siendo inventarse trajes, camisas, bolsos, cinturones y zapatos."


Comentario:


Ciertamente la opera prima de Tom Ford es un film pretencioso, que busca la poesía en la distinción y exquisito buen gusto del personaje-protagonista, resultando incluso relamido cuando su coche avanza entre los alumnos de la Universidad mostrando, a cámara lenta, su morro con el logo de 'Mercedes-Benz', o cuando contempla de forma fragmentada y ralentizada la musculatura de un estudiante de anuncio de colonia que juega al tenis en el campus. Cuando llega por fin a su clase ya no te lo crees.

La reflexión del profesor en torno a Huxley, jalonada de planos insertos de fragmentos de los cuerpos y caras de los jóvenes, que funcionan como iconos sexuales, giran en torno a las minorías y al miedo: "Las minorías sólo se constituyen como tal cuando suponen una amenaza para la mayoría, real o imaginaria, y en ello se halla el miedo, y si esa minoría se hace invisible el miedo se hace mayor.Y el miedo es la causa de las persecuciones a las minorías; las minorías son sólo personas como las demás." Ese  miedo se siente en el rostro de algunos de los jóvenes y rige su vida desde la muerte de su compañero.

Emblematizado en espacios vacíos, grises, sin la anarquía que reina en ambientes jóvenes, evoca spots publicitarios con hombres elegantes, destinados a ejecutivos de otros tiempos, tranquilos, hieráticos; es inexpresivo incluso en los sueños y recuerdos, filmados en blanco y negro en paisajes tan escarpados como se suponen que deben ser unas emociones que no sabe transmitir. En cada encuentro percibe la atracción en esos planos fragmentados de los rostros y los cuerpos, que se suceden de la misma forma que en los intercambios de miradas con los alumnos; desde la primera secuencia los espejos van a jugar un papel importante en la profundización psicológica, en la mente de sus personajes y los efectos devastadores que ha tenido en el profesor la muerte del compañero, a cuyo entierro no se le ha dejado asistir. Una simple llamada de teléfono interrumpe un hecho de la gravedad del suicidio mientras suena la voz de una cantante de opera intentando dotar de grandeza al momento.



Y uno se pregunta  ¿Qué profesor de literatura vive en una casa  de diseño, se desplaza en Mercedes, viste de Gucci y tiene alumnos que evocan a Brigitte Bardot o a Leonardo DiCaprio en sus primeras películas, cuando era casi un niño, o se relaciona con mujeres con pestañas postizas? ¿Sería asi Harvard en la década de los 60? Parece que el hecho de ser de procedencia inglesa lo convierta en un marciano en Estados Unidos. Un film gélido y distinguido que no consigue emocionar ni transmitir el gran amor entre los dos hombres; un paseo por la Via Condotti de Roma. Colin Firth es un perfecto galán, un hombre circunspecto y un tanto retraído que potencia su atractivo cuando su oponente es de un perfil opuesto, extrovertido y vital, como Bridget Jones, por lo que el film  sólo se ilumina pálidamente en los momentos en que entra en escena Nicholas Hoult, que interpreta a un joven alumno, alegre, vital y atrevido, que lo llama señor. Respecto a la inmersión de la historia en la crisis de los misiles para justificar el temor a perder la vida es tan patética como su perfil de profesor y sus ridículas frases trascendentes. Final tan elegante como el resto, pero con la misma mala pata.

Una película para un público que no se canse de mirar a gentes elegantes moviéndose en ambientes más elegantes todavía, perros con pedigrée y niñas con can-can,  y  gente que, encima, sabe hablar de Huxley,-una excusa para hablar de cualquier cosa-;  aunque cualquiera que haya pasado por una Universidad sabe que cualquier parecido entre lo que es una 'Facul' (como la llama Kenny) y lo que se representa en la ficción es mera coincidencia, ya sea Harvard, Yale, Oxford  o Cambridge. O eso queremos creer.




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